ASIER VERA Ciudad de Guatemala-2 ABR. 2018 09:54
La muerte fue más rápida que la Justicia en Guatemala. A los 91 años, el dictador y Presidente de este país centroamericano entre marzo de 1982 y agosto de 1983, Efraín Ríos Montt, falleció este domingo a las 06.00 horas (14.00 en España) a causa de un infarto en su domicilio, situado en una zona exclusiva de la capital de Guatemala.
Con su deceso, quien fuera también jefe del Estado Mayor, muere inocente, ya que se pone fin al proceso reanudado en 2017, en el que se le estaba juzgando por los delitos de genocidio y lesa humanidad, si bien debido a que padecía demencia senil, ya no acudía al Juzgado de Mayor Riesgo, sino que únicamente asistían sus abogados a las audiencias que se celebraban a puerta cerrada.
Ríos Montt ya fue condenado el 10 de mayo de 2013 a 80 años de prisión por los delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad y previamente, había estado arrestado en su domicilio.
Ese día, la entonces jueza del Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, Jazmín Barrios, no pudo evitar las lágrimas mientras leía la sentencia contra el dictador por el asesinato durante su mandato de 1.771 mayas ixiles en el marco de su «política de tierra arrasada», que consistió en aniquilar a miles de indígenas a quienes acusaba de colaborar con la guerrilla que se había levantado en armas contra el Gobierno en una cruenta guerra civil, que se inició en 1960 y que concluyó en 1996 con la firma de los acuerdos de paz.
Sin embargo, el proceso fue anulado diez días después por la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, tras una maniobra del abogado de Ríos Montt, Francisco García, quien había recusado a la jueza, por lo que se tuvo que repetir todo el proceso judicial en su contra. Sin embargo, el dictador nunca más acudiría a un juzgado, ya que en 2016 fue declarado incapaz mentalmente de enfrentar un proceso judicial por genocidio, teniendo en cuenta que tenía que ser juzgado por otra masacre conocida como ‘Las Dos Erres’, cometida en 1982.
En esa ocasión se produjo una matanza de 201 indígenas y campesinos, entre ellos 67 menores, en el departamento norteño de Petén, por la cual ya fueron condenados en 2011 cuatro ex kaibiles (fuerzas de élite) a 6.060 años de prisión, acusados de asesinar y lanzar a todos los pobladores a un pozo.
La Zona Militar 21 de Cobán, Alta Verapaz, denominado hoy Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (Creompaz) es solo un vestigio de las atrocidades que se cometieron durante el mandato de Ríos Montt, quien estaba acusado de idear varios planes, denominados ‘Victoria 82’, ‘Firmeza 83’ y ‘Sofía’, para exterminar a la población indígena.
En este lugar, el Ministerio Público y la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) descubrieron en 2012 un total de 565 osamentas en 85 fosas comunes.
Entre ellas, se encontraban los cuerpos de los 80 hombres de la etnia maya Poqomchí, que el 2 de junio de 1982 fueron sacados de sus casas en la aldea de Pambach, en Santa Cruz Verapaz, por los soldados del Ejército de Guatemala, comandados por Ríos Montt y, posteriormente, fueron ejecutados extrajudicialmente en una iglesia.Durante el periodo que Ríos Montt gobernó con puño de hierro el país centroamericano, también se cometieron otras atrocidades contra mujeres indígenas.
Precisamente, en febrero de 2016, fueron condenados a 120 años de cárcel el teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y a 240 años el ex comisionado militar Heriberto Valdez Asig, por el delito contra los deberes de humanidad por la violación sexual y trato humillante y servidumbre doméstica a la que sometieron a 15 mujeres indígenas de la etnia Q’eqchi entre 1982 y 1983 en un destacamento militar instalado en Sepur Zarco, entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal.
«Conciencia limpia»
Ese día la jueza llegó a decir que las víctimas fueron tratadas «peor que animales», ya que las mujeres, cuyos maridos fueron asesinados por los soldados, no solo fueron obligadas a mantener relaciones sexuales con los militares bajo amenaza de muerte, sino que también «las obligaron a lavarles la ropa y a hacerles la comida sin percibir por ello ningún pago».
Pese a estos crímenes cometidos por los militares que estaban bajo su mando y que era un ‘modus operandi’ durante la dictadura del hoy fallecido, Ríos Montt, quien siempre se declaró inocente, permaneció libre durante todos estos años sin ser condenado.
