Revista Sustempo, 18 Mayo, 2017
Por: Cristina González.
2017 es un año crucial en materia de elecciones y muchos chilenos desearán escuchar los planteamientos de los candidatos a la presidencia sobre el tema pensiones. La discusión será obligada, sin duda, debido a la fuerte presión ciudadana que se hizo sentir durante el periodo pasado a través de las marchas del movimiento No + AFP.
¿Han avanzado las conversaciones con las autoridades? ¿Qué tan efectivas serán las medidas anunciadas por la Presidenta Bachelet hace un tiempo atrás? ¿Cómo se enfrentará el movimiento a los actuales candidatos?
Patricio Guzmán, economista y miembro de No +AFP, es claro al decir que la “coordinadora emplazará a todos los candidatos y los invitará a conversar para solicitarles que tomen una posición clara respecto a su propuesta para terminar con las AFP y reconquistar la seguridad social. Esto transparentará a la ciudadanía lo que dice cada uno de ellos”.
Sustempo conversó con el experto para dar respuesta a algunas interrogantes que surgen en medio de un debate que, por un lado plantea que sí es posible hacer cambios drásticos en materia de pensiones, y por el otro lado llama a hacer mejoras en el mismo sistema debido a la irrealidad de terminar con él.
¿Cuáles son a su juicio los aspectos más negativos del actual sistema AFP?
El sistema de AFP paga pésimas pensiones con el agravante que la tendencia es a su empeoramiento. Según el informe final de 2015 de la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones, la llamada Comisión Bravo, “un 50% de los pensionados entre los años 2025 y 2035 obtendrían tasas de reemplazo igual o inferior al 15% del ingreso promedio de los últimos años”.
Según información de la Superintendencia de Pensiones a marzo de 2017, la pensión promedio de Retiro Programado de 366.803 compatriotas llega a $125.737, otros 174.962 jubilados cobran Rentas Vitalicias que pagan las Compañías de Seguro promediando los $299.387, y para el total de pensionados por vejez, que suman 566.577 compatriotas, la pensión promedio es de $197.473.
Existe una cantidad creciente de personas mayores que no tienen posibilidad de acceder a pensión alguna, debido a la precarización del trabajo y a la insuficiente tasa de participación de la mujer en el mundo del trabajo. Ellos solo pueden solicitar la Pensión Básica Solidaria que entrega el Estado, siempre que demuestren pertenecer al 60% de menores ingresos de la población. Esta pensión es de apenas $102.897.
¿Cuál es la postura de la coordinadora respecto a las medidas anunciadas por Bachelet hace un tiempo atrás?
El aumento del 5% en la cotización con cargo a las empresas es positivo. Se inscribe en el sentido de nuestra demanda. Es positivo el anuncio de que será una institución pública sin fines de lucro la encargada de gestionar el ahorro colectivo, lo que es un reconocimiento implícito de la falta de legitimidad y malos resultados de las AFP. Pero mientras continúen las AFP nada de esto se traducirá en una solución para el drama de las pésimas pensiones. No es aceptable un sistema previsional donde el principio sea la capitalización individual, que se ha demostrado como un fracaso para dar buenas jubilaciones. Los resultados han demostrado que en previsión lo más eficiente es un sistema de reparto solidario con financiamiento tripartito de trabajadores, empresas y estado, en que la generación activa financia las jubilaciones de los que ya no trabajan. Los hombres son solidarios con las mujeres y los más afortunados con los que menos tienen. Hay que lamentar que la Presidenta haya desaprovechado esta oportunidad para responder al clamor de la mayoría de los chilenos que pide acabar con las AFP.
Si mantenemos las AFP, el aumento del 5% de las cotizaciones solo servirá para palear la caída anunciada de las pensiones. No habrá una mejora sustantiva como la que la gente necesita.
Algunos expertos plantean que el sistema AFP no se puede terminar, ya que afectaría gravemente al país. ¿Cuál es su opinión al respecto?
