A la ultraderecha chilena no le resultó el manual de Steve Bannon (Trump, Bolsonaro, VOX) ni sus campañas de fakenews en las elecciones presidenciales de este 19 de diciembre.
«En suma, la ultraderecha chilena, autodefinida como de ‘patriotas’, creyó tener oportunidad de ganar en segunda vuelta a través de una campaña sucia del todo vale y, en caso de perder por estrecho margen, evidenció acciones de querer boicotear el proceso eleccionario [como en Perú]. Sin embargo, la diferencia aplastante hizo fracasar cada una de sus maquinaciones».
Stephen Bannon fue el operador e ideólogo de Donald Trump en Estados Unidos y, luego, de Jair Bolsonaro en Brasil, cuyo ‘manual’ ha sido base de inspiración de la ultraderecha chilena, primero, para atacar la Convención Constitucional y, luego, para atacar la campaña presidencial de Boric.
Bannon, sirvió en la Armada, fue un exitoso banquero, produjo películas y estuvo a la cabeza del sitio de derecha Breitbart News.
Stephen Bannon fue uno de los hombres clave de la Casa Blanca en los tiempos de Donald Trump, donde, desde su posición de jefe de estrategia y asesor presidencial, lo posesionó con fuerza antes y durante.
BBC Mundo publicó, el 2017, que este nacionalista de derecha demostró, desde 2015, su entusiasmo por la candidatura del magnate inmobiliario en Breitbart News, el portal de noticias de la extremaderecha anti-establishment en Estados Unidos. “Luego, en agosto de 2016, se convirtió en jefe ejecutivo de la campaña de Trump, cargo desde el cual se catapultó para convertirse en jefe de Estrategia de la Casa Blanca […] después, fue nombrado miembro del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de EE.UU.”.
Tras salir del gobierno de Estados Unidos, Stephen Bannon manifestó su apoyo al ultraderechista Jair Bolsonaro, de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas del 28 de octubre del 2018, manteniendo cercanía con un hijo de Bolsonaro (Eduardo), quien manifestó su placer por haber conocido al estratega de Trump, a quien definió como “un entusiasta” de la campaña de su padre.
Bannon había señalado, sobre el actual presidente de Brasil: “El capitán Bolsonaro es un patriota brasileño, y creo que es un gran líder para su país, en este momento histórico”, registró la agencia de noticias Reuters.
El medio El Independiente publicó, en marzo del 2019: “Steve Bannon es la mano invisible del populismo. Cada vez más visible. Este asesor era un desconocido y oscuro propagandista del Tea Party y fundador del medio ultraconservador Breibart News, que pasó a ser el mandamás de la Casa Blanca de Trump. Ahora, ha dado el salto a Europa para ayudar a los partidos populistas de derechas a ganar las elecciones. Y a VOX en las elecciones generales”.
También, se destaca en la publicación que, en España, Bannon se ha reunido repetidas veces con VOX, al que hace poco más de un año visitó Rafael Bardají, ex asesor de Aznar y ahora uno de los ideólogos del partido de Santiago Abascal.
Bannon, además, se ha instalado con la ultraderecha italiana, en Hungría y en Bruselas tiene la sede de The Movement, la web del populismo político.
El medio Público, en enero de este 2021, destaca: “Bannon fue el principal ideólogo y estratega de la campaña que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca […] Una campaña populista, racista, plagada de fakenews y carente de complejos, con ideas y argumentos que ningún político se había atrevido a utilizar, hasta ese momento. Este modelo desvergonzado de hacer política ha sido exportado y copiado, posteriormente, por diversos partidos ultraconservadores de Europa y del resto del mundo. Alguno de los alumnos aventajados fueron Jair Bolsonaro en Brasil, Mateo Salvini en Italia y el partido VOX en España, a quien Bannon auguró un gran futuro en 2019”.
