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SEGURIDAD ALIMENTARIA Y ALIMENTICIA

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Escribe: Milciades Ruiz, Perú

Apurímac con el índice más alto de inseguridad alimentaria en Perú

Se ha estado debatiendo sobre seguridad alimentaria, tanto en foros internacionales –Cooperación Asia Pacífico-APEC, FAO- como a nivel nacional. Es un asunto de estado que está tomando relevancia estratégica. Pero el enfoque de esta problemática y, su solución, depende de la ideología con la que se la concibe. Veamos.

Los burócratas que nunca ha pasado hambre, claman y reclaman de Perogrullo, abogando por la “Seguridad alimentaria”. Para estos, se trata de un problema de abastecimiento y, disponibilidad en el mercado, abogando por políticas estatales al respecto. Ponen énfasis en lo alimentario, primando sobre lo alimenticio que, es la ingesta de las personas.

Es que, el mundo, ha perdido la razón de ser, de la humanidad. Para este enfoque, el ser humano, no es el eje de la preocupación, sino el ordenamiento del sistema capitalista. Temen que el desabastecimiento alimentario desestabilice el orden establecido por la dominación capitalista. Las leyes del mercado son sagradas y están por encima d nuestras vidas. “Padre mercado, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra globalizada como en cada país. Danos el pan de cada día y perdona nuestras ofensas.”

En cambio, para la ideología socialista, los recursos humanos son los más valiosos con los que cuenta un país y por eso, se opone a todo tipo de expoliación humana con fines de lucro particular. Entonces, lo natural es que cuidemos de ellos desde antes del nacimiento, para que adquiera la fortaleza nutritiva para su desarrollo corporal y mental en las mejores condiciones.

Si cuidamos bien nuestros recursos humanos, con los nutrimentos alimenticios e informativos, tendremos generaciones futuras de alto rendimiento en sus capacidades productivas y reproductivas. De la sustentabilidad y sostenibilidad de nuestros recursos humanos depende el futuro nacional. Tendríamos así, técnicos, deportistas, profesionales, científicos y gobernantes de la más alta calidad.

Al hablar en general de nuestros recursos humanos, me estoy refiriendo, no solo a nuestros hijos, sino a todos los habitantes del Perú hasta los últimos rincones de la costa sierra y selva. El derecho a la alimentación saludable debería ser para todos sin excepción, pero el sistema que condiciona nuestras vidas, no lo permite, por más voluntad que tengamos. Las leyes supremas del mercado, marcan nuestro destino.

La cantidad y calidad alimenticia determinan el potencial de desarrollo y crecimiento de los humanos, incluyendo talla y formación corporal. En la infancia. la alimentación inadecuada los expone a enfermedades infecciosas que los debilitan. Pero, ¿Cuál es el trato que reciben recursos humanos peruanos bajo el sistema de las leyes del mercado capitalista? Para muestra, basta un botón.

Según la Encuesta nacional Demográfica y de Salud Familiar 2023 ENDES, realizada por el INEI, se tiene:

  • Al 43,1% de niñas y niños de 6 a 35 meses de edad, se les detectó anemia. En el área rural (50,3%). La anemia en mujeres en edad fértil es mayor en las de origen nativo (23,5%).
  • La desnutrición crónica afectó al 11,5% de infantes menores de cinco años de edad. En mayor proporción en el área rural (20,3%), mayor en 12,2% que en el área urbana (8,1%).
  • Las niñas y niños cuyas madres se ubican en el más bajo nivel de riqueza fueron afectados en mayor proporción con desnutrición crónica (22,7%).

Como se podrá apreciar, el maltrato a nuestros recursos humanos es de lo peor. Paradójicamente, los peores alimentados son los de las zonas donde se producen los alimentos. Lo mejor de las cosechas se va para subsidiar a la ciudad porque así, es el dictado de las leyes del supremo mercado. El eslabón primario de la cadena alimentaria, es el de menor rentabilidad. El aumento de cosechas hace bajar el precio y a veces no cubre ni el costo de producción.

Si el campesinado aplica tecnologías para elevar su productividad, la sobreoferta los arruinará. Dirán entonces que este, no es un asunto alimentario, pero esta es la causa por la que se deja de comer obligatoriamente para poder obtener el poco dinero con el cual se cubren las necesidades de salud, educación, vestimenta, etc. Así está condicionada la vida campesina por la divinidad del mercado, ante la indiferencia de un estado de carácter inhumano.

Pero, ¿A quiénes conviene que se mantenga esta situación? Pues, a los grupos de poder que lucran con esta aberración. La dependencia alimentaria ha sido introducida por las corporaciones del ramo, modificando nuestros hábitos alimenticios. Los grandes monopolios y oligopolios, controlan el mercado de los alimentos en perjuicio de la producción nacional y de la salud de la población nacional.

Uno de estos grupos, el Grupo Romero, propietario de la cadena alimentaria ALICORP, otorgó a cuenta de beneficios posteriores más de un millón y medio de dólares, para la campaña electoral de Keiko Fujimori. Sus intereses están garantizados por la mayoría parlamentaria fujimorista, que tantas indignaciones nos da. Ese millón y medio salió de nuestros bolsillos, haciéndonos aportantes indirectos a la campaña política de la susodicha.

En solo en uno de sus tantos rubros ALICORP, es el mayor importador de trigo, que multiplica a cualquier otro, con unos 300 millones de dólares anuales. Esta abrumadora importación ha matado la producción nacional de trigo acaparando mercado y con competencia desleal, a precio subsidiado en el país de origen. Ahora se come pan de trigo importado donde antes había producción local. Pero en los últimos cinco años ALCORP, registró importaciones de alimentos por valor de US$ 2,535´754,682.

Para el colmo alimentario, ahora importamos papas preparadas tipo snack para pollerías. Siendo el país de origen de este tubérculo, tenemos que traer para de países que se llevaron gratis nuestro material genético. Todo esto sucede porque los gobernantes no tienen consciencia del daño que le hace al país, desatendiendo la alimentación de nuestros recursos humanos, generación tras generaciones de desnutridos.

Prefieren crear diversos ministerios pero no, un Ministerio de Alimentación que preserve la calidad de nuestros recursos humanos. Solo en el gobierno de Velasco se creó este ministerio que, luego fue eliminado con la vuelta de la derecha al gobierno del país, para dar curso a la libre especulación de alimentos. No hay organismo público que asuma esta problemática, ya que, el ministerio de agricultura solo cumple funciones de fomento productivo y no es su función el manejo estratégico de la alimentación de los peruanos, que es multisectorial.

Sabemos de los daños fatales a la vida con la libre circulación de alimentos ultra procesados, con colorantes y, saborizantes artificiales. Muchos elementos químicos se usan como preservantes de alimentos envasados, mantequillas artificiales, pollos industriales inyectados diariamente con hormonas, antibióticos, vacunas, colorantes químicos de carnes y demás comida chatarra, son altamente contaminantes y nocivos, Pero, dejar hacer y dejar pasar, es la señal de la cruz del libre mercado de alimentos.

Podría seguir señalando otros aspectos de inseguridad alimentaria y alimenticia, pero lo poco que he mostrado quizá toque la sensibilidad de las agrupaciones políticas populares y, capten banderas para sus plataformas de gobierno. ¿Cuál es la política de estado en materia alimentaria y alimenticia que propugnamos? Llegar al poder sin saber qué hacer, en esta materia, sería lamentable. O no. Ustedes qué dicen.

23 agosto de 2024

Mayor información en https://wordpress.com/view/republicaequitativa.wordpress.com

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