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“No son 30 pesos, son 30 años”: Masivas protestas en Chile denuncian décadas de crisis social generada por el neoliberalismo

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29 DE OCTUBRE DE 2019

En Chile el presidente Sebastián Piñera se enfrentó a una nueva serie de manifestaciones masivas el lunes, a pesar de haber cumplido con la promesa de nombrar nuevos miembros para su gabinete. La reorganización del gabinete de Piñera se produjo después de que más de un millón de personas inundaron las calles el viernes pasado en manifestaciones pacíficas masivas en contra de la desigualdad. Para analizar la situación actual en el país suramericano, nos acompaña Pablo Abufom, miembro del Movimiento de Solidaridad, una organización anticapitalista y feminista en Chile. Abufom también es activista de No Más AFP, una organización que busca desmantelar el sistema de pensiones privatizado de la era de Pinochet. Su reciente artículo publicado en la revista Jacobin se titula “No se trata de 30 Pesos. Se trata de 30 años”.


AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, soy Amy Goodman, con Juan González.

JUAN GONZALEZ: En Chile, el presidente Sebastián Piñera se enfrentó a una nueva serie de manifestaciones masivas el lunes, a pesar de haber cumplido con la promesa de nombrar nuevos miembros para su gabinete. La reorganización del gabinete de Piñera se produjo después de que más de un millón de personas inundaron las calles el viernes pasado en manifestaciones pacíficas masivas en contra de la desigualdad.

Para analizar la situación actual en el país suramericano, nos acompaña Pablo Abufom, miembro del Movimiento de Solidaridad, una organización anticapitalista y feminista en Chile. Abufom también es activista de “No Más AFP”, una organización que busca desmantelar el sistema de pensiones privatizado de la era de Pinochet. Su reciente artículo publicado en la revista Jacobin se titula “No se trata de 30 Pesos. Se trata de 30 años”. Pablo Abufom, bienvenido a Democracy Now!

AMY GOODMAN: Pablo, explique está pasando ahora mismo, no solo en Santiago, sino en todo Chile.

PABLO ABUFON: En este momento mucha gente en Santiago, cientos de miles de personas, sigue saliendo a las calles. Ayer tuvimos una nueva manifestación luego de un cambio de gabinete por parte del Gobierno y eso no significó que la gente volviera a sus casas. Lo que vemos es que hay una manifestación de un profundo descontento, pero que no es solamente una cuestión psicológica o mental de las personas o una experiencia interna, es una crisis social, política, económica y ecológica que se vive en Chile en este momento, luego de una protesta en contra del aumento del pasaje del transporte público en Santiago, en la capital de Chile. Eso fue respondido por parte del Gobierno con la declaración del estado de emergencia y el poner a los militares en la calle, lo que resultó en manifestaciones masivas no solo en Santiago, sino también en el resto de Chile.

Y lo que pareciera que se abrió en ese momento es la evidencia de una crisis muy profunda, que no tiene que ver solamente con el aumento del transporte o con el costo de la vida o con los bajos salarios o con las bajas pensiones o con el sistema de salud, sino con el régimen en su conjunto, con las condiciones estructurales en las que se vive y se trabaja en Chile. Y entonces la respuesta de las personas en todo Chile ha sido salir a las calles, ocupar el espacio público y también responder a esa agresión por parte de las Fuerzas Armadas y de la policía antidisturbios. Eso ha incluido violaciones claras a los derechos humanos que han sido denunciadas nacional e internacionalmente ante el Instituto de Derechos Humanos, ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que va a enviar una comisión, un comité investigador a Chile. Y ha resultado en miles de personas detenidas y arrestadas, cientos de personas que han perdido su visión por disparos por parte de la policía y más de 350 niños y adolescentes que han sido atacados y agredidos y sus derechos humanos han sido abusados por las Fuerzas Armadas. Ese es el alcance de la situación que tenemos acá.

