«El modus operandi de esta maquinaria sigue un patrón reconocible: think tanks producen informes con lenguaje alarmista («El Tren de Aragua es la nueva MS-13»); medios locales financiados por las mismas ONG los difunden y ganan premios de fundaciones afines; grandes medios internacionales retoman los contenidos sin verificación independiente; y finalmente, funcionarios estadounidenses los usan para justificar medidas políticas.
Un ejemplo concreto ocurrió en octubre de 2023, cuando InSight Crime afirmó que el Tren de Aragua «controlaba el tráfico de migrantes en la frontera sur de EE.UU.». Días después, senadores republicanos usaron el informe para pedir sanciones adicionales contra Venezuela. La conexión entre producción mediática y acción política es directa: basta reconocer el mecanismo para ver su relación causal.»
El Tren de Aragua: la banda venezolana extinta convertida en arma narrativa internacional