El abogado de la familia, Luis Rosales, llegó a decir este domingo que el ex Presidente de Guatemala falleció «en paz, con su conciencia sana, limpia y rodeado de mucho amor». Además, agregó que sus allegados y amigos mantienen la convicción de que «en este país nunca hubo genocidio y fue inocente de lo que se le acusa».
En similares términos se ha expresado una de las amigas del general, Marroquín Palomo, quien ha dicho que es «muy representativo» que Ríos Montt haya fallecido el mismo día en el que según la religión cristiana, resucitó Jesús. «Al igual que Cristo, que lo acusaron sin fundamentos, él padeció también durante todos estos años una traición de algunos del pueblo guatemalteco mientras que otros lo reconocimos en silencio», ha concluido.
A lo largo de su vida, Ríos Montt, nacido el 16 de junio de 1926, llegó a ser Embajador de Guatemala en España entre 1974 y 1977, al tiempo que presidió el Congreso entre enero de 2000 y 2004. Tiempo después, fue diputado entre 2008 y 2012 con el partido Frente Republicano Guatemalteco, del que también formó parte su hija, Zury Ríos, quien ha cobrado protagonismo en los últimos años por ser una ferviente defensora de retomar la pena de muerte en Guatemala.
El hoy fallecido pasó de ser alguien que se dedicaba a dar sermones cristianos evangélicos en una escuela a convertirse en un dictador después de que varios soldados irrumpieran en su clase para pedirle que diera un golpe de Estado en 1982 contra el entonces Presidente guatemalteco Romeo Lucas García. Con este mismo método sería derrocado el 8 de agosto de 1983 a través de un golpe de Estado ejecutado por su propio Ministro de Defensa, Óscar Humberto Mejía Víctores, quien en 1985 convocó las elecciones que entregaron la Presidencia de Guatemala al año siguiente a Marco Vinicio Cerezo iniciándose así la era democrática en el país centroamericano.
http://www.elmundo.es/internac
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1 abr. 2018
Muere en Guatemala el dictador más sangriento de su Historia: Ríos Montt.
La organización H.I.J.O.S. Guatemala convoco hoy al parque central para recordar a las víctimas del genocidio luego que por la mañana se filtro la información de la muerte de unos de los dictadores más sangrientos de Latinoamericana: Ríos Montt, sentenciado en un tribunal guatemalteco por Genocidio en contra del pueblo maya Ixil en le 2013.
Fueron colocadas fotos de cientos de detenidos desaparecidos, masacrados y asesinados durante la guerra de Guatemala
También se colocaron fotos de actividades que a lo largo de la historia reciente diversas organizaciones han desarrollado para impulsar la justicia y esclarecimiento de los hechos ocurridos en una de las guerras más invisibilizadas y sangrienta de latinoamerica.
En Mayo del 2013, Ríos Montt fue declarado culpable de Genocidio y delitos de lesa humanidad contra el pueblo maya Ixil, se documentaron en el juicio la muerte de por lo menos 1,771 indígenas en la política de tierra arrasada que identifico a este pueblo como enemigo interno. 10 días después de la histórica sentencia en un tribunal guatemalteco y por presiones de las elites económicas acusadas de apoyar al dictador la Corte de Constitucionalidad ordenó un nuevo juicio.
Sobre el dictador no se supo cuando murió, fue velado en su casa, en silencio y en medio del juicio por genocidio que la Corte de Constitucionalidad había ordenado repetir.
Para los presentes hoy en la plaza la condena por genocidio dictaminada por un tribunal de alto impacto el 10 de mayo del 2013, sigue vigente y la muerte de este criminal no lo absuelve ni lo perdona.
http://cpr-urbana.blogspot.cl/
VIDEO: https://youtu.be/vYrnzJ
Muere impune el exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt
El general, de 91 años, fue considerado como uno de los militares más sanguinarios de América Latina
JOSÉ ELÍAS- Guatemala 2 ABR 2018 – 12:24 CEST
El exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt. AFP | EFE
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El exdictador José Efraín Ríos Montt, uno de los militares más sanguinarios de América Latina y quien dirigiera con mano de hierro los destinos de Guatemala entre el 23 de marzo de 1982 y el 8 de agosto de 1983, ha muerto este domingo en la Ciudad de Guatemala, a los 91 años.
