Imagen: Un refugiado palestino carga a sus nietos heridos por el bombardeo israelí del campo de Nuseirat. 29 de octubre de 2023. Fotos de Ashraf Amra vía Wikimedia (CC BY-SA 4.0)
Los palestinos mueren de hambre mientras el ejército israelí se apodera de toda la Franja de Gaza
Grupo Socialista Independiente, EEUU
por Ashley Rogers
Filadelfia, PA
El genocidio palestino se intensificó el pasado julio, cuando el ejército israelí obligó a muchos habitantes de Gaza a morir de hambre. Tras la muerte de al menos 58 personas durante el bloqueo israelí, entre el 2 y el 25 de marzo, una nueva hambruna forzada ha causado la muerte de aproximadamente 281 palestinos hasta la fecha, incluyendo 114 niños (al momento de redactar este artículo, el 25 de agosto de 2025) . Israel ha intentado privar de alimentos a la población de Gaza desde el comienzo de la guerra, cuando anunció el 9 de octubre de 2023 que bloquearía la entrada de alimentos y agua a Gaza. Si bien se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria de forma intermitente en diferentes momentos de la guerra, la hambruna se ha intensificado tras el bloqueo israelí de toda la asistencia humanitaria en marzo de este año.
Las masacres israelíes de civiles que buscan ayuda se han convertido en algo casi cotidiano. Más de 1.800 civiles han muerto mientras buscaban ayuda desde finales de mayo . La administración Trump colaboró con Israel para formar la “Fundación Humanitaria de Gaza” (GHF), sustituyendo a las Naciones Unidas en la distribución de ayuda en Gaza. Los puntos de distribución de ayuda de la GHF han sido escenario de masacres rutinarias de civiles por parte de Israel. La organización benéfica Médicos Sin Fronteras ha denunciado a la GHF como una “matanza disfrazada de ayuda”, y los supervivientes de los ataques israelíes han descrito los puntos de ayuda como “trampas tendidas al pueblo”. Quince grupos internacionales de ayuda han denunciado a la GHF como cómplice de crímenes de guerra y genocidio contra los palestinos. Contratistas militares estadounidenses que trabajan con la GHF han participado, junto con las fuerzas israelíes, en la masacre de civiles en los puntos de ayuda de la GHF.
Han transcurrido más de cinco meses desde que Israel rompió el acuerdo de alto el fuego con Hamás, alcanzado en enero. Durante el alto el fuego, de enero a marzo, Israel continuó asesinando casi a diario a civiles palestinos y obstruyendo el acceso de la ayuda humanitaria a Palestina. La cifra oficial de muertos supera los 10.000 palestinos desde el fin del alto el fuego y más de 62.000 desde el inicio de la invasión israelí, aunque la cifra real de palestinos muertos es mucho mayor.
Protestas masivas desafían a Netanyahu y exigen el fin de la guerra
El 17 de agosto, cientos de miles de manifestantes israelíes declararon un «día de paro», bloqueando carreteras y cerrando negocios, exigiendo el fin de la guerra en Gaza y un acuerdo para liberar a los rehenes israelíes. Esto se coordinó en respuesta al anuncio de Netanyahu de tomar el control militar de toda la Franja de Gaza. Si bien el día de acción en Israel incluyó la huelga de algunos sindicatos y personal universitario , no llegó a ser la huelga nacional que esperaban los organizadores, ya que no contó con la participación de la mayor federación sindical de Israel. Aun así, demostró la creciente oposición israelí a la guerra en curso en Gaza.
El desarrollo de esta ola de protestas israelíes se ha prolongado. El apoyo a la guerra de Israel dentro del propio país fue alto tras la conmoción del ataque del 7 de octubre, pero la opinión pública ha virado en la dirección opuesta, ya que Netanyahu se ha mostrado menos preocupado por la seguridad de los rehenes israelíes y más preocupado por sus ambiciones políticas y territoriales. El 74% de los israelíes encuestados en julio apoyó un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza. El gobierno israelí ha intentado sofocar la creciente oposición con medidas como la prohibición de la entrada al país de periodistas extranjeros, pero esto no ha logrado frenar la creciente oposición.
