El martes 12 de noviembre se vieron cerca de tres millones de trabajadores, jóvenes y estudiantes tomándose las calles de Chile, en una nueva jornada de protesta y paro generalizado.
Tony Saunois
Socialismo Revolucionario.
Comité por una Internacional de los Trabajadores, CIT.
Después de casi un mes de brutal represión, este magnífico movimiento social sigue rechazando las concesiones ofrecida por el régimen de Piñera, una tras de otra.
Poco antes del paro de hoy, el presidente Piñera había vuelto a hacer un giro en U anunciando que la constitución seria revisada y presentada para un referendo. También aseguró que este proceso sería “liderado” por el congreso. Hablamos del mismo congreso que está encabezado por los mismos partidos políticos odiados. La protesta de ayer rechazó vehemente esta propuesta y la vio por el fraude que esta es. “Fuera Piñera por una Asamblea Constituyente”, fue la demanda hecha por los cientos de miles que marcharon bajo el sofocante calor santiaguino.
Trabajadores de la salud, profesores, trabajadores del transporte y muchos otros llegaron a la marcha para unirse a los estudiantes y otro mar de gente determinado a derrocar el actual gobierno y enterrar con este sus políticas neoliberales. Portuarios también se unieron al paro. Mineros del cobre en el Norte de Chile encendieron barricadas y lucharon contra la policía. Esta acción masiva tuvo, en cierto modo, un carácter de protesta furiosa más que de paro nacional.
La autoridad del gobierno de Piñera flota como un cadáver en un mar de protestas, entrañando todas las secciones de la sociedad chilena. Todos aquellos que participaron de esta marcha tenían absoluta conciencia que esto es una rebelión. El centro de Santiago se vio repleto de trabajadores y gente oprimida. Jóvenes empleados de Starbucks marcharon con pancartas que demandaban con orgullo “Somos estudiantes, pero también trabajadores” y “Tu café cuesta más de lo que yo saco en una hora”. Una delegación de mujeres trabajadoras de la JUNJI (la cual cuida de niños pequeños) llegó con demandas de clase y exigiendo salarios decentes y más recursos. Otros, llevaron pancartas que proclamaban “Chile sepultara el neoliberalismo”. Miles levantaban la bandera del pueblo mapuche, la cual se ha transformado en la bandera de la resistencia tanto mapuche como chilena…