El 29 de julio a los 91 años murió el escritor y periodista, Enrique Lafourcade, el hombre de letras sufría de Alzheimer, fue autor de numerosas obras literarias entre ellas la novela ya clásica «Palomita Blanca». Durante la dictadura cívico militar fue opositor al régimen, y la versión cinematográfica de Palomita Blanca, dirigida por el celebre director Raúl Ruiz, fue censurada y nunca pudo exhibirse hasta la década de los 90.
A continuación reproducimos la presentación de la entrada que el sitio Memoria Chilena dedica al escritor
Enrique Lafourcade (1927-)
Escritor y periodista, su extensa obra narrativa es reconocida en todo el mundo hispánico. Integró la generación de 1950 y dio a conocer su visión crítica de la cultura y la sociedad por medio de la prensa.R
«Soy un soñador de la vida y un vividor del arte,
un marginal muy pequeño burgués,
un inadaptado-adaptado, un católico en estado salvaje»
Enrique Lafourcade
Enrique Lafourcade ha dedicado toda una vida a la literatura: «Un ejemplo de obstinación increíble», según él mismo confiesa. Hoy, con más de ochenta años de edad, exhibe una obra cuantiosa y reconocida en toda Latinoamérica: más de dieciséis libros en prosa, crónicas y cuentos. A ello hay que sumar sus innumerables artículos de opinión publicados en los suplementos dominicales de El Mercurio y varias antologías de cuentos.
Incursionó en la escritura desde muy joven, a los trece años de edad con poesías románticas y luego, a los dieciséis años, con cuentos. Antes quiso ser filósofo, músico y artista visual; incluso, estudió pintura en el Museo de Bellas Artes. Finalmente, se dio cuenta de que su verdadera vocación era la literatura.
En sus primeros años como escritor fue muy difícil para él vivir de su arte debido a que en aquel tiempo las editoriales no entregaban más que una suma simbólica a los autores por conceptos de derechos de autor. Entonces, para financiar su obra literaria, decidió trabajar como periodista y comenzó colaborando para el diario Las Últimas Noticias. Fue así como en 1950 publicó su primera novela: El libro de Kareen, que escribió inspirado en su hermana que murió tempranamente a causa de una extraña enfermedad.
Con este primer libro, Lafourcade ingresó al medio intelectual santiaguino y formó parte de la Generación Literaria de 1950. Compartió, con los jóvenes escritores de esa generación, veladas y charlas y una misma forma de ver el mundo: «Queríamos explorar el mundo porque pensábamos que la vida estaba más allá de las rutinas familiares y domésticas. Bohemios de pan con queso y tacitas de té en el Il Bosco, pasábamos el día metidos en la Biblioteca Nacional y charlando en el Parque Forestal. Un grupo de jóvenes que soñó con ser artistas».
A fines de la década de 1950 partió a Estados Unidos y Europa con el propósito de buscar otras alternativas laborales y adquirir nuevas experiencias. Ese viaje significó un enorme cambió en su trayectoria intelectual: volvió más participativo y asumiendo una actitud más crítica hacia las letras. Además, inauguró los primeros talleres literarios y comenzó a escribir semanalmente columnas de opinión en El Mercurio. A este periodo corresponde el nacimiento del polémico y mordaz crítico que hoy todos conocemos.
Ya instalado en Santiago, se dedicó por completo a la literatura y escribió uno de los libros más leídos en Chile: Palomita Blanca (1971), que constituye hoy un verdadero fenómeno editorial, con más de cuarenta ediciones y un millón de copias vendidas. Otras novelas que publicó en esta época fueron: La fiesta del rey Acab (1959), El príncipe y las ovejas (1961) y Novela de Navidad (1965), entre otras. Luego del éxito editorial de Palomita Blanca, Lafourcade escribió Salvador Allende (1973), novela que revive, mediante un monólogo interior, las últimas horas de vida del ex Presidente.
Posteriormente, durante la dictadura militar, Lafourcade mantuvo una postura independiente, dando a conocer su opinión directa y sagaz. Por esos años, publicó algunas novelas alegóricas sobre la situación política chilena, como Adiós al Führer (1982), Terroristas (1984) y El gran taimado (1984).
Enrique Lafourcade también ha escrito sobre el amor y el erotismo. Tres novelas suyas han sido finalistas en el concurso de novela Planeta: Mano Bendita (1993), Cristianas viejas y limpias (1998) y Otro baile en París (2000). En la actualidad, es un escritor de tiempo completo que, además, ha sido panelista televisivo; invitado infaltable de toda feria literaria que se celebra en el país; ilustrado crítico gourmet y excepcional y polémico cronista.