*Ecuador polarizado.*
En las elecciones generales del domingo 9 de febrero Ecuador ha tenido por primera vez un virtual empate donde los dos finalistas para el balotaje consiguieron en la primera ronda un 44% de los votos válidos. El derechista presidente Daniel Noboa puede sentirse feliz pues ha casi duplicado la cifra del 23.7% con la que en 2023 quedó segundo para la vuelta final. Su partido (Acción Democrática Nacional), que lleva el mismo nombre del que creó hace casi medio siglo en Bolivia el ex-dictador anti-socialista Hugo Bánzer), ha pasado de 14 a 66 parlamentarios.
A diferencia de hace 2 años Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana (RC, el partido que lleva las siglas de su exiliado líder Rafael Correa), no ganó ampliamente el primer puesto en la roda inicial, sin embargo, en relación a esta, subió del 33.6% a casi 44%, mientras que su lista ha terminado convirtiéndose en la primera fuerza parlamentaria saltando de 50 a 67 legisladores con lo cual se acerca a casi la mitad de los 137 miembros de la Asamblea Nacional.
A diferencia de balotajes anteriores, esta vez los demás partidos quedaron muy minimizados. Salvo el indigenista Pachacutik que obtuvo 5.3% y Sociedad Patriótica el expresidente Lucio Gutiérrez que logró 2.7%, todas las demás 14 listas quedaron muy por debajo del 1%, incluyendo los partidos de los antiguos presidentes Rodrigo Borja (Izquierda Democrática), Guillermo Lasso (CREO) y Ponce y Febres (social-cristiano).
González ha llamado a la unidad de las distintas fuerzas que se reclaman socialistas, nacionalistas e indianistas para acabar con 3 sucesivos gobiernos neoliberales, pero Noboa (uno de los hombres más ricos del país) azusa el temor a que el «socialismo del siglo XXI» sea similar al venezolano y acusa al correísmo de corrupto.
La mexicana Claudia Scheinbaum se ha entrometido en la campaña diciendo que la única forma de que se restablezcan relaciones diplomáticas con Quito (rotas a raíz de que Noboa violentó la embajada mexicana para capturar al ex-vicepresidente Jorge Glás) es si Ecuador elige a una presidenta.
El 23 de marzo va a ser la ronda final donde los grandes poderes y medios van a querer evitar que el correísmo vuelva al poder, mientras que este se presenta como la única alternativa contra el monetarismo, aunque dentro de sus políticas económicas no contempla salir del dólar como moneda oficial.
La batalla por la tierra de Atahualpa puede inclinar el mapa político latinoamericano para ver si este acentúa el giro a la izquierda ahondado con las últimas presidenciales de México y Uruguay, o si Ecuador se mantiene en el eje conservador con Argentina, Paraguay y otras naciones centroamericanas.
Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.