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Luis Sepúlveda, solidario con las mejores causas

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Hernan Montecinos

No sé, puedo equivocarme. Si fuera así, por favor que me lo aclaren

Luis Sepúlveda, en mi opinión, es el único literato actual, y de antes, que hizo de su militancia revolucionaria una praxis, no sólo en sus escritos, sino en su forma de vida y solidaridad con las mejores causas de su pueblo, de todos los pueblos..

Hay muchos otros, por cierto, que el mundo revolucionario y de la izuierda agradecen su compromiso por nuestras causas, por nombrar a algunos: Albert Camus, Julio Cortázar, Isabel Allende y hasta el mismo compromiso militante de Neruda, entre otros. Sin embargo, distingo en estos úlismos un sesgo, es decir un compromiso más intelectual, no esa praxis en el día a día, que inequívocamente nos demostró Sepúlveda.

Los hay otros, por cierto, que son intelectuales del revés, que lamentablemete constituyen una unmensa mayoría, Intelectuales del revés tal como los definiera Mariátegui:

«Repudian a la burguesía, pero no se deciden a marchar al lado del prletariado. En el fondo de sus actitudes se agitan desesperados egocentrismos. Los intelectuales querrían sustituir al marxismo, demasiado técnico para unos, demasiado materialista para otros, por una teoría propia. Un literato, más o menos ausente de la historia, más o menos extraño a la Revolución, se imagina suficientemente inspirado para suministrar a la masa una nueva concepción de la sociedad y la política. Como las masas, no le abren inmediatamente un crédito bastante largo, el literato se disgusta del socialismo y del proletariado, de una doctrina y una clase que apenas conoce y a la que se acerca con todos los prejuicios de Universidad. Es absurdo mirar en ellos otra cosa que un humor reaccionario del que no cabe esperar ningún concurso al esclarecimiento de los problemas de la inteligencia y la Revolución. De tales, sólo puede esperarse el máximo uso del malabarismo intelectual para confundir y fugar de su pecado de juventud o de entusiasmo, y finalmente, como excusa, aposentarse en las rollizas ubres de la libertad de la cultura»

En Chile los hay muchos de estos últimos, asolapadamente conversos, pienso en los casos de Oscar Guillermo Garretón, Ernesto Ottone, Enrique Correa, Roberto Ampuero, etc. ¿Se acuerdan de los discursos de ´étos en la época de Salvador Allende comparados con los de ahora?. Precisamente a estos ultimos a los que se refiere Mariátegui.

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