“El PS murió primero ideológicamente cuando abandonó los postulados y principios que le dieron vida, aceptó la Constitución de la dictadura cívico-militar, el derecho a la propiedad privada por sobre el bien común, y muchos de sus miembros connotados pasaron a ser miembros de los directorios de filiales chilenas de multinacionales, AFP e Isapres”
Patricio Guzmán S.
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.
En 1912, Luis Emilio Recabarren fundó en Iquique, el Partido Obrero Socialista. Varias otras organizaciones socialistas confluyeron en 1915 en este POS que celebró su primer Primer Congreso en Viña del Mar. En 1922 el POS cambio su nombre a Partido Comunista de Chile. El ascenso del estalinismo en la segunda mitad de los años XX provocó el quiebre del PC de Chile prácticamente en dos mitades, un sector oficialista estalinista y otro socialista revolucionario opuesto al estalinismo que adoptó el nombre de Izquierda Comunista.
El 19 de abril de 1933 fue fundado el Partido Socialista de Chile a partir de la confluencia de la Acción Revolucionaria Socialista, la Orden Socialista, el Partido Socialista Marxista y la Nueva Acción Pública. Luego, en 1935, se uniría a sus filas la Izquierda Comunista que había agrupado en Chile a partidarios de la Oposición de Izquierda Internacional.
Este Partido Socialista con un ethos revolucionario, con corrientes distintas y amplia discusión democrática en su seno, el Partido de Salvador Allende, ha desaparecido, pero la aspiración de transformación revolucionaria de la sociedad chilena sigue plenamente vigente como demostró el maravilloso levantamiento social de octubre de 2019.
El PS actual es un «Hombre Muerto Caminando»
El PS murió primero ideológicamente cuando abandonó los postulados y principios que le dieron vida, aceptó la Constitución de la dictadura cívico-militar, el derecho a la propiedad privada por sobre el bien común, y muchos de sus miembros connotados pasaron a ser miembros de los directorios de filiales chilenas de multinacionales, AFP e Isapres. Un partido que con orgullo proclamó en su himno su compromiso “contra el pulpo imperialista” impulsó y votó a favor en el Congreso, el TLC con Estados Unidos, se alineo con la agresión imperialista contra Venezuela y era partidario del TPP, todo lo cual hipoteca nuestra soberanía nacional, y da la espalda a la integración de América Latina.
Ahora estamos frente a la noticia pública de la muerte ética del partido de Salvador Allende.
El fallecimiento se produjo hace años, pero la noticia ha tardado en ser recepcionada. Las revelaciones sobre el cuantioso patrimonio del PS que llegaría a 25 mil millones de pesos, invertido en la bolsa a través del banco BCI del grupo Yarur, en empresas como Soquimich, Pampa Calichera y Concesionarias de Autopistas, eléctricas, sanitarias, son un nuevo escándalo de corrupción ética que se suma al desprestigio de los políticos chilenos.
Soquimich es la principal minera no metálica del país, está involucrada como su controlador Julio Ponce Lerou, en la corrupción y el financiamiento ilegal de la política.
Julio Ponce Lerou ex yerno de Augusto Pinochet se hizo con esta empresa antes estatal durante la dictadura, a partir de su puesto en CORFO. Pampa Calichera, es parte de las empresas cascadas utilizadas por Ponce Lerou para controlar Soquimich, en perjuicio de los accionistas minoritarios.
Las empresas Concesionarias de Autopistas, eléctricas, sanitarias, dependen en la fijación de tarifas y contratos del Estado de la autoridad política. Mucho de los abusos permitidos por los gobiernos, y la permisividad del congreso con los negociados se entiende a la luz de inversiones con conflicto de intereses como estas.
El Banco BCI también parte del financiamiento ilegal de la política, especialmente de la UDI, es conocido por ser la institución financiera más pinochetista y anti sindical, que el PS actual lo hubiera elegido como vehículo para sus inversiones en bolsa retrata la profundidad de su debacle moral.
El escándalo denunciado por los medios se remonta al menos a 2004, desde entonces todos los presidentes del PS han estado al tanto que el partido se transformó abiertamente en corporación empresarial. Ellos son Gonzalo Martner Fanta (2003-2005), Ricardo Núñez Muñoz (2005-2006), Camilo Escalona Medina (2006-2010), Fulvio Rossi Ciocca (2010), Osvaldo Andrade Lara (2010-2015), Isabel Allende Bussi (2015-2017), Álvaro Elizalde Soto (desde 2017)
La descomposición moral, ideologica, cuando el PS se pasó abiertamente a respaldar la profundización del capitalismo neoliberal heredado de la dictadura cívico militar en Chile, abrió camino a la descomposición material con la incursión de sus líderes en el mundo de los negocios, del lobby empresarial, del cohecho de las grandes empresas, hasta la conversión del partido en aparato de especulación financiera, con abierto conflicto de intereses.
Este fue el anuncio público de una muerte que ya se había producido. Un Partido de masas de trabajadores, lleno de mártires en el golpe de Estado y en la lucha contra la dictadura cívico militar, tras el fin de la dictadura cívico-militar se vació de militantes y de contenido de izquierda. Que triste fin para un partido que nació con un programa de lucha anti imperialista, de integración latinoamericana, y más tarde en los años 90 promovió la firma del TLC con Estados Unidos, y de las propuestas de transformaciones socialistas y revolucionarias para la sociedad chilena, pasó a la defensa de las AFP, del CAE y del derecho de propiedad.
Fue un miembro del liderazgo del actual PS, José Miguel Insulza entonces ministro de Relaciones Exteriores y ahora senador, quien trabajó con ahínco para conseguir la liberación del ex dictador Augusto Pinochet detenido en Londres entre el 16 de octubre de 1998 y el 2 de marzo de 2000, hasta conseguir la liberación y retorno a Chile del general.
El aparato convertido en un centro de favores clientelistas, vehículo para carreristas y negociados, acusado de vínculos con bandas narco traficantes seguirá viviendo y agonizando lentamente, especialmente en ausencia de una nueva representación política de masas trabajadoras, pero el partido como representante, organizador y mediador de las aspiraciones de la clase trabajadora ya no existe. Requiescant in Pace PS.
EL PS chileno ha muerto, pero el Socialismo chileno vive, que viva el Partido de los Trabajadores Socialistas que construiremos.
(*) Una versión más corta de este artículo fue publicado originalmente en mayo de 2017
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