Según confirmaron personas allegadas a Ríos Montt, falleció a primera hora de la mañana de este domingo por un paro cardiaco. Su salud se había deteriorado en los últimos meses. Ya en julio de 2015 fue declarado «mentalmente incapaz» para enfrentar un nuevo juicio en su contra, al que quedó sujeto tras la anulación del proceso en el que fuera condenado a 80 años de prisión por genocidio y otros crímenes de lesa humanidad, en mayo de 2013.
«(Ríos Montt) presenta un cuadro de deterioro que le impide rendir adecuadamente desde el punto de vista de pensamiento y juicio (…) No se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales…» reza el informe médico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif, dependiente de la Fiscalía).
Tahúr de la política, el viejo militar, que guste o no manejó a su sabor y antojo los destinos de Guatemala durante la etapa final del siglo XX y la primera década del siglo XXI, murió sin conocer la cárcel, pese a haber sido condenado en mayo de 2013. No pudo evitar, eso sí, saberse condenado por la historia y tener que soportar, a lo largo del proceso, los testimonios dedecenas de sobrevivientes del conflicto, quienes durante el juicio pusieron ante los ojos del mundo las atrocidades cometidas por el Ejército durante la guerra civil que ensangrentó Guatemala entre 1960 y 1996, y que alcanzó sus más altas cotas de salvajismo durante el Gobierno riosmonttista.
Desde su calabozo en un cuartel militar, donde tras su condena permaneció dos noches, Ríos maniobró con habilidad extrema para que el Constitucional, en un dictamen sin ninguna legitimidad por razones de competencia, anulara la condena y ordenara repetir el juicio. En la actualidad, y sin la presencia de Ríos, un tribunal de alto impacto conocía nuevamente el caso.
El sátrapa se benefició de todas las garantías procesales propias del Estado de derecho, que él negó a sus víctimas. Durante su Gobierno, 15 personas fueron fusiladas tras ser condenadas por jueces sin rostro en juicios sumarísimos. Los últimos cinco —tres civiles y dos militares de baja graduación— fueron pasados por las armas en la víspera de la visita del Juan Pablo II, la primera vez en la historia que un Papa visitaba Guatemala, lo que motivó un escándalo a nivel mundial.
Oficialmente se dijo que los ejecutados habían admitido la comisión de los delitos que se les imputaban —integrar una banda de asaltantes y violadores—, extremo que sus abogados negaron ante la prensa local, señalando que habían sido obligados a aceptar la culpa en medio de salvajes torturas.
Ríos y sus abogados encontraron en la figura de genocidio la clave para revertir la sentencia. Explicaron a los poderes fácticos que ese delito abría las puertas para que algunos empresarios, particularmente de la patronal agraria que financiaron los operativos del Ejército y pusieron a disposición de los militares sus aeronaves para apoyar las operaciones de represión, pudieran ser igualmente procesados.
De acuerdo con los informes Guatemala, Nunca Más, del malogrado obispo Juan Gerardi, y Guatemala, Memoria del Silencio, de la Comisión de Esclarecimiento Histórico patrocinada por la ONU, fue durante el mandato de Ríos Montt cuando se cometieron la mayoría de masacres de población civil desarmada.
El Informe de Esclarecimiento Histórico de la ONU eleva a 448 el número de aldeas borradas del mapa en los 17 meses de gestión riosmonttista.
Con el retorno a la democracia en 1985, Ríos aprovechó la disciplina prusiana impuesta a su grupo parlamentario para inclinar a favor de sus intereses la balanza en aquellas leyes que requieren del voto de dos terceras partes de la totalidad de escaños, extremo que le facilitó negociar exitosamente la impunidad que le permitió burlar los procesos en su contra.
Su mayor logro político fue llevar a su partido a la Presidencia de la República en el periodo comprendido entre el 14 de enero de 2000 y la misma fecha de 2004.
Como la Constitución de Guatemala prohíbe a los golpistas aspirar al poder –ocupó la jefatura del Estado tras derrocar al también general Romeo Lucas García, Ríos encontró en Alfonso Portillo al hombre que le permitió gobernar a su antojo desde la Presidencia del Legislativo.
