28 de Septiembre de 2023 Edmund Schluessel, Comité por una Internacional de Trabajadores CIT en Finlandia
Imagen: Edmund Schluessel, partidario del CIT, hablando durante la ocupación de la Universidad de Helsinki (foto: Viena Pentikäinen)
Una ola de activismo estudiantil se ha extendido por Finlandia mientras el gobierno liderado por los conservadores se prepara para imponer su primer presupuesto basado en la austeridad. Grupos de estudiantes han iniciado sentadas en la mayoría de las universidades y en varias escuelas técnicas y escuelas secundarias superiores. Tienen una lista común de demandas contra los recortes a los beneficios de alojamiento para estudiantes, oponiéndose a la introducción propuesta de tasas de matrícula para estudiantes internacionales y para un mejor apoyo a la atención de salud mental. Los estudiantes también han manifestado su oposición al problema más amplio de las políticas racistas y antiinmigrantes del gobierno de Orpo y sus conexiones con la extrema derecha.
Los estudiantes podrían perder unos 70€/mes efectivos si los planes de austeridad del gobierno avanzan. El gobierno planea detener los ajustes por costo de vida a las becas estudiantiles, a pesar de que en los últimos dos años la inflación ha sido cuatro veces mayor que la tasa normal.
La primera ocupación comenzó el lunes 18 en la Universidad de Helsinki, la más grande y antigua del país. Los estudiantes han instalado tiendas de campaña y pancartas en una «zona de conversación» del edificio principal de la universidad, y decenas de personas participan en todo momento. El apoyo de la comunidad ha sido amplio y sostenido, y la universidad ha declarado que tiene la intención de dejar que la protesta continúe sin ser molestada.
Un estudiante de teología y ocupante que habló con nosotros: “Me alivia que mi generación, los millennials y la generación Z, tengan la lucha dentro de nosotros y no seamos tan apáticos como nos describen. Uno de los temas que surge constantemente en nuestras reuniones diarias es la lucha contra la apatía, por lo que en este momento personalmente lo veo también como un movimiento contra la apatía”.
Si bien las cifras son menores en otras ocupaciones universitarias, los partidarios del CIT informan que los activistas que organizan las protestas muestran universalmente determinación y buen humor. Varias escuelas secundarias también se han visto arrastradas al movimiento de ocupación, y los estudiantes de las escuelas de arte de Finlandia se han movilizado especialmente.
Una característica importante de las manifestaciones es su voluntad de conectarse con otros movimientos en solidaridad. Los estudiantes de la ocupación de la Universidad de Helsinki se unieron a la manifestación del sindicato de enfermeras Tehy contra los recortes en la atención médica y organizaron la manifestación de Elokapina (Rebelión de Extinción en Finlandia) que tendrá lugar el mismo día para visitarlos. También han sido muy acogedores con los invitados y oradores.
¿Una chispa?
Las ocupaciones estudiantiles podrían ser una chispa importante para una acción amplia y sostenida contra el gobierno y su agenda neoliberal y racista. Si bien el verano posterior a las elecciones se caracterizó por varias manifestaciones muy grandes contra el racismo gubernamental, hasta ahora no han logrado fusionarse en un movimiento sostenido, en parte debido al sectarismo de los organizadores de las manifestaciones. Pero estas manifestaciones estudiantiles se producen cuando la mayor confederación sindical finlandesa, SAK, ya ha anunciado una huelga coordinada por parte de sus sindicatos miembros contra las propuestas del gobierno para hacer retroceder los derechos sindicales y laborales.
Los dirigentes del SAK ya han planteado la idea de una huelga general, aunque sólo negaron que actualmente estén planeando una. Pero los estudiantes y los trabajadores jóvenes podrían, al defender tal demanda para unir las diversas luchas seccionales contra el gobierno de Orpo, proporcionar un contrapeso a la burocracia sindical que da marcha atrás y, en última instancia, favorable a la dirección.
Las huelgas espontáneas, la más reciente de los trabajadores de apoyo en el aeropuerto de Helsinki por la retirada repentina y no negociada del acceso a billetes de avión baratos como beneficio para el personal, muestran que muchos trabajadores están más dispuestos a actuar que sus líderes. La popularidad del gobierno ya está cayendo mientras enfrenta escándalo tras escándalo por el discurso de odio de sus ministros. Una huelga general, la primera en Finlandia desde 1956, podría fácilmente derribarla.
La pregunta que se plantea entonces es qué debería seguir. Un retorno al gobierno de los socialdemócratas, o más probablemente de una coalición nacional conservadora-socialdemócrata, sería menos abiertamente racista, pero continuaría con el mismo programa de recortes de gastos y ataques a los sindicatos, aunque a un ritmo más lento. Mientras tanto, los partidos parlamentarios a la izquierda de los socialdemócratas ya se han mostrado demasiado dispuestos a encubrir su propia política y seguir un programa de recortes para tratar de hacerse aceptables para los ricos.
Finlandia necesita un nuevo partido de masas, abiertamente socialista, que reúna a estudiantes, trabajadores, desempleados y a todos los oprimidos en la lucha. Una organización así podría coordinar y sostener la lucha contra todos los aspectos del capitalismo y convertir a la clase trabajadora en una fuerza no sólo para reformar sino también para transformar la sociedad.
¡Apoye y aproveche las demandas de los estudiantes ocupantes!
Aumentar, no recortar, los subsidios a la vivienda;
No a las tasas de matrícula, ahora y siempre;
Garantizar servicios de salud mental para todos los que los necesiten;
Construir solidaridad en la universidad y en toda la sociedad con el movimiento contra los recortes
Oponerse a todas las políticas racistas de inmigración del gobierno.
Becas de vida para todos los estudiantes, permita que cada estudiante se concentre en sus estudios
