Vecinos de Las Condes se han manifestado en contra de las viviendas sociales propuestas por Joaquín Lavín, pues alegan que la plusvalía de sus propiedades descendería en al menos un 40% de su valor original. Sin embargo, expertos consultados por Radio y Diario Universidad de Chile aseguran que esas posturas no tienen fundamentos y están basadas en prejuicios.
Rodrigo Fuentes
Su total apoyo a la iniciativa del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, manifestó el arquitecto Miguel Lawner.
El jefe comunal impulsa un proyecto que contempla la construcción total de unas 280 viviendas distribuidas en nueve edificios; de entre 60 y 70 metros cuadrados, con dos baños, tres dormitorios, living, comedor, paneles eléctricos, gimnasio y un centro cultural aledaño. Estos tendrán un valor de entre mil y mil 200 Unidades de Fomento.
Una de estas edificaciones se emplazará, en una primera etapa, en el sector de avenida Cristóbal Colón con Mallecura, cerca de la Rotonda Atenas.
Para el también exdirector de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), desplazar a las familias de menos recursos a la periferia de la ciudad es la principal causa de delincuencia, por eso, precisó que el proyecto de terminar con la segregación social urbana debe ser una política pública del gobierno central y no que esta dependa de cada municipio.
“Hay que darse cuenta de lo que es marginar a un sector importante de la sociedad, arrojándolo a la periferia, impidiendo que sobreviva o que habite donde aspira, por razones de trabajo, argumentos obvios. La segregación social urbana es gravísima, en cualquier país del mundo se hacen esfuerzos mayores para evitarla, ya que está comprobado que esto trae consigo la conformación de guetos, por consiguiente, focos de delincuencia. Una idea que se inicia durante la dictadura con los llamados Chicago Boys y, hoy, estamos pagando las consecuencias”, afirmó.
El arquitecto Miguel Lawner tuvo duros epítetos para un grupo de vecinos del sector de Rotonda Atenas quienes, este domingo, protestaron contra la iniciativa municipal.
Los manifestantes argumentaron que, con la instalación de viviendas sociales en un sector aledaño a sus casas, la plusvalía de sus propiedades descendería en al menos un 40% de su valor original.
Este argumento fue rebatido por el académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, Ricardo Tapia, debido, principalmente, al estándar de calidad con que se construirán las residencias
“Lo ideal sería que los altos estándares que está impulsando Lavín sean patrones en beneficio de los que necesitan viviendas en todo Chile, ese es el punto de fondo. Entonces, la disminución de la plusvalía no se va a producir por la calidad de lo que propone el alcalde en cuanto al tipo de edificio. Esto más bien responde a un prejuicio de la gente sobre quienes van a habitar allí. Además, podría ocurrir que los nuevos residentes, con el tiempo, vendan sus departamentos al ver la alta tasación y ser ocupados por personas de mayores ingresos, un término que se conoce como gentrificación, cuando sectores socioeconómicos de cierto nivel desplazan a otros más bajos”, argumentó.
Para el académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, Luis Eduardo Bresciani, la idea de Las Condes, por sí sola, no resolverá el problema de segregación social urbana, por lo que es imperativo la organización de las autoridades comunales de toda la Región Metropolitana para coordinar ideas de este tipo.
“Nos hemos acostumbrado a creer que la segregación social, es decir, comunas para pobres, comunas para ricos es algo natural, eso es una costumbre que se instaló en los últimos 40 años, durante la dictadura. Es absolutamente un mito que la convivencia de familias de distintos sectores sociales dentro de una misma zona, de un mismo barrio, genere impactos negativos en el valor del suelo, plusvalía, convivencia. Por el contrario, está absolutamente demostrado a nivel internacional que las mejores ciudades del mundo, las más avanzadas, las más seguras, son aquellas que promueven activamente políticas de integración social, como las que se están discutiendo ahora”, subrayó.
Por su parte, Joaquín Lavín aseguró que los vecinos beneficiados serán de Las Condes. Un sector que, según el alcalde, está afectado por el problema de hacinamiento en los hogares, sumado a que la comuna se ha transformado en la segunda con más inmigrantes en Chile.
Lavín acusó desconocimiento absoluto del proyecto por parte de los vecinos que se oponen a la idea. No descartó reunirse con ellos e iniciar un proceso de consulta ciudadana vinculante donde participarán no solo los pobladores de la Rotonda Atenas, sino también todos aquellos que podrían verse favorecidos.
La autoridad explicó que la modalidad de construcción de estas viviendas consiste en que el municipio de Las Condes done el terreno y que el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) dispone el dinero para la edificación.