Considerando estos elementos, no es difícil rastrear las similitudes entre la campaña de Trump, sus mensajes desde el momento en el que llegó a la presidencia de Estados Unidos y los que han cimentado el despegue político de Jair Bolsonaro en Brasil, VOX en España, José Antonio Kast en Chile, entre otros, de hecho, todos los seguidores de Bannon en los distintos países adoptaron una estrategia y mensajes similares para destacar en la arena política.
Demás está decir la cercanía de Jair Bolsonaro y José Antonio Kast; de hecho, han tenido reuniones y se han elogiado mutuamente. Uno de los puntos en común que tienen es la internacional de ultraderecha que encabeza VOX, de España.
En octubre del 2020, la extrema derecha creó el Foro de Madrid, para organizar a las fuerzas que quieren derrocar a todos los gobiernos “progresistas”, publicando la Carta de Madrid suscrita, también, por José Antonio Kast y Eduardo Bolsonaro.
¿Cuál es el manual Steve Bannon?
El decálogo de la campaña populista de Trump sigue pasos que comparten todos estos candidatos ultraconservadores que, tenga, o no, que ver con la ayuda de Bannon, han logrado aumentar su poder estrepitosamente, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Sus campañas pasan por actuar al margen de los medios tradicionales, a los que su receta recomienda criticar duramente como símbolo del establishment manipulador. De tal modo que, sus candidatos se centran sólo en medios amigos que no hagan preguntas y en el manejo intensivo de redes sociales, de forma organizada y planificada.
Otro de los ingredientes de la receta Bannon es el desprecio por la verdad. A él se le atribuye la idea de “los hechos alternativos”, como eufemismo para las mentiras de toda la vida. Difundir datos falsos en redes sociales y en discursos, sin preocuparse por su veracidad sino por la fuerza emocional que puedan transmitir, es también su marca. El todo vale.
Según ha trascendido en medios estadounidenses, Bannon, en sus maquinaciones, se ha inspirado en libros como The Fourth Turning [El cuarto turno], de los historiadores William Strauss y Neil Howe, referido a la crisis y al caos; Otro, es Antifragile [Antifrágil], de Penguin Random House, el cual afirma que el desorden puede llevar a resultados concretos.
Bannon tiene amplia admiración por Curtis Yarvin, un ingeniero de sistemas que escribe bajo el pseudónimo ‘Mencius Moldbug’, con quien se vinculó, directamente, durante el periodo Trump. Yarvin se describe como un neoreaccionario, una ideología política que él mismo creó, en los años 2000 y que, entre otras posiciones, rechaza la democracia, admira la monarquía y prefiere posturas económicas conservadoras.
La crisis y el caos, para este ‘estratega’, van acompañados del schock, el factor estrés y la manipulación de emociones y sentimientos primitivos. El sociólogo, primatólogo y antropólogo, Pablo Herreros, señala sobre su uso en el periodo de Trump: “El miedo, el asco y la ira son la zona más antigua de nuestro cerebro y se activa inconscientemente, sin que, muchas veces, podamos ejercer control sobre ella […] El Alfa Trump las activa, conscientemente, para manipular a los norteamericanos a través de narrativas irracionales. Sus mensajes advierten del peligro que acecha, dibujando un escenario apocalíptico de holocausto nuclear, lo que la vieja amígdala interpreta como si el león estuviera ya a pocos metros. Dispuesto a saltar para zamparse a todos los gringos. Simple, pero efectivo para movilizar a nuestro primate interior más irracional y vengativo”.
Otra de las estrategias que tuvo Trump consistió en alimentar el miedo a lo desconocido y diferente. “Una tendencia de nuestra especie y otras cercanas. La ignorancia y el no saber provocan ansiedad y temores en la gente, de lo que Trump sacó buen partido. Aprovechando los sentimientos de confusión, se toman decisiones que, en momentos de estabilidad, jamás sucederían, cómo, por ejemplo, elegir un líder agresivo”.
