LULA
(*Palabras de Luiz Inácio Lula da Silva al entregarse a las fuerzas represoras del golpismo en Brasil, quiénes lo encarcelan para evitar que vuelva a derrotarlos, a aplastarlos en las urnas. Un nuevo acto de cobardía de la mediocre y corrupta derecha latinoamericana.)
«Yo soñé que era posible gobernar incluyendo a millones de pobres, que un metalúrgico sin título llevara a los negros a la universidad. Cometí el crimen de poner pobres en las universidades, pobres comiendo carne y viajando en avión. Por ese crimen me acusan. Yo soñé, si ese es mi crimen, seguiré siendo un criminal. Me voy a presentar ante el comisario con la cabeza erguida y la historia va a mostrar que los que cometieron un crimen fueron los que me acusaron. No los perdono por haber enviado a la sociedad la idea de que soy un ladrón.
Yo no estoy por encima de la justicia, si no, no habría fundado un partido político, habría propuesto una revolución.
El fiscal dice que no tiene pruebas, pero tiene convicciones. Que guarde sus convicciones para sus cómplices. Lo que no se dan cuenta es que, cuanto más me atacan, más crece mi relación con el pueblo brasileño.
El golpe no terminó con Dilma. El golpe sólo terminará cuando ellos consigan que yo no pueda ser candidato. Su sueño es la foto de Lula preso. Van a tener un orgasmo múltiple con mi foto preso.
Voy a acatar la orden para transferir la responsabilidad, porque ellos no saben que el problema de ese país no es Lula, sino la conciencia del pueblo. No alcanza impedir que yo camine el país, porque hay muchos para caminar. Voy a cumplir la orden de prisión. Y todos ustedes van a ser Lula y van a caminar por este país. Yo ya no soy un ser humano, soy una idea. Todos vamos a llamarnos Lula. Ellos tienen que saber que la muerte de un combatiente no para la revolución.
Me dicen que vaya a la embajada de Bolivia, de Uruguay. No tengo edad para eso. Los voy a enfrentar mirándolos a los ojos. Cuanto más días de tengan preso, más Lulas van a nacer en este país. Voy a salir de esto mayor, más fuerte, más verdadero. No tengo cómo pagar la gratitud, el cariño y el respeto que ustedes me dieron.
Los poderosos podrán matar una, dos, cien rosas, pero jamás van a impedir la llegada de la primavera. No van a decir que yo estoy prófugo o escondido. No les tengo miedo. Hagan lo que quieran. Yo voy a probar mi inocencia”.
– Lula da Silva.