Marco Gonzalez.
Es importante tener presente que esta huelga representa un decidido esfuerzo de la clase trabajadora del cobre, de lucha social, de enfrentar el interés desmovilizador y de precarización de la patronal, que siempre usa la herramienta de deslegitimación de las movilizaciones de trabajadores, con énfasis en debilidades propias de los movilizados.
En este sentido siempre presentan las demandas de los sectores en conflicto, a partir de supuestos grandes beneficios de este u otro sector en lucha.
Frente a esta estrategia debemos siempre tener claro que la unidad de los trabajadores hoy se impone como imperativa para profundizar todas las luchas obreras contra el modelo de hambre e ilusiones vanas que mantiene la clase empresarial y política en Chile.
Los administradores de este modelo, se coluden entre ellos para tratar de mantener a raya las conquistas sociales de los trabajadores, y evitar que con ello se les genere un cuestionamiento a su régimen de lucro y especulación.
Ya claramente la empresa australiana dueña de los yacimientos de Escondida, se apura a ganar ventajas del movimiento, en las bolsas del capital financiero mundial, Nueva York y Londres, mientras los especuladores lacayos del régimen chileno, se apuran en tomar nota ara aprovechar la lección.
Los vende patria y sus socios del neoliberalismo especulativo, juegan con el destino de miles de familias de trabajadores, en el casino financiero mundial, mientras se explotan nuestras riquezas sin que nuestro país y las familias de todos los trabajadores se vean beneficiados con estos recursos y su explotación.
Solo la unidad de los trabajadores podrá revertir estas criminales políticas de una economía de explotación despiadada y usurera.
Por ello debemos siempre estar bajo la mirada de solidaridad con todo movimiento de lucha de los trabajadores, como el de Escondida, que representa en este momento una profunda incisión en la coraza del régimen neoliberal chileno.
