Héctor Vega y Jorge Lavandero
Salvador Allende nacionalizó el cobre con la unanimidad de los votos del Congreso de su época (1971). Cincuenta años más tarde entramos en una nueva etapa. Con Allende pasamos de la Colonia, desde la que se embarcaban materias primas a la venta, a una etapa en la fijábamos una política para nuestro cobre y lo vendíamos según nuestras condiciones. Ahí recuperamos parte de nuestra Soberanía.
En el presente eso ya no basta. Pues desde hace 30 años existen estudios que establecieron que el cobre de concentrado que se vendía, contenía productos que valían muchas veces más que el cobre que se embarcaba. En las bodegas de los barcos metaleros se transporta, sin pagar ni impuestos ni derechos de Aduana, sustancias minerales que se recuperan en puertos de ultramar, transformados y vendidos, a precios muy superiores al valor del cobre que se exporta desde Chile. Entre muchos otros que se funden y refinen en el extranjero se cuentan, renio, torio, telurio, selenio, plata, oro, molibdeno, platino, paladio, azufre, óxido de silicio, hierro, mercurio, etcétera……. ¡Más de 40 subproductos!
Las estadísticas mundiales, señalan que Chile produce 5,7 millones de toneladas métricas de fino. Esa es una gran mentira que esconde lo que efectivamente se produce y se exporta son concentrados de cobre, es decir una sustancia que va en las bodegas de los barcos metaleros que, como ya se dijo más arriba, esconde cobre y otras sustancias más valiosas que el cobre. Se ha calculado que el concentrado de cobre exportado cada año es del orden de los 12,2 millones de toneladas. Para embarcar estas 12,2 toneladas se utilizan, sobre los 1000 barcos anuales, con altos fletes, seguros y descontaminación de trenes, camiones y puertos especiales, que son descontados del valor final para nuestro país.
Los concentrados embarcados desde Chile, contienen menos de un 30% de cobre, con un porcentaje de 2,5% de valiosos subproductos, que van enel cobre contenido junto a las tierras raras, también, de un inmenso valor tecnológico. El resto, más de un 65%, es material estéril y humedad. Si se fundiese y refinase en Chile, solo se enviarían 300 barcos anuales (Gino Sturla y Ramón López PhD, U. de Chile 2.018). Aparentemente estas cifras, para no fundir y refinar el cobre en Chile, económicamente parecen absurdas. ¿Entonces que es lo que mantiene esta situación exportadora, solo de concentrados de cobre y no fundirlo y refinarlo en Chile, por el contrario,como se explica que después de miles de kilómetros recorridos, hasta los puertos de destino, sea fundido yrefinado a tal distancia?, se explica solo por los valiosísimos contenidos de subproductos y tierras raras que valen cerca de 4 veces más que el cobre.
Santiago, junio 25, 2022