por Michael Roberts
Según las estimaciones de la AFP, unos 1.700 millones de personas en todo el mundo están bajo algún tipo de confinamiento como resultado del coronavirus. Eso es casi una cuarta parte de la población mundial. La economía mundial no ha visto nunca nada parecido.
Casi todas las previsiones económicas para el PIB mundial en 2020 son de una contracción del 1-3%, tan malas, si no peores, que en la Gran Recesión de 2008-9. ¡Y las previsiones para las principales economías para este trimestre que finaliza esta semana y el próximo trimestre están llegando a una caída anualizada de entre 20-50%! Los indicadores de actividad económica (llamados PMI), que son encuestas de opiniones a las empresas sobre lo que están haciendo, están registrando mínimos de contracción históricos para marzo.
Todo esto se debe al cierre de empresas a nivel mundial y al confinamiento de los trabajadores en sus hogares. ¿Se podrían haber evitado los confinamientos para que este drástico ‘shock de oferta’ no hubiera sido necesario para hacer frente a la pandemia? Creo que probablemente si. Si los gobiernos hubieran actuado de inmediato con las medidas correctas cuando apareció el COVID-19 por primera vez, los confinamientos podrían quizás haberse evitado…