Pareciera que las soluciones no vienen de parte de lo que ha planteado el Gobierno porque, a cada paso, cuando ellos deciden congelar el alza del pasaje, la gente sigue en la calle; cuando ellos llaman a un nuevo acuerdo nacional con el “establishment” político, la gente sigue en la calle manifestándose; hacen un cambio de gabinete y esto no resulta. Entonces lo que vemos es que se abre la evidencia de una crisis profunda estructural del neoliberalismo en Chile y de la forma del Estado capitalista en este país.

JUAN GONZÁLEZ: Bueno. Pablo, en los tiempos de la dictadura de Pinochet, Chile se convirtió en un laboratorio del nuevo liberalismo de la escuela de Chicago para privatizar todos los servicios del Gobierno. ¿Nos puede hablar un poco de cómo eso se ha desarrollado en términos concretos para el pueblo de Chile?

PABLO ABUFON: El efecto que ha tenido eso ha sido un empobrecimiento sistemático de las condiciones de vida, y en algunos casos el acceso al consumo ha aumentado por vía de la deuda, pero eso ha significado que más del 60 % de la población tenga deudas gigantescas. Y por lo tanto el, así llamado, “milagro chileno” se ha construido sobre la base del endeudamiento y, además, de la desarticulación de la sociedad civil y de sus organizaciones. No podemos olvidar que durante la dictadura, mediante un plan laboral impulsado por el régimen, se destruyeron las organizaciones sindicales y además el mercado laboral se transformó brutalmente. Muchas mujeres, por ejemplo, se sumaron al mercado de trabajo, pero de una manera subordinada, en trabajos informales mal pagados o, por supuesto, siendo devueltas a los espacios de trabajo doméstico no remunerado.

Sumando a eso un sistema de pensiones que hace que los trabajadores retirados no puedan recibir suficiente para poder seguir viviendo, y eso repercute profundamente en sus condiciones de vida: no tienen suficientes pensiones para poder pagar el alquiler, no tienen suficientes pensiones para pagar sus medicamentos y eso, además, repercute no sólo en ellos directamente, sino también en las personas, que en la mayoría son mujeres, que tienen que cuidarlos cuando están en situaciones difíciles de salud. Por lo tanto, un sistema de salud de pensiones malo repercute directamente en la vida de las mujeres trabajadoras chilenas.

Por otro lado, en términos de la educación privatizada, eso ha significado que el sistema público de educación que está dirigido a los sectores populares de Chile, a los sectores de la clase trabajadora, tiene una educación que es mala en términos de infraestructura y también en términos de los contenidos, y todo el financiamiento público ha ido a la educación privada, tanto en liceos, en secundarias, como en educación superior. Eso redunda y ha sido profundizado por los Gobiernos democráticos posteriores. No es algo que solamente ocurrió en la dictadura, sino que es algo que se ha seguido haciendo a lo largo de los Gobiernos posteriores, y eso es lo que se viene sintiendo hoy día. Entonces, cuando surge la consigna, el eslogan “no es sobre 30 pesos”, el aumento del pasaje, “sino sobre 30 años”, uno podría incluso decir que no es sólo sobre 30 años, los últimos de los regímenes democráticos, es sobre 46 años desde el golpe de 1973, pero incluso es más largo, porque la vida de los chilenos y chilenas y también de los migrantes, que hoy día son una parte significativa de nuestra sociedad, no solamente vive así desde la dictadura o desde el retorno a esta democracia neoliberal que tenemos.

JUAN GONZÁLEZ: En otras palabras, hasta donde los tiempos de Michelle Bachelet como presidenta, que pasó dos términos como presidenta, no hubo un cambio cualitativo en términos de parar alguno de esos esfuerzos de privatización.