Los ‘patriotas chilenos’ y el Manual Bannon
Desde el año 2020, grupos de extremaderecha, incluidos neonazis, impulsaron una operación/campaña con el único propósito de atacar el proceso constituyente que vive Chile, este 2021, llamando la atención las acciones concertadas en el uso de las redes sociales, con el fin de generar provocación, odio, denostaciones, tendencias y marcar pautas a los medios comerciales de difusión masiva, como parte de una estrategia que ha pretendido debilitar, deteriorar, desgastar, deslegitimar, si es posible anular o, en último caso, competir con mayor contundencia para la opción rechazo de salida frente a la propuesta de una nueva Constitución Política para el País, por parte de la Convención Constitucional.
A partir de inicios de agosto de este 2021, impulsaron una nueva etapa, más ofensiva y en diversos escenarios, denominada Salvar Chile, que tiene como característica la unificación de la extremaderecha, a través del denominado Movimiento de Resistencia Patriótica, que involucra varios ex uniformados e incluye la articulación de diversos canales de comunicación ‘patriótica’ e integrantes de diversos colectivos políticos, entre ellos, miembros de Fuerza Nacional, Patriotas por Chile, republicanos y algunos UDI.
Uno de los principales parlamentarios dedicado a las fakenews, a la distribución de noticias falsas, es el diputado UDI, Sergio Bobadilla, quien, en noviembre, en el marco de las sesiones de la Convención Constitucional en Concepción, aseguró que había un video de la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, participando de una desmentida fiesta de constituyentes en un hotel de Concepción, con comentarios denostativos, razón por la que ha sido llevado a la Comisión de Ética de la Cámara.
La instancia articuladora de la extremaderecha contra el proceso constituyente fue reconocido por uno de sus impulsores, Alexis López Tapia (fundador del grupo neonazi, a fines de los 90, Patria Nueva Sociedad), quien aseguró que, con la convocatoria que se hizo en abril del 2020, se inició el llamado Movimiento de Resistencia Patriótica, que comenzó a consolidarse en diciembre del año pasado, campaña que tuvo dos etapas, siendo la última Salvar Chile, una fuerte ofensiva contra el proceso constituyente en sí y contra figuras emblemáticas de la Convención.
Este grupo daba por hecho que Daniel Jadue ganaría las primarias y sería quien se convertiría en el presidente de Chile; por lo mismo, su concentración estaría en boicotear el proceso constituyente; sin embargo, ante la crisis de la Derecha y la ocupación de los vacíos por parte de la figura de José Antonio Kast y las posibilidades de su crecida, comenzó a destinar las energías para reforzar el proceso electoral de este candidato.
Alexis López, se convirtió en uno de sus principales defensores y promotores de campaña de Kast, desde el subterráneo: “Mientras más lo ataquen, es porque va ganando y es porque, probablemente, va a terminar por ganar”, indicaba en una de sus transmisiones, en octubre de este año.
López caracterizó el denominado Estallido Social de Chile, del 2019, como parte de una “revolución molecular disipada”, postura que popularizó al ser invitado a instancias conservadoras y militares de Colombia.
La base principal de estos grupos ultras con respecto a esos sentimientos primarios que se señalan, está relacionada con la defensa de la Patria, la Familia y la Propiedad.
El movimiento de ultraderecha se ha definido como “Movimiento político, patriótico, no partidista. Cualquier Patriota se puede integrar sin tener que renunciar a sus propias ideas. Defenderá la Nación, la República y la Democracia”. Su objetivo es “resistir la insurrección revolucionaria que estamos viviendo”, resaltan en su presentación.
Así, comenzaron a accionar sus ataques contra la persona de Gabriel Boric, con la base principal para los fakenews. Desde difundir supuestos vínculos con las drogas del candidato del pacto Apruebo Unidad (que, también, lo hizo entrever Kast); de supuestos vínculos con Maduro; incluyendo falsos informes siquiátricos de Boric, entre numerosas otras oleadas, buscando “asfixiar” las redes sociales, para desperfilarlo.
