Comité por una Internacional de los Trabajadores, CIT.
El CIT saluda a los trabajadores, jóvenes y pobres del mundo en el Primero de Mayo de 2025. Nos solidarizamos con todas las luchas que desafían al capitalismo y las innumerables formas en que el sistema de lucro arruina la vida de miles de millones. Muchas luchas recientes han sido noticia en todo el mundo. Entre ellas, las protestas y acciones mundiales en curso contra la matanza del Estado israelí en Gaza, y las protestas masivas en Grecia, en Macedonia del Norte y en Serbia, donde 800.000 personas protestaron de una población de tan solo siete millones. En Turquía, semanas de protestas masivas han desafiado la brutal represión estatal para sacudir al régimen de Erdoğan. Las protestas de «¡Manos fuera!» han dejado entrever las poderosas luchas que se avecinan bajo Trump y sus sucesores en Estados Unidos. La ira por la crisis inmobiliaria que atenaza a la crisis capitalista avanzada estalló en España, sacando a cientos de miles a las calles. En Argentina, los trabajadores han hecho frente a la austeridad en una serie de protestas, y en Kenia el año pasado las protestas masivas forzaron la retirada de los impopulares aumentos de impuestos.
Las masas en Corea del Sur, después de derrotar el golpe de estado a finales de 2024, mantienen una vigilia, listas para defender los derechos democráticos duramente ganados de aquellos sectores de la clase dominante que los harían retroceder. Junto a estos grandes actos en la lucha de clases, el CIT también saluda las innumerables luchas, a menudo poco conocidas más allá de las filas de sus heroicos participantes, que tienen lugar diariamente en cada lugar de trabajo, institución educativa y comunidad en todos los continentes.
La disrupción de Trump
Este año, el Primero de Mayo tiene lugar cuando la administración Trump en Estados Unidos completa sus primeros cien días en el cargo. El aluvión inicial de órdenes ejecutivas «de choque y pavor» de Trump y sus salvajes vaivenes en materia de comercio y política exterior han sido enormemente desestabilizadores para el capitalismo mundial y han vertido un enorme combustible sobre la lucha de clases en Estados Unidos y a nivel internacional. La inestabilidad que socava las vidas de millones de personas y el miedo diario que esto provoca sobre lo que depara el futuro, se ha intensificado hasta niveles intolerables. En el poder de la economía más grande del mundo, y la potencia imperialista más fuerte y aún dominante, las medidas de su administración para defender los intereses de la clase dominante estadounidense están remodelando el mundo y el terreno en el que se desarrollará la lucha de clases.
Trump inició una nueva era del siglo XXI de guerras comerciales con su «Día de la Liberación» del 2 de abril, y las retiradas parciales y maniobras desde entonces, inyectando dosis masivas de inestabilidad en una economía mundial ya de por sí débil y frágil. Esto ha avivado la incertidumbre de cientos de millones de trabajadores, preocupados por el impacto en el empleo, los salarios, el tiempo de trabajo y las pensiones. Los acontecimientos del mes pasado pueden ser el precursor de una nueva gran crisis económica mundial…