Universidad de Chile. Roberto Ávila | Martes 17 de julio 2018
En la imagen: Roberto Ávila
El diario la Tercera informa que desde sectores de izquierda y de defensa de los derechos humanos se estaría patrocinando el nombramiento del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago don Mario Carroza como nuevo integrante de la Corte Suprema.
En el progresismo tenemos una larga trayectoria de patrocinios equivocados. Tenemos cierta tendencia al autoengaño. Transformar nuestros deseos en realidad y luego creerlo nosotros mismos.
El propio Allende creyó las recomendaciones sobre Pinochet (aclaro que no pretendo comparar a ese miserable con el juez Carroza, nadie merece algo así). En fechas recientes hay quienes se creyeron eso del general del nunca más.
Seguramente el ministro Carroza tiene sus méritos profesionales, eso no lo pongo en duda, por eso es ministro de Corte de Apelaciones. Pero si la nominación se hace a partir de un perfil de un juez celoso en la aplicación de la doctrina de los Derechos Humanos en nuestro estado, creo que es un gran error.
El Ministro tiene concepciones, legitimas, como todas las ideas en democracia, que se expresan en sus fallos que aunque legales, son cuestionables desde la doctrina de los DDHH.
En días recientes se ha acogido un recurso de amparo en contra de un auto de procesamiento dictado por el en contra de Silvia Brzovic la cónyuge del ex militante del Frente Patriotico Manuel Rodríguez don Ricardo Palma Salamanca que reside con ella en Francia. Procesamiento por la muerte de Jaime Guzmán. Esto es muy grave pues el recurso de amparo protege la libertad de las personas. Además en ese caso ya la Corte Suprema había rechazado la petición de la sra Brzovic, es decir se estaba pasando por encima de la resolución del máximo tribunal, así lo consigno la Corte de Apelaciones de Santiago en el fallo.
El ministro condenó a Enrique Villanueva por supuesta participación en el acuerdo para ajusticiar a Jaime Guzmán. En ningún país europeo se condenaría a una persona por colaborar (aún si se probara) en el ajusticiamiento de un dignatario nazi.
Cada vez que los tribunales chilenos piden extradición de militantes del FPMR les rechazan la pretensión en todas partes del mundo. El mundo entero no puede estar equivocado. Estas concepciones deben cambiar si queremos un poder judicial creíble que no haga el ridiculo en el ámbito internacional.
En la causa en que se investigó la muerte del presidente Salvador Allende el ministro Carroza se negó a procesar a los pilotos que bombardearon La Moneda aunque estaban confesos, existían entrevistas en televisión y habían escrito libros jactándose del hecho. El golpe de estado nada tuvo que ver, para el Ministro Carroza, en la muerte del dr Allende. Nunca quiso aceptar que si el 11 de septiembre no hay golpe Allende duerme en su casa el 12 de Septiembre, que aún en el evento de la muerte por mano propia, la creación de las condiciones para ello genera responsabilidad penal. Allende no murió víctima de una depresión sicológica.
La Suprema Corte de EEUU determinó que quienes se arrojaron al vacío desde las torres gemelas no se suicidaron pues no fueron allí para morir y son víctima de un homicidio causado por los terroristas. Lo mismo alegan en Argentina por la muerte del fiscal Nissman.
El ministro Carroza le dio validez a una autopsia que repitió a la letra la autopsia de la escuela militar practicad por médicos militares en 1973.
Se creyeron, sin mayor indagación, los dichos de Rene Riveros Valderrama, autor, a mi juicio, de los disparos que dieron muerte al dr Allende. Nunca se investigó su infantil coartada de que se encontraba practicando decatlón en la escuela militar mientras su unidad (regimiento de infantería de San Bernardo que asaltó La Moneda) todo el ejército ocupaba Chile luego del golpe.
Las condenas del ministro Carroza, que habitualmente tienen difusión mediática afectan al elenco estable de la DINA, a los que les da los mismo agregarse decenas de años a los cientos que ya tienen.
El Ministro don Carlos Cerda tuvo un compromiso tangible, permanente y épico con los DDHH. Ese era su perfil indudable.