La idea fundamental del keynesianismo es que el gasto estatal, un déficit al presupuesto nacional, puede ser utilizado para combatir las crisis económicas y recesiones.
Desde un punto de vista teórico, incrementar la demanda general en un país facilitará la recuperación en tanto haya capacidad productiva disponible (trabajadores desempleados, materia prima en stock, máquinas trabajando por debajo de su capacidad). Estos recursos no utilizados son movilizados por el poder de compra adicional creado por el déficit presupuestario. Solo cuando estas reservas se agotan se da el fatal comienzo de la inflación.
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