Pepe Gutiérrez-Álvarez, Estado Español
POR QUÉ PERDIMOS LA MAYOR BATALLA DE NUESTRA HISTORIA…
Un comentario habitual entre los veteranos que lucharon y padecieron el franquismo era la siguiente: “Estamos tan acostumbrados a las derrotas, que cuando conseguimos una victoria ya no nos lo creemos”. Aquellas derrotas no estuvieron exentas de victorias, el propio hecho de que el pueblo se levantara contra los militares fascistas, ya dice mucho de la militancia “consciente”. Ganamos batallas a pesar de que el franquismo representó una coalición fascista internacional, y a la República, que era el régimen legal reconocido, la dejaron sola: primero los “tories” británicos, luego el Frente Popular francés…La victoria de la resistencia antifascista también fue algo nuestra, aunque los mismos, sobre todo los EEUU, acabaron pactando con Franco. Luego tuvimos que ganar la batalla de las interpretaciones. Aprender detalles básicos como los que paso a enumerar:
No se puede confundir la República con la “zona republicana”, son circunstancias muy distintas. Tampoco sus diversos momentos, hay un primero reformista que unía a casi todo la izquierda (menos a comunistas y faístas que ya hablan de revolución), y la que va de 1933 en adelante. La derecha nunca dejó de conspirar, de ahí que después de la «sanjurjada» Azaña declarara: o la República acababa con sus enemigos o estos acaban con ella…Algo similar se dijo de Juan March, uno de los que garantizó a los conspiradores una vida regalada en Suiza si fracasaban.
La guerra se empezó a perder cuando los golpistas pudieron trabajar sin que nadie les molestara más allá de alguna medida como enviar a Franco a Canarias. Otra batalla no menos decisiva fue cuando lugares claves como Zaragoza, Sevilla u Oviedo, cayeron en manos facciosas de la manera más «naif», la izquierda no tenía una conciencia clara de lo que se avecinaba por más que todos lo sabían, que la «Soli» lo pregonaba desde sus páginas. También se perdieron ciudades por confiar en las autoridades republicanas,
Los militares fascistas también ganaron lo que podíamos llamar “la guerra del armamento”, punto en que ha incidido con lucidez Chris Ealham en uno de sus últimos POST.
En el caso libertario, lo de Zaragoza sirvió para reforzar un ideal por el que había que lavarse la boca antes de mencionarlo, nadie llamó a rebato señalando lo que se estaba preparando…Llegado el momento, la historia les sobrepasó. Entre otras cosas porque para ganar necesitan pactar con los demás, sobre todo los que desde el ala izquierda del PSOE evolucionaron desde 1933 No hay que olvidar que la UGT, el PSOE y las JJSS estuvieron batiendo el cobre en Asturias. Luego, los cenetistas tuvieron que pactar para defenderse de la agresividad estalinista que dejaba atrás la revolución para entrar en la guerra mundial que venía… El debate es un pozo sin fondo, se están llevando trabajos con perspectivas más amplias y ajustadas. Desde estas perspectivas se intenta ajustar los análisis, sobre todo abrir un debate intentado ser lo más riguroso posible.
En mi opinión, el pueblo militante subestimó el «talón de hierro. El diagnóstico de todo esto no puede ser una trama de buenos y traidores, eso es radicalmente injusto. Dentro de las críticas y las discrepancias no hay que olvidar la odisea de miles de hombres y mujeres que sufrieron lo indecible, ya los cuales le debemos homenaje. Nuestra deuda con ellos es incalculable.
Ahora se trata de ganar la batalla de “las interpretaciones”.