por Milciades Ruiz, Perú
Solo los que se dan por vencidos piden capitulación para evitar mayores desgracias. Como sucedió en la batalla de Ayacucho, el gobierno de EE UU ha planteado al gobierno de Rusia, negociar el fin de la guerra en Ucrania. Lo hace sin consultar con sus aliados europeos ni con el gobierno de Ucrania. Hay desaliento y alegrías en bandos opuestos. ¿Y qué tiene que ver esto, con nosotros?
Tiene mucho que ver. Esa guerra nos pasó la factura alterando precios de fertilizantes agrícolas, fletes marítimos y otros costos inflacionarios. Pero el asunto es que no se trata de la guerra entre dos países simplemente. Está en juego la disputa por un nuevo orden mundial en el que EE UU ya no siga teniendo el monopolio en el control de la economía mundial.
Se trata pues, de pasar de una hegemonía unipolar que EE UU y su bloque occidental se resisten a perder, a un nuevo sistema multipolar, de opciones competitivas, en el que le bloque asiático tiene interés en participar. Si se levanta las represalias contra Rusia, será inevitable la expansión económica del vencedor y sus aliados, incluyendo el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y demás socios), en perjuicio del bloque occidental.
Tal como sucedió con la independencia de las colonias de la dominación española, el nuevo orden mundial trajo desbarajustes y reacomodos. Nuestro país está bajo la férula de EE UU y depende de los arreglos a que se llegue en esta capitulación, para que el Perú rompa las ataduras de esta dominación. Es una posibilidad, aunque también puede ser una jugada. En todo caso, la historia nos dice que, ningún ciclo ha terminado pacíficamente, ni el nuevo orden se impone sin revolucionar el orden caduco.
Lo cierto es que, las condiciones que originaron este monopolio unipolar, han cambiado y ya es insostenible. Son las condiciones las que determinan el origen y final de todo proceso. Sucedió con el monopolio comercial del imperio español sobre sus colonias, cuando las condiciones materiales hicieron insostenible este poder. El fin del ciclo de dominación española significó el inicio del ciclo republicano de los países latinoamericanos bajo otras condiciones.
Cada día que pasa, crece la convicción mundial de que el ciclo de dominación global de EE UU, está llegando a su fin. Lo saben los estadounidenses y sus gobernantes que, se aferran a lo que ya está perdido. En su desesperación dan manotazos de ahogado, pero ya es tarde. La cuenta regresiva ya empezó. Nos dirigimos hacia un ciclo multipolar en el que, la pugna por repartirse el mundo será muy dura.
El problema es que EE UU no está en condiciones de afrontar una guerra mundial directa, Está al borde de la quiebra económica, como lo estuvo España sin poder afrontar la guerra de independencia colonial. Por propia iniciativa, EE UU ha empezado a desmontar la red de dominación política y militar establecida en todo el planeta para controlar a los dominados.
A la desactivación de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), se suma el probable retiro de sus tropas que protegen Europa (unos 100 mil efectivos). Esta semana en la Conferencia de Seguridad que se desarrolla en Múnich (Alemania), corrió el rumor de que, el Vicepresidente de EE UU, James David Vance, anunciaría en el evento, una retirada masiva de las tropas estadounidenses.
Se aduce que la desactivación de la USAID, es por otros motivos, pero la verdad es el desbalance económico. Como sabemos, esta red mundial fue creada para contener el avance de la ideología socialista ante la influencia de la revolución bolchevique, que ya había calado en Cuba. Compraba prensa para campañas de manipulación política, corrompía políticos, sobornaba militares para derribar gobiernos populares, financiaba movimientos contrarrevolucionarios, etc.
Sea como fuere, todo en el universo, tiene movimiento y eso determina que todo tenga un ciclo de existencia. Surge, se desarrolla y finaliza. Puede durar fracciones de segundo o millones de años, pero nada es eterno. Nada escapa a este principio dialéctico. El ciclo de la dominación unipolar se está terminando.
La vida surgió en nuestro planeta, tras procesos cíclicos en millones de años, cuando se dieron las condiciones que la propiciaron y, se extinguirá cuando esas condiciones desaparezcan. La humanidad, ha evolucionado tras ciclos históricos, hasta nuestros días y continuará con la sucesión de ciclos venideros hasta el fin de su existencia.
Nuestro ciclo de vida termina con la muerte individual y nuestro país, ha evolucionado cumpliendo ciclos históricos desde las sociedades primitivas andinas hasta la sociedad capitalista que rige en el mundo actual. De la dominación cíclica local, hemos pasado a la dominación cíclica planetaria ejercida mediante el control monopólico de la economía mundial por EE UU que, está llegando a su fin.
Si el viento sopla en esta dirección, habrá repercusiones en nuestro país. Siendo así, convendría prepararse adecuadamente para afrontar esta nueva situación, y no esperar que la fruta caiga por si sola para lamentar su pudrición. Si dejamos pasar la oportunidad, no tendremos las ventajas de actuar oportunamente.
La actual administración estadounidense hará todo lo posible por mantener su poder sobre nosotros, a la buena o, a la mala. Pero sus amenazas y represalias generan más enemigos, más nacionalismo y más rebeldía. La prepotencia antidemocrática acelerará su decadencia. Entonces, nuestra estrategia política, debería considerar esas condiciones según el curso que tomen.
No deberíamos salir de una trampa para caer en otra. Los intereses del desarrollo nacional deben primar. Las nuevas reglas de conducta política nacional las tenemos que fijar nosotros, con una nueva organización democrática. Las relaciones de intercambio desigual en contra nuestra, no deben ser aceptadas. La inversiones extranjeras y nacionales deberán ser compartidas para que los beneficios sean lo más equitativo posible. Salvo mejor parecer.
15 febrero/2025