Los acontecimientos políticos y la evidente crisis de la elite dominante y sus dos conglomerados políticos, Nueva Mayoría y Chile Vamos, hacen evidente la necesidad de construir una tercera fuerza que sea capaz de representar a todos los que hoy no se sienten representados por la casta política.
La gente común hoy no se siente representada por ningún sector político, por eso la alta abstención. La casta política hace rato que está muy alejada de la gente real, aunque todos dicen representarlos.
El rechazo de la población a la casta corrupta no ha encontrado un sendero por el que puedan encaminar su descontento. La abstención en las votaciones y las masivas marchas en contra de los principales males del sistema, educación, salud y AFP; por ejemplo. Hasta ahora estos movimientos sociales no logran sus objetivos y no lo lograremos si no somos capaces de transformar esta bronca en una alternativa política.
Cualquier alternativa que surja, que siga tratando a la gente común como chusma que tiene que mirar la fiesta desde lejos, sin que tenga derecho a participar en ella, fracasará; nos referimos a que los trabajadores, pobladores, los estudiante, mujeres, movimiento indígena, sientan que no tienen ni un pito que tocar en todo lo que son sus problemas. La gente está cansada que solo le quede esperar las decisiones de las personas buenas en el mejor de los casos, que se proponen representarlos o suplantarlos. Necesitamos una fuerza que convoque mayorías y sea capaz de realizar las profundas transformaciones socialistas que Chile necesita con urgencia.
Necesitamos construir una alternativa realmente genuina, con dirigentes sociales que no reproduzcan un modo de hacer política cupular y elitista, como la que hemos tenido hasta ahora; sino donde los sectores populares sean parte de la propuesta, no solo meros espectadores para aplaudir a los “líderes connotados” o los “mesías autoproclamados”.
Necesitamos usar la rabia, la indignación y la rebeldía que existe en la sociedad y disponerlo para convencer a la gente común a ser parte de esta lucha por los cambios. Pero en ningún caso para suplantarlos por muy buenas que sean las intenciones. Si la gente común y no solos los activistas o pequeños aparatos sin base social sólida, no se compromete con la lucha, seguiremos igual que ahora.
El movimiento NO + AFP debe ser la expresión política de los trabajadores
Millones de chilenos en las calles exigieron que se termine con el sistema de AFP en Chile, sistema que hoy está condenando a miles de chilenos a recibir pensiones miserables, lo que ha indignado a millones de trabajadores de este país.
Es evidente que la elite y la clase política chilena no tienen el menor interés en realizar los cambios que se requieren para poner término al sistema de AFP, dado lo enormes beneficios que sacan los empresarios de las platas acumuladas en los fondos de pensiones de los trabajadores y los beneficios que recibe la clase política de parte de los empresarios, como ha quedado demostrado con los casos Penta y Soquimich.
Tanto la Nueva Mayoría, como Chile Vamos, no están para representar los intereses de los trabajadores, sino que para defender los intereses de los grandes empresarios y grupos económicos. Lo que queda claro, también, es que con la existencia de este duopolio neoliberal los trabajadores chilenos hoy no tenemos representación, que no tenemos partidos que defiendan nuestros intereses políticos, económicos y sociales.
Frente a esta situación nada podemos esperar de la casta política que hoy está en el gobierno y el Parlamento, ellos no realizaran los cambios que tanto necesita la clase trabajadora chilena.
Por lo tanto los trabajadores que hoy estamos organizados en el Movimiento NO + AFP, tenemos la necesidad de levantar una alternativa política al duopolio neoliberal que ha estado en el poder los últimos 26 años y que está condenando a nuestros padres y abuelos a vivir en condiciones miserables.
Debemos trabajar para organizar un plebiscito por el fin de las AFP y por un sistema de reparto solidario, para que el pueblo decida. Reuniendo cientos de miles de adhesiones en las calles para exigir al gobierno que lo realice, y finalmente haciéndolo auto convocado, debemos construir el puente entre el movimiento social NO + AFP y un movimiento político de trabajadores; creando una fuerte presión que deslegitime al gobierno y las instituciones políticas.
Debemos denunciar las políticas de todos los partidos que hoy son parte del sistema, pero esto no nos puede impedir la necesidad urgente de levantar una alternativa política de los trabajadores.
Desde el Movimiento NO + AFP se puede levantar una alternativa política al duopolio neoliberal, que sirva de herramienta para reforzar la movilización del pueblo trabajador y los jóvenes, disputar el gobierno y barrer a los corruptos del Congreso.
Si queremos tener verdaderos resultados es necesario levantar una alternativa política con mayor proyección que la campaña no más AFP, de donde salgan los verdaderos representantes de la clase trabajadora para el Parlamento y el gobierno, con nuestro propio candidato a la Presidencia de Chile; para lo que deberíamos pedirle al compañero Luis Mesina, máximo representante del movimiento no más AFP, sea nuestro candidato a la presidencia, con el desafío y el compromiso de realizar los cambios que el movimiento social viene exigiendo desde hace años.
Socialismo Revolucionario, CIT.
Movimiento Socialista Allendista.