PABLO ABUFON: El compromiso que han tenido los Gobiernos llamados democráticos posteriores a la dictadura ha sido con el sistema de libre mercado, muy profundamente, y también con la forma neoliberal de entender tanto el Gobierno como la sociedad. Por lo tanto, lo que han hecho han sido algunos reordenamientos que permitan hacer más aceptable el régimen. Eso es lo que podemos ver hoy día. Estas movilizaciones masivas, que incluyen niveles de enfrentamiento con las fuerzas represivas tan álgidos, tan fuertes, lo que nos muestran es una población que está muy descontenta, experimentando una crisis y que no ve que las soluciones que han habido han sido suficientes. Por ejemplo, en el sistema de pensiones, en vez de transformar un sistema privado de ahorro individual que obliga a las personas a arreglárselas por su propia cuenta, con el bajo salario que tienen o el trabajo irregular y precario, lo que hace es complementar ese sistema con fondos públicos y, por lo tanto, sigue desfinanciando el sistema público con el dinero de todos los impuestos de los trabajadores y las trabajadoras para financiar a las empresas. Eso se hace evidente y no está de manera explícita en las calles de manera masiva.

Lo que vemos es que la gente que se manifiesta, que se moviliza, que marcha hoy día, ayer, antes de ayer y todos estos días, lo que están planteando es muy sencillo, es que quieren un cambio de régimen y eso significa que salga el presidente, que haya un cambio de Gobierno y no solo eso, sino que haya un cambio estructural. Uno de las elementos que han salido muy presentes, además de un buen sistema, de pensiones de salud, un cambio de como están privatizados los recursos naturales, un fin a la violencia contra las mujeres y la comunidad LGBTQ en Chile, es una Asamblea Constituyente que permita desde las mismas bases de la sociedad hacer un cambio, porque los cambios que parece que está presentando el Gobierno no dan la respuesta. Y ahí la frase que el mismo Presidente Piñera lanzó el fin de semana cuando dijo: “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, parece que tiene algo de razón, porque se están enfrentando efectivamente a un grupo muy poderoso de la sociedad, que son los trabajadores y las trabajadoras, tanto chilenas como migrantes, que hoy día salen a las calles a decir “no más” a este régimen tanto pinochetista como de la posdictadura.

AMY GOODMAN: ¿Podría hablar sobre la importancia de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, quien sobrevivió a la tortura bajo el régimen de Pinochet, quien fue encarcelada junto a su madre, cuyo padre murió en prisión, y ahora es la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU y va a regresar a Chile para investigar la situación de los derechos humanos y los abusos sufridos por los manifestantes? ¿Cuál es la importancia de esto?

PABLO ABUFON: Nosotros sabemos que va a tomar un tiempo conocer la verdad sobre todas estas situaciones de abusos de derechos humanos. Por lo tanto, esperamos que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas efectivamente pueda hacer su trabajo. La expresidenta Bachelet efectivamente representa una figura muy significativa para la política chilena por lo que por lo que tú mencionas, ella representa una generación de chilenos y chilenas que formaron parte de la resistencia contra la dictadura, pero también que encarnaron, a lo largo de la posdictadura, en el retorno a la democracia, una transición que nunca realmente fue una transición a algo distinto, sino que fue más bien un régimen de continuidad.

Por lo tanto, sin duda que hay un reconocimiento a esa experiencia del pasado y hoy día lo que hemos vivido en Chile es una reapertura de esa herida profunda, de ese trauma, de la presencia de los militares y de la violación de derechos humanos. Pero lo que vemos es que estos Gobiernos, más allá de las personas, más allá de las figuras, lo que vemos es que estos Gobiernos no han respondido a esas necesidades populares y sin duda no han sido capaces de resolver esta crisis que se viene acumulando por más de 30 años.

JUAN GONZÁLEZ: Quiero dar las gracias a Pablo Abufom, miembro del movimiento Solidaridad, una organización anticapitalista y feminista de Chile. Él es también activista integrante de No Más AFP, una organización que busca reformar las privatizaciones que se llevaron a cabo durante el tiempo de Pinochet en Chile.

AMY GOODMAN: Si quieren ver nuestra entrevista en inglés o el resto de nuestra cobertura sobre chile visite democracynow.org. Soy Amy Goodman con Juan Gonzalez, gracias por acompañarnos.

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