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FA: Desde la Izquierda dirigente autonomista responde a Boric en carta abierta:LA IZQUIERDA Y NUESTRA OBLIGACIÓN DE SER RESPONSABLES INTERNACIONALMENTE

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Carta abierta a Gabriel Boric

LA IZQUIERDA Y NUESTRA OBLIGACIÓN DE SER RESPONSABLES INTERNACIONALMENTE

En tu escrito “La izquierda y nuestra obligación de un solo estándar en derechos humanos” haces un llamado a que “…los derechos humanos se deben respetar siempre, en cualquier contexto y sin ninguna excusa”, planteando además que ello ha sido utilizado en política interna para marcar diferencias. Asimismo, a la hora de referirte, en tus palabras, al catalogo de derechos humanos das cuenta de los derechos humanos de primera, segunda y tercera, dejando aparte estos últimos de aquellos que revisten mayor consenso.

Es interesante, como tu acertada critica a como se emplea en política interna el tema de los DDHH, termina por ceder frente a tu ejercicio de emplear esta materia con los mismos fines. En otras palabras, tu apelación a los DDHH y tu posterior critica a quienes no habrían de juzgar con la misma vara a los gobiernos de izquierda que vulneran los DDHH, lo que hace es marcar una línea divisoria, irreal, entre demócratas y demonios, o demócratas y no demócratas, pues la discusión no es acerca de si se condena o no la violación a los DDHH, pues desde del FA y en mi caso personal, la posición es clara, se debe condenar la violación a los DDHH en todo momento y lugar. El tema es desde donde y como lo hacemos, además de con que pruebas.

Ello, por cuanto no es lo mismo hacer la crítica, considerando que los únicos DDHH respecto de los cuales hay consenso son los derechos civiles y políticos, que hacer la misma reflexión, considerando a los derechos sociales económicos o culturales, como también los derechos de los pueblos dentro de los DDHH a defender.

Inmediatamente saldrán quienes sostengan que la visión antes propuesta relativiza en contenido de los DDHH, como otras plantearan que lo que se busca es el empate, sin embargo, no se trata ni de lo uno ni de lo otro, si no de ser justos en la reflexión y bregar desde el FA y desde la izquierda chilena por el respeto irrestricto a los DDHH, sea que lo haga un gobierno de izquierda, centro o derecha, sea que se conculque la libertad individual, el derecho a la salud o la autodeterminación.

Y esto es interesante, porque formular una crítica, considerando la autodeterminación como un DDHH también, cierra la puerta al intervencionismo fundado en la preeminencia de los derechos civiles y políticos, tesis tan difundida por EEUU.

Ahora bien, incluso si consideramos que los DDHH deben ser entendidos restringiendo su contenido únicamente a aquellos derechos que dan lugar a un consenso, su abordaje, en lo que a materia internacional se refiere, no puede ser aislado. Ello, pues el respeto a los DDHH es uno de los principios fundamentales del Derecho Internacional, al cual se suman, la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la solución pacífica de los conflictos.

De manera que, si hemos de formular una crítica y tomar una posición en materia internacional desde el FA y la izquierda chilena ha de ser aquella consecuente con los DDHH, la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la solución pacífica de los conflictos.

No basta sostener que estos principios se entienden existir cuando uno formula una critica a los gobiernos de izquierda en materia de DDHH, pues como ya vimos, no hay consenso sobre si son o no DDHH. Así las cosas, su mención debe ser expresa, pues de lo contrario su interpretación natural, es entender que los DDHH son los derechos civiles y políticos y que se encuentran por sobre los demás principios de derecho internacional, lo que no es cierto, justificándose con ello todo tipo de intervención, tal como lo ha sostenido el gobierno de Piñera, el Grupo de Lima y Estados Unidos.

Asimismo, se debe ser claro en sostener, que, si bien los derechos civiles y políticos son DDHH, estos pueden ser restringidos y no por eso se compromete el régimen democrático o se vulneran dichos derechos. Por ejemplo, cuando se trata de personas que han cometido algún delito, estas pueden ver restringida su libertad, determinándose ello mediante un procedimiento judicial ajustado a derecho.

Esto último entonces, pone el acento en los casos mismos y por tanto, para determinar si ha habido una vulneración a los DDHH no basta con que alguna libertad se haya visto restringida, sino que se hace necesario analizar el caso concreto, considerando el actuar del Estado, la conducta que sanciona y el procedimiento aplicado.

Claramente, no cualquier actuar puede dar lugar a la restricción de las libertades públicas, por cierto, jamás lo será la emisión de opiniones o el legítimo derecho que manifestarse, entre otros derechos, pero ¿Cuándo esta se trata de la perpetración de delitos? ¿Cómo ha de actuar un gobierno de izquierda que ve amenazada su estabilidad fruto de actos delictuales? ¿acaso no puede utilizar la fuerza legitima del Estado para sancionar dichos delitos?

He aquí algo interesante, pues cuando los gobiernos de izquierda de la última década se han visto frente a intentonas golpistas y han actuado, se les acusa de violar los DDHH, desconociéndose toda legitimidad de las pruebas y el proceso, aun cuando este se haya ajustado a derecho y el actuar que motiva la sanción haya estado previamente tipificado como delito.

Esto quiere decir que los gobiernos de izquierda no violan los DDHH, también lo hacen. Pero para sostener que un Estado viola los DDHH se debe ponderar la legitimidad del gobierno, la conducta que da origen a la sanción, la proporcionalidad de la misma y la existencia de un proceso que determine tal sanción, como también las pruebas que dan por acreditadas la conducta y que por tanto justifican la sanción, no basta con afirmar en abstracto la existencia de dichas vulneraciones.

En línea con lo anterior, se debe condenar toda violación de a los DDHH sea de quien sea y donde sea, pero para hacer ello responsablemente debemos analizar detenidamente el caso, sus circunstancias, pruebas, proceso y sanción. No basta con sostener de manera abstracta dicha responsabilidad, ni basta referirse únicamente a tales vulneraciones, sin tener presente que nuestra eventual condena internacional debe siempre ir acompañada del respeto a los demás principios de Derecho Internacional, a saber, la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la solución pacífica de los conflictos, pues de lo contrario dejamos abierta la puerta al intervencionsimo.

Gonzalo Nicolás Aguirre Córdova

Encargado

Comisión de Política Internacional – Movimiento Autonomista

Grupo de Política Internacional – Frente Amplio

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