El gobierno Portillo-Riosmonttista está considerado como uno de los más corruptos de la historia de Guatemala, solo superado por el gobierno del Partido Patriota, cuyos máximos líderes, el expresidente Otto Pérez Molina y quien fuera su vicepresidenta, Roxana Baldetti, acumulan procesos en la prisión preventiva a la que están sometidos.
Gracias a la inmunidad que le garantizó su condición de diputado, el viejo general logró evadir su enjuiciamiento.
Con su muerte, Ríos se suma a los también fallecidos generales Romeo Lucas García, presidente de Guatemala entre 1978 y 1982, y Germán Chupina Barahona, jefe de la Policía durante el mismo periodo, considerados, con Ríos, como los mayores violadores de los derechos del hombre en Guatemala.
Lucas y Chupina fueron los responsables intelectuales del asalto y quema de la Embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980.
Un documental desnuda la dictadura guatemalteca de Efraín Ríos Montt
Retrata la dictadura que asoló Guatemala durante los 80″Creo que debería haber unas disculpas del Gobierno respecto a lo que sucedió para que no vuelva a ocurrir»
ASIER VERA SANTAMARÍA-
Guatemala no quiere pasar página de su pasado más oscuro y, por ello, la directora guatemalteca Izabel Acevedo ha decidido realizar un documental, que es su ópera prima, en el que se retrata al dictador que gobernó con puño de hierro este país entre 1982 y 1983, Efraín Ríos Montt.
El Buen Cristiano ha sido preestrenado a nivel mundial en la VII Muestra de Cine Internacional Memoria, Verdad, Justicia, que se ha celebrado este mes de noviembre en la Ciudad de Guatemala.
Cuenta la historia de cómo alguien que se dedicaba a dar sermones cristianos en una escuela se convirtió en un sátrapa después de que varios soldados irrumpieran en su colegio para pedirle que diera un golpe de Estado en 1982 contra el entonces presidente Romeo Lucas García.Acevedo hizo un seguimiento de todo el juicio contra Ríos Montt por los delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad por el asesinato durante su mandato de más de 1.700 mayas ixiles.
En la película salen imágenes reales del juicio en el que Ríos Montt fue condenado en mayo de 2013 a 80 años de prisión por estos delitos.
Asimismo, se ve el momento en el que cayó como una jarra de agua fría sobre los guatemaltecos la decisión de la Corte de Constitucionalidad de anular diez días más tarde la histórica sentencia que había emitido entre lágrimas la presidenta del Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, Jazmín Barrios.
El abogado del dictador, Francisco García, había ganado la batalla, dado que había presentado una recusación contra la jueza, quien no lo tuvo en cuenta, razón por la cual su sentencia fue anulada.
Precisamente, García es uno de los protagonistas del documental en el que se jacta de haber logrado que todo el trabajo de la magistrada fuera en balde. Asimismo, varios militares que participaron en el Gobierno de Ríos Montt justifican la política llevada a cabo por el dictador a través de los planes ‘Victoria 82’, ‘Firmeza 83’ y ‘Sofía’, que según el ejército iban dirigidos a acabar con la guerrilla, aunque en la práctica supusieron la aniquilación de miles de indígenas ixiles a través de lo que se denominó ‘política de tierra arrasada’.
Quienes sobrevivieron fueron confinados en especies de campos de concentración controlados por el ejército, con el fin de que renunciaran a todos sus valores indígenas y se reintegrasen a lo que el ejército denominaba ‘vida normal’.
Testimonio de un superviviente
Esta realidad es contada en el documental por uno de los supervivientes de las matanzas Francisco Chávez Raymundo, quien en marzo de 2013 coincidió con Ríos Montt en el citado juicio donde declaró como víctima del genocidio, dado que los militares mataron a su familia, excepto a él y a su hermana pequeña.
Precisamente, en la película se intercalan las imágenes del juicio en las que Ríos Montt se declaró inocente, con la conversación que mantiene Francisco Chávez con su hermana a quien le cuenta las penurias que ambos sufrieron durante la dictadura siendo ella de muy corta edad. Ambos van recorriendo los lugares en los que vivían y de los que tuvieron que huir, de forma que la directora guatemalteca contrapone esta historia con las declaraciones del dictador y de los militares que en todo momento niegan que se produjese un genocidio.
