Resumen Latinoamericano* / 4 de enero de 2020
Nuevos enfrentamientos ocurrieron en Santiago entre carabineros y manifestantes en la emblemática Plaza de la Dignidad (Baquedano) y en otros puntos de la urbe. Una multitud se congregó en la plaza pacíficamente, como cada viernes, desde el inicio de las protestas populares el 18 de octubre.
La convocatoria lanzada por redes sociales tenía por objetivo rendir homenaje al joven comunero mapuche Matías Catrileo, asesinado en 2008 en Vilcún por fuerzas de Carabineros.
Previamente, familiares, amigos y representantes de organizaciones mapuche y sociales marcharon por la Alameda desde el Cerro Santa Lucía hasta la Plaza de la Dignidad, donde durante horas permanecieron con banderas de esa comunidad indígena, entonando canciones y consignas con los principales reclamos sociales.
Como ha ocurrido de forma recurrente, la protesta en la plaza transcurrió pacíficamente, pero en algunas vías aledañas se produjeron enfrentamientos esporádicos entre manifestantes y fuerzas de carabineros que lanzaron chorros de agua y gases lacrimógenos.
Finalmente fuerzas carabineros desplazaron también a los presentes en la plaza, apelando nuevamente a los gases y chorros de agua.
A cuadras de allí, se provocó un incendio en la parte trasera y los alrededores de la iglesia San Francisco de Borja, destinada a los servicios religiosos del cuerpo de Carabineros.
En su cuenta de Twitter, como era de esperar, Carabineros condenó el incidente y señaló que el incendio se produjo por una ‘turba de vándalos’. Sin embargo, en las redes sociales han surgido serias dudas sobre la autoría del incendio, atribuida en la prensa hegemónica y por la clase política a los manifestantes. Las dudas se refieren al emplazamiento de la iglesia, férreamente acordonada por vallas y carabineros. Una cota altamente protegida por las fuerzas policiales.
