El Rodriguista. 16 abril 2020.
Grandes medios de Europa reproducen hoy la misma triste noticia: esta mañana, a los 70 años, ha fallecido el escritor chileno Luis Sepúlveda, víctima del coronavirus. Nacido en Ovalle en 1949, El autor de “Un viejo que leía novelas de amor”, fue un resuelto opositor a la dictadura de Pinochet.
Pero es un chileno que declaro que haber nacido «rojo, profundamente rojo». A los quince años ingresó en la Jota, las Juventudes Comunistas de Chile, pero fue expulsado en 1968 y después militó en una fracción del Partido Socialista llamada Ejército de Liberación Nacional.
Consideraba que sus años más felices fueron los de la Unidad Popular. En 1971 se casó con la poetisa chilena Carmen Yáñez Hidalgo, a quien había conocido cuatro años antes; en 1973 nació su hijo Carlos Lenin, pero el matrimonio se deshizo pronto. Se reencontraron veinte años después en Alemania y volvieron a formar pareja.
Después del golpe militar, Sepúlveda estuvo detenido en el Regimiento Tucapel de Temuco y encarcelado casi tres años por la dictadura de Pinochet que le conmutó 28 años de prisión por ocho de exilio.
En 1977 abandonó Chile, estuvo en Buenos Aires, luego pasó a Montevideo y después a Brasil. Más tarde cruzó a Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, donde trabajó un tiempo y conoció a los indios shuar. En ese país ingresó en la Brigada Internacional Simón Bolívar, con la que partió a Nicaragua a principios de 1979 para participar en la Revolución Sandinista.
Poco después del triunfo de la revolución, se fue a Alemania y se instaló en Hamburgo, ciudad en la que trabajó como corresponsal de prensa y escribió relatos, teatro y alguna novela. Allí vivió catorce años, se casó con Margarita Seven, con quien tuvo tres hijos, se incorporó al movimiento ecologista, y, como corresponsal de Greenpeace, atravesó los mares del mundo entre 1983 y 1988.
Había narrado Sepúlveda su azarosa vida a través de su ‘alter ego’, Juan Belmonte, exguerrillero y escolta de Allende creado en 1994 para la novela Nombre de torero. Recurrió a él para «hacer memoria» y combatir «a quienes defienden la amnesia como razón de Estado, como se quiso hacer en Chile».
Como escritor, saltó a la fama internacional después de publicar, en 1989, su novela inspirada por su experiencia de convivencia con los shuar Un viejo que leía novelas de amor, que se convirtió en un superventas con numerosas ediciones. Vendió más de 18 millones de copias de este canto de amor a la literatura, la lectura y la conservación de la naturaleza. Traducido a una veintena de idiomas, fue texto de lectura en institutos y universidades.
Desde entonces, el éxito acompaña sus libros —novelas, cuentos, viajes, artículos—, que han sido traducidos a muchos idiomas y han recibido numerosos premios, como el Premio de La Felguera a relato breve en 1990.
El italiano Enzo D’Alò filmó Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, película de animación basada en la obra homónima y estrenada en 1998. En 2001 el director australiano Rolf de Herr dirigió la adaptación cinematográfica de su novela Un viejo que leía novelas de amor.
Su relato Café ha sido objeto de adaptaciones para cortometrajes en Grecia, Italia y Francia, y Cuando no tengas un lugar donde llorar fue llevada a la pantalla grande por la Escuela de Cine de Londres en 2010.
Sepúlveda escribió el guion y dirigió el largometraje Nowhere, premio del público en el Festival de Marsella 2002, y del cortometraje Corazón verde, galardonado como el mejor documental en el Festival de Venecia 2003. Es autor junto a Tonino Guerra y Miguel Littín del guion de Tierra del Fuego, película dirigida por Littín.
En 2011 Sylvie Deluele filmó para el canal de televisión francoalemán Arte una película de aproximadamente una hora sobre su vida y obra titulada Luis Sepúlveda, el escritor del fin del mundo.
fuente Wikipedia, Le Monde y diferentes medios.
Inicio Cultura y Arte Falleció Luis Sepúlveda, escritor, cineasta, guerrillero, ex preso político, exiliado, militante revolucionario