Este anuncio se produce al tiempo que la Casa Blanca y los medios de comunicación de derecha continúan poniendo el foco, en los días previos a las elecciones de mitad de período, en una caravana de migrantes centroamericanos que se encuentra a más de 1.600 kilómetros de la frontera sur estadounidense. El lunes, la Casa Blanca anunció que planea enviar a la frontera 5.200 soldados estadounidenses en servicio activo. Mientras tanto, el presidente Donald Trump describió la caravana como “una invasión”, en unas declaraciones en las que utilizó el mismo lenguaje empleado por Robert Bowers, el responsable del ataque a una sinagoga perpetrado el sábado en Pittsburgh, en el que murieron 11 miembros de la congregación. El lunes, se le preguntó a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, si los soldados de la frontera respetarían la ley conocida como Posse Comitatus, que prohíbe que las fuerzas armadas cumplan tareas de la policía local, y si Trump suspendería el hábeas corpus, es decir, el derecho de las personas que son arrestadas a comparecer ante un juez.
Reporteros: “¿Están considerando esas opciones?”
Sarah Huckabee Sanders: “Mire, no hablaré de las medidas específicas que estamos considerando. Hay varias acciones que estamos considerando llevar a cabo”.