por Carlos Moya
Según mi modesta opinión, el pueblo dio una batalla sin conducción política. Explica la derrota.
Los que coordinaron las fuerzas del Apruebo desde su comando, no fueron dirigentes políticos verdaderos y necesarios, para el tipo de batalla que se necesitaba.
Hemos denunciado la falta de conducción política como un error histórico y estratégico. Este principio nos ha servido de fundamento para crear el Movimiento de Asambleas Soberanas, luego, en camino hacia la fuerza Popular unificada y movilizada.
Fuimos a la batalla con azadones y hechonas. Mientras los Oligarcas, banqueros, poderes fácticos, los UDI, los especuladores han tenido mando único, financiamiento único con un objetivo único: derribar la nueva constitución que significaba la muerte de la Constitución de la Junta Militar.
A nosotros nos disolvieron y nos fragmentaron la conducción social.
Es la hora de reconstruir UNIDAD EN LA DIVERSIDAD y reconstruir la DIRECCIÓN POLÍTICA para la transformación social.
El gobierno de la CONFECH ayuda pero no da el ancho para la conducción popular que nos lleve al cierre de la transición.
Dejamos que los convencionales populares pasaran a la categoría de “desaparecidos “, que liquidarán los pocos medios audiovisuales populares, incluída la Red, escondieran las propuestas de la Nueva Constitución. La gente (los nuevos votantes) rechazó la NC sin conocerla. Ignorando que ella protegía y otorgaba los Derechos que nos han usurpado por 50 años.
La izquierda se ha dejado manipular por la violencia urbana de tribus anarquistas y las células de infiltrados policiales y de para-militares. Tenemos que “ser misericordiosos “ cuando se trata de jóvenes con overoles?
Un amigo me escribe:
“ la Nueva Constitución efectivamente resolvía problemas y derechos esperados por el pueblo. No encuentro otra explicación que los chilenos somos huevones”.
No creo.
Creo que perdimos una “BATALLA DE IDEAS “ … que NO dimos.
En consecuencia, será esta Batalla de Ideas para la cual tenemos que prepararnos y ganar: no como grupo, como fuerza nacional popular. Confrontar los extremismos militaristas y el extremismo” de la “pureza de la autonomía social”. La autonomía social hay que respetarla pero hacerla eficaz a los principios de la transformación constitucional y la superación del legado del pinochetismo. No sirve la autonomía social si solo se queda como espasmo autocomplaciente.
Quienes celebran son los dueños del legado de la dictadura.
Los oligarcas nos sacaron el apoyo popular de nuestro saco.
Celebran hoy los que reciben la recompensa de los poderosos. Los que se benefician del legado pinochetista. De pronto han aparecido los UDI, los RN que se ocultaron durante todo el proceso.
No rehuimos la pelea popular, ni los sacrificios que hemos ofrendado a la lucha de los trabajadores y nuestras familias, las mujeres y nuestros jóvenes.
Seguimos la lucha, con la suficiente inteligencia estratégica allendista. Necesitamos un proyecto popular unificado, pero anidado en la “razón y el corazón “ del pueblo por el cambio.
NUESTRA FUERZA
RADICA EN
NUESTROS PRINCIPIOS!!!