Adaptar el marxismo a las condiciones particulares de China, ha sido clave en los éxitos del PCCh
Por Willey Peñuela
CARACAS, 21 jun (Xinhua) — Para el analista internacional venezolano, Sergio Rodríguez Gelfenstein, el éxito fundamental que ha tenido el Partido Comunista de China (PCCh) en sus casi 99 años de fundado es haber adaptado el marxismo a las condiciones particulares de China en distintas etapas históricas.
«A través de toda la historia, desde su fundación, el Partido Comunista de China ha sabido aplicar con creatividad, sin dogmas, cometiendo errores como es natural, pero aplicando el marxismo a las condiciones particulares de China. Ese ha sido el éxito fundamental que ha tenido», aseguró el experto.
Rodríguez, quien fue director de relaciones internacionales de la presidencia de Venezuela, consideró que lo anterior «ha sido lo fundamental, tener la creatividad para aplicar la ideología marxista, en cada momento, de acuerdo a la situación política nacional e internacional y adaptada siempre a los intereses del pueblo chino».
El licenciado en relaciones internacionales egresado con honores de la Universidad Central de Venezuela, consideró que tres grandes líderes chinos jugaron un papel clave en que el país asiático orientara la aplicación del marxismo con las necesarias adaptaciones que los distintos periodos históricos requerían.
«La gran genialidad del presidente Mao Zedong fue interpretar el Marxismo Leninismo y adaptarlo a las condiciones de China. Fusionarlo con ese gran pensamiento filosófico antiguo chino que es expresión de las mejores expresiones de lucha, de vida, de la cultura y de la idiosincrasia china», resaltó.
El también magíster en relaciones internacionales, destacó que, posteriormente, Deng Xiaoping dio continuidad a eso: en un momento en que lo principal era la economía, hizo grandes aportes en los marcos de la teoría marxista-leninista para adaptar al Partido a las necesidades que China tenía en el ocaso del siglo XX.
«Entonces, existía la necesidad de lanzar a China hacia un peldaño mucho más alto, hacia un nivel superior de desarrollo que le permitiera cumplir las metas que se habían propuesto en términos estratégicos y entonces la ideología marxista se adaptó a esos objetivos», dijo el académico a Xinhua.
El entrevistado valoró que, ahora, bajo el liderazgo del Secretario General Xi Jinping, la utilización de la ideología marxista en fusión con la filosofía antigua china, han permitido diseñar nuevas políticas aplicadas, ya no solamente al desarrollo, sino a la construcción del socialismo con peculiaridades chinas.
A modo de balance de lo realizado por el Partido Comunista de China en sus casi 99 años de fundado, Sergio Rodríguez Gelfenstein también se refirió a la audacia del país asiático en la construcción de una diplomacia y unas relaciones internacionales que se han adaptado a las distintas etapas históricas.
Consideró que su política exterior ha tenido tres grandes etapas: la primera desde 1949 a 1978, fase que consistió en la consolidación de la independencia de China y su entrada en el sistema internacional. Entonces recordó que «las fuerzas imperiales impedían que China tuviera una participación en los organismos multilaterales».
Específicamente se refirió a la incorporación de China a la Organización de las Naciones Unidas (ONU): «Esa fue una gran pelea que China pudo dar hasta el año 1971 cuando logró entrar en la ONU y a partir de eso abrirse un espacio mucho mayor del que ya había logrado en las relaciones con otros países».
El analista caracteriza una segunda etapa a partir de 1978 que significaba que la diplomacia china se tenía que volcar al acompañamiento de la política de Reforma y Apertura; y una tercera etapa que comenzó en el año 2012, que es el lanzamiento de China como actor internacional global.
En su tercera etapa, nacida hace 8 años, «China pasa a tener una presencia mucho mayor de las decisiones que se toman en el mundo; en la construcción de lo que el Presidente Xi Jinping ha propuesto como una comunidad con un futuro compartido para la humanidad», relató Rodríguez.
El experto entiende la comunidad con un futuro compartido para la humanidad como «poner en el centro los intereses y los objetivos comunes de toda la humanidad más allá de las diferencias que pudiera haber entre países y organizaciones».
«En ese sentido, la defensa del multilateralismo y la posibilidad de llevar adelante las políticas en el ámbito multilateral, son ahora el centro de la actividad internacional de China», precisó el también investigador venezolano.
El entrevistado enfatizó que el PCCh tomó el poder en 1949 en condiciones muy difíciles: en un país atrasado, con una pobreza muy extendida, un país que no estaba industrializado ni desarrollado y que venía de una larga guerra de agresión, primero por parte de los japoneses y después una guerra civil.
El Partido, entonces, «ha tenido que hacer un muy largo y arduo trabajo, un esfuerzo continuo para que el pueblo chino tenga mejores condiciones de vida y pueda ser feliz. En ese sentido, la misión inicial que el PCCh se propuso, ha sido lograda ampliamente», consideró.
Respecto a la relación del PCCh con el pueblo chino, el analista consideró que «el Partido ha puesto énfasis siempre en que sus políticas estén al lado del pueblo. En poner las políticas en función de mejorar las condiciones de vida del pueblo en transformar a China en un país desarrollado».
Estimó además que los hechos son incuestionables: «la situación en que se encuentra China hoy, es una muestra de que las políticas y las acciones que el Partido Comunista de China enarboló desde su fundación, han recompensado al pueblo en su favor».
Una de las muestras que el entrevistado resalta, es que la metas para la erradicación de la pobreza se han ido cumpliendo, al tiempo que recordó que, en el año 2012, cuando el Presidente Xi Jinping llegó a ser Secretario General del PCCh, había en el país alrededor de 100 millones de pobres.
«Él se propuso que cada año salieran 10 millones de ciudadanos de la pobreza para llegar al 2021, fecha del centenario de la fundación del Partido, con pobreza cero», rememoró el experto; y afirmó que la superación de la pobreza en China es una de las metas fundamentales del Presidente Xi.
Dijo que, es tal la dimensión que tiene China, que el propio secretario general de la ONU, António Guterres, reconoció que la lucha contra la pobreza en China ha tenido un impacto a nivel mundial, toda vez que la ONU puede decir que la pobreza se ha ido reduciendo en el mundo y eso en gran medida se debe a China.
Sobre los más recientes acontecimientos de los últimos meses, el analista consideró que, con la aparición de la pandemia de COVID-19, se ha planteado en el mundo una disyuntiva entre salvar al pueblo o salvar a la economía.
El académico refirió que, el Partido Comunista de China, desde un primer momento, orientó la necesidad de salvar al pueblo, de que se produjera la menor cantidad de enfermos y de fallecidos y aplaudió que los resultados «han demostrado la justeza de esa decisión».
Más allá de que China se encuentra enfrentando un rebrote actualmente, Rodríguez valoró que, desde principios de año, el Pcch puso toda su fuerza y toda la energía de sus militantes, de sus dirigentes, a fin de que se controlara la pandemia y de que el país pudiera volver a funcionar con normalidad
«Se han puesto todos los recursos humanos, financieros, materiales, en función de salvaguardar la vida del pueblo, evitar que se produjeran pérdidas de vidas humanas, lo cual finalmente es lo único irrecuperable, porque la economía se puede recuperar», sentenció el académico.
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Fuente: Xinhuanet
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