En conversación con El Mundo minutos antes del preestreno, Izabel Acevedo admite que su objetivo inicial era hacer un documental sobre la guerra civil que asoló a Guatemala entre 1960 y 1996, para lo cual quería entrevistar a personajes claves para entender este periodo, emulando al documentalista estadounidense Errol Morris.
Si bien cuando estaba preparando el proyecto, se anunció el juicio por genocidio contra Ríos Montt, a quien quería entrevistar para su documental inicial. Así, se trasladó desde México, donde estudiaba cine, hasta Guatemala para documentar el juicio, para lo cual usó únicamente una cámara y un equipo de sonido.
Pese a que su idea inicial era presentar el documental el próximo año, el director de la VII Muestra de Cine Internacional Memoria, Verdad, Justicia, Uli Stelzner, la convenció para proyectarlo en este festival como working progress. De esta forma, se garantiza que antes de su estreno oficial, lo pueda presentar en los próximos dos años en otros festivales internacionales de la mano del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de México, donde Acevedo estudió cine.
‘Esta película está hecha con todo el corazón’
«Esta película está hecha con todo el corazón, ya que busqué personas que representan lo que siento y que tenían más o menos la misma edad que yo en los año 80, solo que por una razón del destino yo no estuve en una situación así», asegura refiriéndose a la pareja de hermanos protagonista del documental.
Así, asegura que pese a que los guatemaltecos están «acostumbrados a oír barbaridad tras barbaridad», cuando escuchó a Francisco Chávez declarar en el juicio ella estuvo «tres días llorando», por lo que decidió contactarlo para su película.
Por otra parte, reconoce que no le fue difícil hablar ni con los abogados de Ríos Montt, ni con los militares que participan en su documental, debido a que durante el juicio «la mayor parte de la gente y de la opinión internacional estaba con las víctimas y, por este motivo, ellos tenían muchas ganas de ser escuchados también».
«Todos ellos hablaron con mucha libertad y las conversaciones fueron largas e incluso muy amenas, por lo que fue muy interesante poder ponerme en sus zapatos y entender que son también un tipo de guatemaltecos», reconoce Acevedo.
La directora se quedó con la espina de haber entrevistado a Ríos Montt, con quien finalmente no pudo hablar pese a que le envió muchos mensajes. Su objetivo, según aclara, no era hablar con él sobre el genocidio, sino sobre «los libros que lee y qué discos tiene en casa para saber cómo piensa realmente».
Asimismo, revela que tras el juicio, entrevistó en México a la jueza Jazmín Barrios, para incluirla en el documental, si bien tras finalizar la conversación con ella, la magistrada se negó a que se emitiera, con el fin de que no se la identificara con los beneficios económicos que pudiera generar la película en taquilla.
Acevedo precisa que con El Buen Cristiano, su objetivo «no es denunciar» la dictadura de Ríos Montt, sino mostrar «argumentos sólidos» a la población guatemalteca para que saque sus propias conclusiones sobre lo que ocurrió en los años 80 en este país, teniendo en cuenta que la gente «detesta» hablar sobre este tema.
Por ello, señala que ella pretende con su película dejar una aportación sobre la historia más reciente de Guatemala, al igual que en Alemania hay instituciones culturales que «de alguna manera son como templos que guardan la memoria» de lo que sucedió durante el nazismo.
«Creo que en Guatemala debería haber museos, archivos abiertos, monumentos, así como una aceptación y unas disculpas del Gobierno respecto a lo que sucedió para que no vuelva a ocurrir», sentencia.
http://www.elmundo.es/cultura/
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José Efraín Ríos Montt, el general retirado de 87 años de edad, acusado de responsabilidad en no menos de 15 masacres en el Triángulo Ixil en la década de los ochenta, declaro ante el Tribunal A de Mayor Riesgo que lo juzga por genocidio y delitos contra deberes de la humanidad.
VIDEO: https://youtu.be/ka4-J4
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Fallece Efraín Ríos Montt, exjefe de Estado de Guatemala
El general retirado del Ejército, Efraín Ríos Montt y exjefe de Estado, murió este domingo según indicó el abogado de la familia Luis Rosales.
