Inicio Análisis y Perspectivas En la Perspectiva Latinoamericana

En la Perspectiva Latinoamericana

49
0

Escribe: Milciades Ruiz

Al finalizar el 2025, descargo mi exceso de ira política por todo lo que estamos pasando, en el plano económico, social, político, cultural, jurídico y más. Todo exceso es desequilibrante. Pero, las causas de una problemática se diluyen en el tiempo y perdemos consciencia de los hechos. Vemos lo cercano solamente, pero la infelicidad que envuelve al planeta proviene de desequilibrios históricos cuyos rastros hemos perdido. Los automáticos deseos de año nuevo, son solo buena voluntad.

maxresdefault

Muchos, ignoran que, somos de un país que no, nos pertenece. ¿Cómo? En cierto modo, nuestro país, pertenece a poderes extranjeros, pero fundamentalmente en lo económico, del que se deriva nuestro sometimiento cultural, político y jurídico. No saben que el territorio mundial, está repartido, ni que, tenemos amos que deciden por encima de nuestra voluntad nacional.

EE UU se cree dueño de Panamá, México, Canadá y Groenlandia, para controlar el tránsito comercial, la migración y la competencia extranjera. El cerco militar se extiende a toda Latinoamérica y en nuestro país, sus tropas tendrán presencia disuasiva a partir del 2025, como parte de su estrategia hegemónica. Lo que se viene, parece ser espantoso, ante los desesperados esfuerzos por evitar el deterioro interno y externo de los EE UU.

Esta pérdida de soberanía, viene sucediendo desde que, el Tahuantinsuyo, nuestra patria originaria, perdió su autonomía total, en el siglo XVI. Toda la actividad económica fue reorientada hacia el exterior, para fortalecer a la monarquía española, en desmedro del desarrollo propio. Luego pasamos a ser propiedad inglesa, para quedar hasta ahora bajo las órdenes del amo yanqui. Son 492 años de saqueo de nuestro oro, plata, cobre, salite, guano y otros recursos naturales que, de haberlos utilizado en nuestro desarrollo, otro habría sido nuestro destino

Con la independencia del virreinato, no se devolvió el territorio a la población autóctona y ha continuado expropiado por la descendencia de los invasores. Diferente son los casos de ex colonias asiáticas y africanas, donde lograda la independencia, los territorios fueron devueltos a sus dueños originarios. Expulsados los franceses y norteamericanos, fueron los vietnamitas los que recuperaron totalmente su patria y, fueron los chinos los que tomaron para sí, el gobierno de su país. Ni la descendencia japonesa ni inglesa mandan allí.

Pero pasada la etapa histórica de las capturas geográficas, el capitalismo mundial desarrolló otras formas de captura indirecta más efectiva que las territoriales. La sujeción financiera y comercial era más rentable que las atrocidades coloniales. En nuestro caso, el apoyo financiero de Gran Bretaña a la independencia fue altamente rentable para ella. Durante más de medio siglo estuvimos pagando deudas e intereses a Inglaterra por los préstamos para la independencia y el sostenimiento de la república inicial. Concesiones mineras, de puertos libres y, tratados de “Amistad, comercio y navegación”, eran parte de pagos.

Los países europeos se estaban adueñando de las rutas comerciales con América. Frente a esto, el capitalismo norteamericano lanzó su estrategia para tomar como suyos, los dominios de las colonias independizadas en nuestro continente. Con premeditación, alevosía y ventaja, tramó la doctrina de “América para los americanos”, lanzada por su presidente James Monroe que, escondía la verdadera intención que era, América para los norteamericanos.

Se ha celebrado el bicentenario de la batalla de Ayacucho que puso fin a la sujeción española, pero se ha ocultado el bicentenario de la doctrina de Monroe, mediante la cual, EE UU monopolizó nuestra dominación, advirtiendo a las potencias europeas para que se mantuvieran fuera de sus dominios en nuestro continente. Desde entonces hasta ahora, EE UU interviene impunemente en los asuntos internos de todos los países latinoamericanos, derrocando gobiernos que no actúan conforme a sus intereses, como lo hizo con Velasco, Allende y otros.

Son numerosas las intervenciones militares, sabotajes, represalias, bloqueos, espionaje, aislamiento diplomático, sicariato político, y otras medidas coercitivas para someter a los países desobedientes. Pero el siglo XXI, marca ya el declive de EE UU como sucedió con el imperio romano, abrumado por crisis política, económica y derrotas militares, seguida de invasiones (migraciones). Es una oportunidad para la liberación latinoamericana.

El endeudamiento de EE UU está llegando al nivel de no poder recibir mayores préstamos para cumplir compromisos de pago. Si no recurre a medidas de emergencia, la estampida de capitales derrumbará su economía. Está perdiendo la guerra en Ucrania y ya, no hay dinero para sostener el conflicto. A su debilitamiento militar se suma la expansión de los conflictos que amenazan una tercera guerra mundial de pronósticos desastrosos.

La deuda federal de EE.UU. se sitúa en torno a los 36 billones de dólares, y la inflación por el coronavirus elevó los costes de endeudamiento a tal punto que el pago de la deuda superará el próximo año al gasto en seguridad nacional. La invasión masiva de más de 50 millones de migrantes, agrava la situación económica. El número de personas sin hogar en EE.UU. alcanzó un nuevo récord desde que empezó a computarse en 2007, con un aumento de 18 % en comparación al 2023, en gran parte por la invasión migrante.

La participación del dólar en las reservas mundiales de divisas sigue disminuyendo y en el tercer trimestre de este año ha caído a su nivel mundial más bajo en tres décadas. Su peor enemigo, el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) va ganando adeptos con monedas alternativas. Han pasado a ser socios del BRICS, Bolivia, Indonesia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Tailandia, Uganda, Uzbekistán, pero sigue creciendo.

Todos estos aspectos, están evolucionando en contra de la hegemonía de EE UU, lo que nos da una luz de esperanza para el porvenir. Pero no olvidemos que el alto nivel de vida del que ahora gozan, se debe al bajo nivel de vida nuestra. Harán todo lo posible por mantener esta desigualdad recurriendo a toda clase de artimañas. En esta perspectiva, no deberíamos permanecer inactivos esperando que pase el cadáver del imperialismo. Hay que poner el hombro.

Haríamos mal en desvincularnos de un mal para vincularnos a otro. Las lisonjas vienen del otro lado, como cantos de sirena. No repitamos los errores del pasado. Hagamos prevalecer lo nuestro sin caer en la trampa del facilismo. Recuperar nuestra soberanía es la clave. Equidad, para un desarrollo compartido, sin renunciar a nuestro derecho consuetudinario, conforme a nuestros usos y costumbres. Entreguismo, nunca más.

30 dic-2024

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.