Pedro Albornoz
Comitè por una Internacional de los Trabajadores, CIT.
En el actual momento de la vida nacional, dominado por las campañas mediáticas sobre la crisis migratoria, la delincuencia y los casos de corrupción; se ha tomado la agenda la campaña por el próximo plebiscito constitucional.
La compleja situación política nos obliga a realizar un análisis más acabado del reciente período histórico, de las causas fundamentales de la aguda crisis que atraviesa nuestra sociedad, para tratar de comprender ¿cómo es que hemos llegado a este presente tan convulsionado?
El próximo 17 de diciembre se cumplirán 4 años y 1 mes de la rebelión social y política más importante de las últimas décadas, el estallido social de 2019. Cabe señalar que este momento disruptivo abrió una nueva etapa en el desarrollo de la crisis, caracterizada ahora por giros más agudos y cambiantes en el plano político.
Toda esa etapa anterior de la transición donde predominaron los consensos, con dominio de los partidos tradicionales, de las grandes coaliciones, de aparente estabilidad social y económica, ya es parte de un lejano pasado…que, a pesar de las ilusiones de la clase dominante, no volverá.
Una crisis sistémica
Debemos entender que las fuerzas sociales expresadas en el estallido de Octubre no cayeron del cielo, ni fueron una especie de “locura” social temporal o fruto de la manipulación de oscuras fuerzas del mal; como aún cree parte de la casta empresarial y política.
La agitación en la dimensión social y política, los conflictos de las clases y sus partidos… siempre son la expresión de una crisis larvada en la base material de la sociedad; en el desarrollo contradictorio de las fuerzas productivas.
En efecto, en una evaluación histórica de mayor alcance, podemos señalar que las causas radican en el agotamiento y crisis del régimen político y económico instaurado en la dictadura cívico militar; la contrarrevolución triunfante tras aquel 11 de septiembre de 1973. Toda esa herencia de la dictadura fue sostenida y legitimada por los sucesivos gobiernos de la denominada “transición a la democracia”, hasta el presente.
Ya conocemos las consecuencias de este sistema para la mayoría de las familias trabajadoras. La privatización de todos los derechos: salud, pensiones, educación, recursos naturales, etc.; la precarización permanente del trabajo y la vida. Todo a costa de las obscenas ganancias de un puñado de grupos económicos.
Pero este no es solo un fenómeno nacional, si no la expresión de una crisis orgánica del sistema capitalista a nivel global. Este sistema se revela incapaz de responder a las necesidades más básicas de la población, ni al grave deterioro medioambiental y ecológico que nos afecta.
Ascenso y Reflujo del movimiento
Recordemos que, ante el estallido de Octubre y la amenaza de movilización de importantes sectores de la clase trabajadora, la casta política y empresarial llegaron a un rápido acuerdo en Noviembre de 2019 que no solo salvó al gobierno de Piñera; si no al régimen en su conjunto. Allí se abrió un Proceso Constituyente controlado desde arriba.
La ausencia de un genuino partido de la clase trabajadora, de una dirección que planteara una salida revolucionaria en beneficio de las masas, permitió a la casta encauzar la crisis dentro de la institucionalidad. Plebiscitos, elecciones y proceso constituyente; mediante.
La historia nos enseña que la pérdida de estas oportunidades de cambio revolucionario deriva inevitablemente en un reflujo del movimiento de masas. Los sectores más avanzados que inicialmente impulsaron la lucha y arrastraron al resto de la sociedad van quedando aislados, sin dirección ni alternativa a la crisis.
Pero entonces la sociedad no puede sostenerse en permanente movilización y el desconcierto crece, la participación en los cabildos y asambleas territoriales se apaga. La casta comienza a tomar la iniciativa de la situación mientras empieza a predominar el llamado al “orden social”; de esta manera los sectores más atrasados y conservadores levantan cabeza y predominan. Se consolida así, el reflujo temporal del movimiento.
El fracaso del primer proceso constituyente y el posterior triunfo de Republicanos en el Consejo Constitucional son la expresión política de ese reflujo…