Por Rosa María Bolaños y Urias Gamarro- 1 de Abril de 2018 a las 11:14h
Elementos del Ejército de Guatemala rindieron honores al general retirado, José Efraín Ríos Montt, exjefe de Estado de Guatemala, quien fue trasladado de la casa de habitación en la zona 15 al cementerio La Villa, zona 14. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec).
Según agregó Rosales, el fallecimiento ocurrió en su casa de habitación en la zona 15 capitalina, a las 6 horas.
¿Quién era Efraín Ríos Montt?
“Falleció en su hogar, con el amor de su familia, con su conciencia sana, limpia, rodeado de mucho amor, aquejado por las dolencias que sabemos y de las cuales se ha informado a los órganos judiciales», dijo Rosales.
“Murió en paz, tranquilo, y todos con la convicción de que en este país nunca hubo genocidio y fue inocente de lo que se le acusa”, agregó el abogado, quien se convirtió ayer en vocero de la familia. Rosales también fue diputado del FRG, partido fundado por el general retirado y que llevó a la presidencia a Alfonso Portillo.
Sepelio del general Efraín Ríos Montt
Mario Ríos Montt, Monseñor Emérito, y hermano del general retirado, también acudió a la casa en la zona 15, a los pocos minutos se retiró del lugar. Mencionó que la última visita que le hizo fue el Lunes Santo.
Mientras que Lucrecia Marroquín de Palomo, ex diputada del FRG y cercana a la familia, explicó que Ríos Montt murió de complicaciones cardíacas.
El velatorio fue privado, en la casa de habitación, y después de las tres de la tarde fue trasladado por una funeraria al Cementerio La Villa, en la zona 14. Al lugar acudieron militares para rendirle honores.
Los restos del general retirado, José Efraín Ríos Montt, exjefe de Estado de Guatemala, fue trasladado de la casa de habitación en la zona 15 al cementerio La Villa, zona 14. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec).
Ríos Montt, de 91 años, fue Jefe de Estado de Guatemala, de marzo de 1982 a agosto de 1983, derrocado por el general Óscar Humberto Mejía Víctores.
Nació en Huehuetenango el 16 de junio de 1926. Durante su vida fue embajador, jefe del Estado Mayor, diputado y presidente del Organismo Legislativo. También se postuló a candidato a la presidencia.
En el 2017 se reanudó un juicio especial en su contra por genocidio, un caso por el que había sido condenado a 80 años de prisión, pero por orden de la Corte de Constitucionalidad (CC) se debe repetir el juicio.
El 26 de enero de 2012, Ríos Montt fue acusado formalmente de genocidio y crímenes contra la humanidad. Previo al inicio del juicio fue arrestado domiciliarmente.
José Efraín Ríos Montt, exjefe de Estado de Guatemala, murió este domingo en su casa. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).
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REDACCIÓN PERU21- 01/04/2018 13:44h
El general golpista de Guatemala, José Efraín Ríos Montt, quien era juzgado por genocidio, falleció hoy a los 91 años de edad, según confirmó a la agencia Efe una fuente cercana a la familia. Ríos Montt tenía problemas respiratorios y pulmonares, y desde 2015 había sido declarado con demencia senil.
Ríos Montt gobernó de facto Guatemala entre 1982 y 1983 luego de un golpe de Estado. Asimismo, era juzgado por el asesinato de 1,171 indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché.
Uno de los abogados del fallecido militar, Jaime Hernández, explicó a una emisora local que Ríos Montt murió de un infarto en su hogar.
Culpable de genocidio y lesa humanidad
El 10 de mayo de 2013 Ríos Montt fue hallado culpable de los delitos de genocidio y de lesa humanidad, y condenado a 80 años de prisión. El general retirado se convirtió en uno de los primeros altos mandos militares en ser sancionado por delitos contra los derechos humanos en América Latina.
Sin embargo, 10 días después de la sentencia, la Corte de Constitucionalidad, la máxima instancia jurídica de Guatemala, anuló la sentencia por fallos en el proceso y ordenó un nuevo juicio.
La medida fue cuestionado para los familiares de las víctimas y activistas de derechos humanos que anhelaban verlo condenado por las atrocidades cometidas durante su régimen de 17 meses.
Ríos Mont t es recordado por pronunciar discursos a los gritos. Fue también legislador y durante más de 30 años fue una de las personalidades más influyentes de la política guatemalteca.
https://peru21.pe/mundo/guatem
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