Este verano se han organizado protestas masivas contra el genocidio, incluyendo las de Nueva York y una protesta de 300.000 personas en Australia. Los simpatizantes también han intentado entregar ayuda a la población de Gaza mediante dos flotillas y una caravana de 14 autobuses, 100 vehículos y 1.500 participantes de cuatro países del norte de África , pero el ejército israelí arrestó y detuvo a los implicados.
La financiación estadounidense del genocidio
El genocidio en Palestina se ha llevado a cabo con el pleno apoyo de Estados Unidos. Estados Unidos suministra casi el 70% de las importaciones de armas de Israel . En los últimos 75 años, la ayuda exterior estadounidense a Israel ha totalizado 305.400 millones de dólares , de los cuales el 72% se destinó al ejército israelí. Solo en 2024, Estados Unidos envió 17.900 millones de dólares a Israel. La administración de Biden aceleró los envíos adicionales de armas a Israel tras el inicio de la guerra, que suman más de 100 ventas de armas a Israel, utilizando poderes de emergencia para evitar la revisión del Congreso para algunas de ellas. Incluso cuando los informes de atrocidades y genocidio en Gaza se hicieron bien conocidos y aumentaron las protestas contra el apoyo estadounidense a Israel, la administración Biden aprobó miles de millones de dólares en envíos adicionales de armas. Las protestas contra el apoyo de Biden a la guerra fueron duramente reprimidas utilizando fuerzas policiales militarizadas.
Trump, a pesar de presentarse ocasionalmente como un candidato antibélico, ha continuado la política de Biden sobre Gaza. Ha aprobado más de 14 000 millones de dólares en apoyo militar adicional para Israel. La Guerra de los Doce Días de Netanyahu contra Irán en junio impulsó la intervención de Estados Unidos, y Trump lanzó ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares iraníes, intensificando las tensiones en la región.
Cómo poner fin al genocidio y lograr un Estado palestino
El fin de la guerra en Gaza debe ir más allá de un alto el fuego y un acuerdo de rehenes. El conflicto puede detenerse o congelarse temporalmente, pero la verdadera resolución no llegará sin una verdadera autodeterminación palestina. Esto significa un Estado palestino.
En la reunión de septiembre de las Naciones Unidas, gobiernos capitalistas de Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá y otros países harán un llamado simbólico a la creación de un Estado palestino. Sin embargo, al igual que otras resoluciones de instituciones capitalistas, estas no contribuirán a detener la limpieza étnica de los palestinos por parte del Estado israelí. ¿Cómo pueden quienes buscan el fin del genocidio organizarse para la supervivencia del pueblo palestino y su derecho a un Estado palestino?
El plan de Netanyahu para una invasión y ocupación total de Gaza y la idea ultranacionalista del «Gran Israel» implicarían la expansión de Israel para incluir Palestina, Líbano y Jordania, así como partes de Egipto, Irak, Siria y Arabia Saudita. Esto representa una amenaza para la clase trabajadora de Oriente Medio. Un resurgimiento de la Primavera Árabe, que implique movimientos de masas y huelgas a gran escala contra el genocidio en curso, paralizaría la maquinaria de guerra israelí y haría insostenible la idea de una ocupación total de Gaza. Esto es especialmente cierto si la clase trabajadora de Estados Unidos, Israel y Cisjordania también organiza huelgas masivas, incluyendo la negativa a enviar armas a Israel, y podría ayudar a que el pueblo palestino consiga un Estado palestino que garantice su supervivencia inmediata.
La lucha contra los intereses capitalistas e imperialistas que gobiernan la región deberá asumir un carácter socialista, con solidaridad transfronteriza, para que exista una verdadera autodeterminación, seguridad, derechos y un buen nivel de vida para israelíes, palestinos y otros en Oriente Medio y el norte de África. Una federación socialista en la región es la única manera de poner fin a las guerras y los conflictos que el capitalismo ha generado y que han provocado el genocidio innecesario de los palestinos hoy en día, un genocidio que puede ser erradicado para siempre con un mundo socialista que no necesite guerras imperialistas.
