por Fuerza 18 de Octubre
Desde el momento que se interpuso la denuncia el trato que le dió la justicia al padre del senador de la UDI fue privilegiado, lo que fue acompañado de un cuidadoso tratamiento del caso por parte del sistema de medios de comunicación históricamente ligado a la derecha.
A diferencia de lo que ocurre cuando cualquier chileno o chilena que es objeto de una investigación penal y el estado cae con todo el peso de su aparato punitivo violando las propias garantías de la legalidad burguesa, este pedófilo con poder político y económico logró el reemplazo de la prisión preventiva por el pago de una millonaria caución llegando a las instancias del juicio oral en libertad.
La condena es la mitad de lo solicitado por la fiscalía y luego de tres días (¡!) vuelve a la comodidad de su mansión.
Los que se presentan como los defensores de la familia lo que han hecho siempre es proteger a los pedófilos que están en el seno de las suyas, dejando indefensas a las víctimas y por eso rechazan la educación sexual integral, una herramienta comprobada para combatir los abusos de niñez y adolescentes.
Se entiende en el derecho chileno que una persona que comete un delito grave sea puesta en prisión preventiva como medida cautelar, con el objeto de evitar una posible fuga, mientras dure la investigación. Ahí tenemos el caso de Daniel Hadue, que el tribunal ordenó su prisión por este mismo motivo. Hadue no mató, ni secuestró , ni violó a nadie. Sin embargo el triibunal lo consideró una persona peligrosa, por eso lo encerró. En cambio al viejo de Rancagua, previo pago de una suma millonaria, lo dejo libre. Considerando que el delito que cometió es gravísimo, el viejo cochino se fue para su casa a vista y paciencia de todo el mundo. Queda clarito que en Chile la plata está por sobre la ley, y esto no es un descubrimiento. Este hecho, y perdóneme que sea tan drástico, es un motivo más para empezar a afilar el machete. Chile va directo a un caos de desobediencia. La oligarquía ve a los pueblos incapaces de levantarse contra ellos, porque creen que tienen asegurada la protección desde los milicos y los pacos, pero se equivocan. No estamos en el 73, estamos en 2024, con internet, telefonía inteligente, y mucho más. Solo nos falta una cosa: unirnos. Es decir no nos falta nada. Muchos tenemos hijos, hermanos, padres y amigos; nunca ha sido esto un pretexto para los valientes. Compañeros no esperen que les toque a ustedes en lo personal, para decir ahora sí. Esa es una postura muy egoísta. Los hermanos Vergara Toledo, Pablo Marchant, Katrillanca, Victor Jara, Llaitul, Parada, Natino, Guerrero, y miles más agredidos y caídos en la lucha en defensa de los pueblos, son y fueron nuestros padres, hijos, hermanos, amigos, compañeros, no los debemos olvidar nunca y deben ser nuestros estandartes en el campo de batalla. Anticapitalistas sin miedo.