por Celso Calfullan
Este 2025 de nuevo tenemos elecciones en Chile, hay que elegir de nuevo al presidente o la presidenta del país y también elegir a los diputados y la mitad de los senadores. ¿Estas elecciones cada cuatro años nos convierten realmente en un país “democrático” como nos machacan permanente desde los medios de comunicación?
Tenemos que decir que difícilmente puede existir democracia en un país donde más del 50% de los ciudadanos que saben leer no entienden lo que leen ¿Si no entienden lo que leen como pueden tomar decisiones bien informados? Votar informado es un supuesto pilar básico de cualquier democracia liberal capitalista.
Además hay que decir que difícilmente puede existir democracia en un país donde el 100% de los grandes medios de comunicación están en manos de un solo sector de la población, básicamente están en manos de la derecha y los grandes empresarios que son parte de la misma tendencia política. Medios de comunicación desde los cuales pueden mentir a destajo, basta recordar lo que paso en el plebiscito del apruebo y el rechazo, donde le hicieron creer a la gente que si votaban por el rechazo les quitarían la casa, una mentira de proporciones bíblicas, que una mentira como esta surtiera efecto en muchos ciudadanos nos demuestra que tenemos una población muy propensa a las estafas a los engaños, en otras palabras podemos decir que la democracia en Chile es muy parecida a una estafa piramidal.
Por otro lado también debemos tener claro que no puede haber democracia en un país que se rige por una constitución que fue impuesta a sangre y fuego bajo una dictadura, no podemos olvidar que a la actual constitución todavía le chorrea la sangre de miles de trabajadores chilenos que lucharon por tener un país más justo y solidario.
La democracia en Chile es una farsa, la rompieron los golpistas de derecha y desde hace más de 50 años no se ha podido restaurar, a los niveles mínimos que existían antes del 11 de septiembre de 1973. En Chile al igual que en la mayoría de los países capitalistas los que deciden todo son los grandes grupos económicos neoliberales, tanto nacionales como extranjeros. En Chile realmente no existe democracia, lo que tenemos es una dictadura del capital, una dictadura de los empresarios más ricos, la dictadura del 1% más rico de la sociedad que imponen sus reglas del juego.
Para que realmente exista democracia necesitamos levantar una alternativa de los trabajadores distinta al capitalismo neoliberal imperante, que defienden tanto los que se definen como de “oposición” o de “gobierno”, calcado del sistema que impera en Estados Unidos, donde supuestamente existen dos alternativas, Demócratas y Republicanos, pero está claro que ambas supuestas alternativas defienden exactamente los mismos intereses de la elite más poderosa de ese país, algo que también sucede en Chile.
Lo que necesitamos es una democracia obrera, una democracia de los trabajadores, una democracia donde tengan real participación las grandes mayorías de la sociedad y no solo de un pequeño grupo de capitalistas oligarcas.
Celso Calfullan.
La democracia como elixir para todos los males, no existe. En ese caso estaríamos hablando de una formula única invariable exacta que la podemos aplicar en cualquier parte. Lo que en realidad existe son muchas formas de democracia. Aquí en Chile cada gobierno aplica la suya. Sin embargo, desde los 90s hasta hoy, independiente del gobierno de turno, todas las democracias han sido neoliberales, mayordomo del capital. Esta ama de llaves, no solo le cuida los intereses al gran empresariado, sino que educa a la población en su «máxima»: cualquier cosa es mejor que el comunismo. Tengamos las crisis que tengamos, haya el desempleo que haya, muera quien muera. En este caso estaríamos hablando de un arma de doble filo, con uno corta la torta para los ricos, y con el otro corta el cogote de los pobres