Una de las últimas fakenews lanzadas contra Gabriel Boric, durante la campaña presidencial, estuvo a cargo del diputado electo del Partido Republicano Gonzalo de la Carrera, quien responsabilizó al comando del ex candidato José Antonio Kast por su divulgación. Se trataba de una foto falsa, montada, donde aparecía el diputado del Frente Amplio con desmanes detrás, que además tenía como hashtag #KastOComunismo. “La foto que me mandaron, para acompañar el tuit, era trucada y no tenía como saberlo. Nadie me dijo eso […] Yo no tenía cómo saberlo y esperaba que me apoyaran y que se refirieran al fondo del tuit”, explicó a medios.
Así, poco a poco, la ultraderecha comenzaba a sacar las cuentas, al más puro estilo del manual Bannon: Un candidato de ultraderecha popular, hasta en tik tok, con amplia difusión. Amplia campaña del terror contra el marxismo, el comunismo y Venezuela. Al frente, un candidato joven, “incapaz” de dar orden, seguridad y estabilidad al País, proveniente del caos; y, un grupo base de “patriotas” dispuesto a hacer todo, como súper héroes para “salvar la Patria”, que, en el fondo, han sido acciones sicopáticas o narcisismo colectivo (endogrupo) en contra de la democracia. “El narciso político no sólo cree que es especial, sino único, elegido y llamado a dejar huella en la Historia”, señala Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor internacional en comunicación política, institucional y empresarial.
Las cuentas que sacaban eran en torno a la primera vuelta; pero, todo cambió, la gente estaba dispuesta a salir a votar, muchos y muchas, más que por Boric, votarían para frenar la amenaza al País de lo que significa un candidato de ultraderecha rodeado de neofascistas y neonazis.
Sabiendo la Derecha de la derrota electoral, medios comerciales del poder empresarial difundían falsas percepciones ciudadanas, como virtuales empates técnicos en la segunda vuelta, con ocultamiento de sondeos de su mismo sector y, ya como punto final, en medio de la desesperación de los ‘patriotas’, llamados directos para boicotear el proceso electoral.
Sebastián Izquierdo, referente de los grupos de ultraderecha, señalaba, previo a las elecciones, a sus pares: “A votar chiquillos y no solamente a votar, inscríbanse como apoderados de mesa y más importante que defender los votos de Kast, objétenle todos los votos al Boric weon […] así es que, cabros, vayan y hagan trampa, vayan a hacer apoderados de mesa y objeten todos los votos del Boric y si les toca ser vocal de mesa, también, objetan todos los votos del Boric, no uno o dos, todos los votos del Boric. La victoria es lo más importante, las formas ya no importan, efectivamente, las formas valen callampa, vayan a hacer trampa”; a esto, se debe agregar el caos por las dificultades generadas por el transporte público para que las personas, principalmente de sectores populares, puedan ejercer su derecho a voto.
En suma, la ultraderecha chilena, autodefinida como de “patriotas”, creyó tener oportunidad de ganar en segunda vuelta a través de una campaña sucia del todo vale y, en caso de perder por estrecho margen, evidenció acciones de querer boicotear el proceso eleccionario (como en Perú). Sin embargo, la diferencia aplastante hizo fracasar cada una de sus maquinaciones.
La segunda vuelta electoral, con el 99.99% de las mesas escrutadas a las 01:42, arrojó que la participación fue del 55,6% (de los habilitados), que contabilizaron 8.364.534 votos (la aproximación es de 8.400.000); es decir, hubo 1.250.000.000 más en comparación con la primera vuelta.
Gabriel Boric obtuvo 55,9% con 4.620.671 votos y José Antonio Kast 44,1% con 3.649.647 votos.
El Manual Bannon fracasó en las elecciones presidenciales de Chile.