El sistema de AFP se puede acabar sin causar ningún daño a las cuentas fiscales. Esto es lo que demostramos en nuestra propuesta, al punto que incluso el ministro de Hacienda reconoció la preocupación de la propuesta por el orden de las cuentas fiscales.
Es cierto que unas cuantas grandes empresas —aquellas que tienen acceso a la bolsa y pueden colocar títulos (acciones, bonos) que adquieren las AFP obteniendo recursos abundantes y baratos— se verían afectadas en sus sobre-ganancias. Pero en cambio, el aumento de poder adquisitivo en manos de los jubilados y las inversiones del Fondo de Reserva Técnico permitirán dinamizar la economía y el desarrollo nacional. Además, se tomaron resguardos de gradualidad en el aumento de las cotizaciones de 5 años para las grandes empresas y de 10 años para las medianas y pequeñas empresas, justamente para evitar o disminuir cualquier efecto colateral negativo.
En otras palabras estamos hablando de duplicar y triplicar las pensiones, pero también de cambiar el modelo de crecimiento excluyente, concentrador de la riqueza y depredador con el medio ambiente que tenemos en Chile, abriendo oportunidades de emprendimiento y aumentando el empleo de calidad.
¿Existe algún modelo internacional exitoso que observen con atención como para replicarlo en Chile o rescatar ideas?
En alrededor de 150 países del mundo existen sistemas de pensiones de reparto. En otra treintena existen sistemas mixtos que sobre una base general de reparto incorporan algún sistema de capitalización individual para el segmento de rentas más altas. Solo hay una decena de países como Chile en todo el mundo que tienen un sistema de capitalización individual como el de AFP.
La coordinadora ha diseñado un sistema de acuerdo con nuestra realidad nacional sobre la base de toda la experiencia de los sistemas previsionales en el mundo.
Las marchas muestran una ciudadanía que pide cambios, pero quienes toman las decisiones no parecen muy decididos. ¿Qué puede marcar la diferencia?
Las elites interesadas en mantener las AFP pensaban que el ciclo que se inició con las grandes marchas multitudinarias el año pasado y con la masiva respuesta al llamado de cambiarse de fondo al fondo E, se agotaría por cansancio. Pero se equivocaron. Las simpatías expresadas en la calle se han transformado en organización activa en todas las regiones del país.
Si las autoridades y los congresistas persisten en hacer oídos sordos a las demandas del grueso de la gente vamos a seguir adelante si es necesario con la organización de la desobediencia civil pacífica, culminando en un paro nacional indefinido en algún momento.
¿Y existe de parte de ustedes algún plan B o punto medio de acuerdo en caso de que las autoridades no cedan en terminar con las AFP?
Queremos recuperar la Seguridad Social, nada más pero nada menos. Sin pensiones decentes y un modelo de desarrollo inclusivo no hay punto intermedio que negociar. Los adultos mayores tienen derecho, después de una vida de trabajo, a tener lo mínimo suficiente para una vida buena, para comprar alimentos y remedios. Se trata de un mínimo de humanidad. En esto no hay nada negociable.
¿Cuáles son los planes del movimiento No + AFP para el 2017?
La coordinadora continuará adelante con sus planes de movilizaciones durante el año y se hará un gran esfuerzo para dar a conocer y explicar masivamente la propuesta a la gente. También continuará con el llamado a salirse de las AFP Cuprum y Provida, que estafaron al Estado chileno eludiendo el pago de más de US $400 millones. Y también continuaremos el llamado a los afiliados a refugiarse en el fondo E, el de menor riesgo. Estas campañas concretas han tenido un fuerte impacto sobre el negocio de las AFP obligándolas, en el caso de Provida, a bajar las comisiones, pero sobre todo reduciendo la capacidad de hacer inversiones especulativas en todas ellas. Un golpe directo al corazón del negocio de las AFP, los grandes bancos y grupos económicos, que aprovechan el ahorro forzoso de los trabajadores.
También se ha aprobado trabajar para convocar un referéndum en todo el país, para que sea el pueblo el que exprese su voluntad si desea continuar con las AFP o el nuevo sistema previsional que propone la Coordinadora No + AFP.