Obituario: Lynn Walsh, una importante contribución al trotskismo
Clare Doyle, Partido Socialista de Inglaterra y Gales
Imagen: Lynn Walsh hablando en un evento de fin de semana sobre ideas marxistas, organizado por el Partido Socialista (CIT), en el centro de Londres.
Lynn Walsh murió el 15 de noviembre a los setenta y nueve años. Nacido y criado en el sur de Inglaterra, comenzó a estudiar en la Universidad de Sussex en 1964. Lynn pronto se unió a nuestro pequeño pero creciente grupo de marxistas revolucionarios, dentro del Partido Laborista de Brighton, en su sección juvenil y en el Club Socialista de la Universidad. Nuestro periódico, Militant, se lanzó en octubre de ese año, justo antes de que se eligiera un gobierno laborista bajo Harold Wilson.
Lynn mostró un gran entusiasmo por nuestras ideas y las de los grandes maestros: Marx, Engels, Lenin y Trotsky. Tenía un talento considerable en términos de escritura, oratoria y debate. Esto se demostró desde el principio cuando, a través de la Universidad de Sussex, fue elegido para la dirección nacional de la Federación de Estudiantes Socialistas Revolucionarios, una organización que había crecido rápidamente bajo el impacto de los acontecimientos revolucionarios de mayo de 1968 en Francia. La existencia de la Federación de Estudiantes Socialistas Revolucionarios duró poco, pero al principio fue considerable y, como recuerda Bob Labi, Lynn jugó un papel destacado defendiendo nuestras opiniones y se inició en la política en lo que a veces eran debates políticos feroces.
Después de dejar Sussex, Lynn pasó un tiempo en Londres, desarrollando el trabajo de nuestra creciente organización. A principios de los años 70 se mudó a Manchester para trabajar como uno de los primeros trabajadores a tiempo completo de Militant en la región. Además de informar sobre huelgas y luchas locales, Lynn contribuyó con importantes artículos a nuestra revista teórica sobre cuestiones nacionales, internacionales e históricas.
Cuando estalló la revolución en Portugal, en 1974, Lynn fue enviado por nuestra organización recién fundada, el Comité por una Internacional de los Trabajadores, para construir allí una base para nuestras ideas (¡casi sin conocimiento del idioma del país!).
De regreso en Londres, Lynn se convirtió en un inestimable escritor y editor de las publicaciones de Militant. También participó en importantes batallas legales, trabajando en estrecha colaboración con su amigo y abogado, Mike Fisher. Entre ellas se encontraba la Campaña Laborista en Defensa de Brixton, creada en respuesta a los “disturbios” de 1981, y más tarde varias otras, como la batalla victoriosa contra el intento de los entonces líderes derechistas de Unison de cazar brujas a cuatro miembros del Partido Socialista (CWI Inglaterra y Gales). Lynn vivía con su pareja Vivien Seal y su hijo Daniel en lo alto de Brixton Hill, en una casa que se utilizaba a menudo para reuniones de camaradas locales de Militant.
Junto con los otros cuatro miembros del Consejo Editorial de Militant –Peter Taaffe, Keith Dickinson, Ted Grant y yo– Lynn fue “llevado a juicio” por el líder laborista Neil Kinnock y el Comité Ejecutivo Nacional del partido. En la Conferencia del Partido Laborista de 1983 (en Brighton, por cierto), fuimos expulsados del Partido Laborista. (El año siguiente, 1984, el hijo de Lynn, Daniel, de siete años, recibió un premio de Neil Kinnock por un dibujo que había hecho sobre el Servicio de Salud. Daniel le preguntó inmediatamente por qué había expulsado a su padre del partido).
En los años 80, nuestra organización en Gran Bretaña había crecido hasta superar los 8.000 miembros y celebramos una importante manifestación en el Palacio Alexander. En ese momento, Lynn fue un importante colaborador de los principales debates que tuvimos a nivel nacional e internacional. Lynn también proporcionó consejos importantes y una base teórica marxista para nuestros camaradas estudiantes, a medida que Militant crecía en fuerza a nivel nacional en ese campo de actividad en los años 80. Tomó una posición clara durante la división del Comité por una Internacional de Trabajadores CIT a principios de los años 90 y fue el editor clave de nuestra revista teórica – Militant International Review – y luego de su sucesora, Socialism Today.
Comité por una Internacional de los Trabajadores
Cada vez más involucrado en la actividad del CIT, Lynn visitó varios países en representación del mismo, entre ellos Sudáfrica, con Tony Saunois, así como India, Sri Lanka, Pakistán y, muchas veces, los Estados Unidos. Habló en numerosos debates y reuniones en representación del CIT. Recuerdo particularmente cuando visitó la URSS en sus turbulentos días finales. Se dirigió a una reunión en la capital, Moscú, y luego a una reunión de 50 personas en Leningrado, en la misma casa de bailarina que los bolcheviques utilizaron en abril de 1917.
El nuevo período que se abrió como resultado del colapso de la Unión Soviética y otros estados estalinistas, fue testigo de amplios debates entre marxistas, en los que Lynn participó de manera destacada: sobre las relaciones globales, la economía, el carácter de clase de China, la Unión Europea, el papel de un partido revolucionario y sobre tácticas para construir el movimiento obrero. Lynn también cubrió el trabajo de la región sur del Partido Socialista durante este período.
Poco después de empezar el siglo XXI, la vida de Lynn pasó rápidamente de la alegría absoluta que sentía por su relación con Lorraine Dardis, que se había mudado a Londres desde Estados Unidos, a la tragedia que sobrevino con su enfermedad terminal y su muerte prematura. Lynn sufrió problemas de salud cada vez más graves, incluida la pérdida de la vista, y se volvió cada vez más dependiente de la ayuda generosa de sus amigos y, en particular, de sus compañeros vecinos, Roger y Elizabeth Keyse.
Durante los últimos años de Lynn, cuando volvió a Brighton, donde vivía Daniel, ya no pudo participar activamente en la política. Recibía visitas de familiares y amigos cercanos, como Nick Chaffey, de Southampton, y, en una última ocasión, en 2023, de Jagadish Chandra, de Bangalore (India).
Quienes conocimos bien a Lynn durante muchas décadas –trabajamos con él, fuimos al teatro y a conciertos con él y (muy ocasionalmente) chocamos con él– nunca olvidaremos a Lynn ni su contribución a la construcción de las fuerzas del marxismo y el trotskismo a nivel nacional e internacional. Muchos miembros nuevos de nuestro partido y del CIT que nunca conocieron a Lynn, no obstante, obtienen enormes beneficios de su material escrito.
