por Rómulo Pardo Silva
Los altos funcionarios del nivel político le dicen a la cúpula de facto que su unilateralismo centenario es imposible hacia adelante.
El director de la Agencia Central de Inteligencia admite que Estados Unidos ya no tiene una superioridad indiscutida en la política mundial. Que un número creciente de potencias regionales aplican políticas exteriores independientes y menciona a China y Rusia.
El canciller Olaf Scholz de Alemania afirmó: El mundo del siglo XXI «será multipolar; ya lo es».
El problema para ese desarrollo es que el establishment de siglos no acepta pérdidas.
El Sur Global ha perdido $152 billones debido al intercambio desigual desde 1960, Dylan Sullivan.
Busca salvar su posición privilegiada con una guerra mundial que prepara porque sabe que hoy la perdería.
Putin: «Estamos ante un hito histórico. Se avecina la década más peligrosa, imprevisible y a la vez importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Occidente es incapaz de gobernar por sí solo a la humanidad, pero lo intenta desesperadamente”.
El fin del dominio de los magnates de Occidente sí es positivo. Esclavizó, invade, somete, amenaza, bombardea pueblos, destruye y empobrece la naturaleza.
Pero lo vital para millones de años futuros es que la cantidad de recursos del planeta es finita.
“Si hubiera una manera de apoderarse de todo el petróleo, todo el gas, todo el oro, todos los diamantes, toda el agua potable y todo lo que hay en el mundo, lo harían al instante», María Sajárova, vocera rusa.
Se refería al poder desde Occidente pero es válido para cualquiera.
Hoy el multilateralismo es conservador: empresarios dueños de los recursos, productivismo, consumismo; relaciones patrón-empleados, ricos-no ricos, poderosos-débiles.
No hay hoy una alternativa de civilización sostenible y solidaria.
El patronazgo también domina la ideología.
Brasil tiene más templos religiosos que escuelas y centros de salud sumados.
Las organizaciones que un día pensaron en una socialización, aunque insostenible, de la Tierra hoy día están ganadas por el reformismo en el sistema.
La tarea por hacer es la sostenibilidad solidaria.
