por Nicolás Sepúlveda
Seguir al mando de Carabineros después de marzo de 2018, una vez terminado el segundo gobierno de Michelle Bachelet, fue el objetivo que se propuso el general Bruno Villalobos a fines de 2016. Así lo confidenció en su círculo íntimo y también en reuniones de máxima privacidad y reserva que tuvieron lugar en el condominio de su casa de descanso en Peñaflor (ver reportaje de CIPER). Para cumplir su meta, Villalobos debía diseñar un plan y tenía solo un año para ejecutarlo.