Por Roberto Ávila
La dirección del Frente Amplio decidió excluir de todas sus formulas parlamentarias a Alberto Mayol. El sociólogo cae en desgracia ante los fundadores de “una nueva forma de hacer política” bajo acusación de haber discutido de manera impropia con otra candidata en la disputa del cupo.
El procedimiento utilizado recuerda las desprestigiadas y conocidas “purgas” que tanto daño hacen a cualquier proyecto político. No cabe duda que la acusación no es una razón sino más bien un pretexto. Si los jóvenes y no tan jóvenes frenteamplistas leyeran un poco la historia se darían cuenta que nunca la solución de problemas políticos por vías administrativas llegó a buen puerto.
Mayol es excluido por razones políticas estratégicas y por razones políticas mezquinas.
Las primeras dicen relación con la intolerancia de la nueva fórmula política con posiciones de izquierda. Se está purgando a izquierdistas. Las infundadas críticas a Fidel, la revolución cubana, la revolución bolivariana y al presidente Salvador Allende no es algo accidental es una instalación clara en el escenario político y refleja la función que el FA piensa cumplir.
Chile, Venezuela Argentina tienen historias políticas similares, las dictaduras de Pérez Jiménez, Pinochet y Videla, luego los fraudes políticos expresados en el pacto de Punto Fijo, Carlos Menen y la Concertación que mantuvieron y profundizaron el modelo económico dictatorial. La superación del pasado en cosa nueva se dio en Venezuela por el chavismo, en Argentina por el kichnerismo y en Chile está por verse, pero claramente el FA no busca ese papel, de allí su distancia con esas experiencias políticas superadoras de lo existente.
En esa autopercepción conservadora del frenteamplismo Mayol y sus cuando menos 100 mil seguidores no tienen cabida.
Hay razones también mezquinas para purgarlo.
Los jóvencitos, y los no tanto, que no leen la historia, son fácilmente manipulables por la prensa del sistema. Boric y Jackson se creyeron todas las muestras de opinión, que su pies se depositaron, y que les señalan con una suerte de liderazgos carismáticos aún más intensos que los descritos por Weber. Con el mundo a sus pies, sólo había que esperar que el tiempo que todo lo cura diluyera ese incomodo requisito que era el único obstáculo a La Moneda. Por eso se instaló una candidata presidencial de circunstancia. Nunca percibieron que les encumbraban para incomodar a la Nueva Mayoría, que eso se podía utilizar pero no ignorar la maniobra de la derecha.
Pero los porfiados hechos continuaban allí. Boric la tiene muy difícil en Punta Arenas y Jakcson no ha superado su situación de candidato triunfante gracias a la subvención de la Nueva Mayoría. Hace pocos días pretendió dar una cuenta pública de su gestión en la Plaza de Armas no pudo terminarla ante la hostilidad de los transeúntes.
Un liderazgo modesto como el de Mayol con un verbo expedito pero sin trayectoria en la lucha social y política no era en esencia un riesgo para una candidata que nadie conoce, que el que nada tiene nada puede ver amenazado. Al que ponía en riesgo era a Jackson , esa es la razón mezquina e inmediata. Un cargo millonario se defiende, para el FA, como sea.
Esta purga es el canto del cisne para el FA. Llega a su ocaso sin haber tenido esplendor. Un nonato de la política, un aborto prematuro por dos nuevas causales: la mezquindad y el conservadurismo.
ROBERTO AVILA TOLEDO