Por Gustavo Espinoza M.
Un 18 de diciembre, hace 31 años, fue asesinado el líder sindical Pedro Huilca Tecse.
El crimen, fue cometido cuando iniciaba su día llevando a dos de sus hijos a un centro de estudios, para trasladarse luego a la CGTP a cumplir tareas que le habían sido encomendadas meses antes, cuando fuera ungido dirigente máximo de la Central Obrera.
En esta fecha cabe aludir al legado que dejara Pedro a las nuevas generaciones de trabajadores como una manera de evocar su memoria y mantener vigente su mensaje de clase, recogido también de Isidoro Gamarra.
Para Huilca estuvo muy clara la idea del Sindicato como herramienta de lucha de los trabajadores.
Así lo expuso en su primera intervención en un evento sindical nacional, el 17 de marzo de 1976 ante el IV Congreso de la CGTP, evento al cual concurría en su condición de Secretario General de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco.
Desde un inicio hizo suyo el legado de Emiliano Huamantica, es decir la concepción del Sindicato como instrumento de combate no sólo para mejorar sus condiciones de vida, sino para construir un mundo mejor.
Quizá desde joven, leyó a Mariátegui, y comprendió que un proletariado sin más aspiración que el salario sería incapaz de emprender una tarea histórica. Consciente de ello, se hizo un revolucionario.
Con esa convicción percibió que su tarea era combatir para que su Clase asumiera la lucha por la construcción de una sociedad distinta.
Persuadido de ello, vio en el Proceso Revolucionario entonces en marcha la posibilidad real de construir una sociedad mejor, más humana y más justa.
En lo que en esencia era un rasgo de su personalidad, vinculó la lucha por los intereses inmediatos de los trabajadores, con los objetivos históricos de su clase. Por eso lideró el accionar sindical combatiendo los llamados “Rendimientos Mínimos”, que empresarios del sector pretendieron imponer.
Promovió la Bolsa de Trabajo para asegurar el contrato legítimo de los trabajadores, y evadir las “listas negras” creadas por la Patronal para discriminar a los sindicalistas. Alentó la lucha por la reducción de la Jornada de Trabajo y el adelanto de la jubilación para el sector.
Buscó asegurar que los ingresos del FONAVI fueran intangibles y destinados a viviendas de interés social, y obras de desarrollo. Al mismo tiempo, aportó decididamente a la creación del CONAFOVICER y los Centros Recreacionales para los trabajadores del andamio.
En el marco de sus preocupaciones fundamentales, estuvo en la lucha por mejorar los servicios de la Seguridad Social y la creación del programa de asistencia al adulto mayor, conocido como el PADOM,
Algunas de estas conquistas y otras, fueron acosadas y hasta destruidas por la dictadura fujimorista, y debilitadas y diezmadas por el régimen Boluarte / Otárola, como un modo de “ponerse al día” con los planes exterminadore del Fondo Monetario y el Banco Mundial, interesados en acelerar el fin de los adultos mayores para “adelgazar” el gasto público.
En lucha por ese ideal puso la vida entera . Por esas banderas, encabezó significativas movilizaciones, mítines. marchas, paros, huelgas y otras formas de acción. Todas fueron usadas con auténtico sentido de clase y sirvieron como mecanismos de formación, educación y conciencia, como Escuelas de solidaridad y de socialismo.}
Estuvieron firmemente arraigadas en el ideal por el que luchó abnegadamente, con firmeza y lealtad., para construir estructuras representativas de la Clase Obrera y poner a los trabajadores peruanos en el nivel de sus responsabilidades para asumir los retos del futuro. Por eso lo mataron.
Y por eso también el régimen actual mató a casi 80 peruanos en meses pasados. Cuando se recuerda el primer aniversario de la caída de los valerosos luchadores que enfrentaron el Golpe reaccionario del 7 de diciembre del 2022, asoma también la memoria de Pedro Huilca, que los simboliza a todos
Ayacucho, Andahuaylas, Huancavelica, Juliaca y oros ensangrentados rincones del país. Lo tienen muy presente.
Hoy la imagen de Pedro Huilca asoma en nuestro tiempo, como una luz, y nos permite evocar el poema de Maiacovski: “Si la estrellas se enciende / quiere decir que a alguien le hace falta / quiere decir que son necesarias / quiere decir que es indispensable / que todas las noches / sobre cada techo / se encienda una estrella”
Y claro que Pedro Huilca -su vida y su obra- constituye una estrella que alumbra el camino de los trabajadores.