Catalunya
Tras la declaración de la República catalana
Señales claras de retroceso y desorientación
Marti Caussa *
El viernes 27 el Parlamento proclamó la República Catalana y el Senado activó el artículo 155 que suspendía la autonomía de Cataluña. Si el Govern pretendía defender la República debía demostrar que quería gobernar (por ejemplo, iniciando el proceso constituyente) y llamar a la movilización popular. Pero no hizo ni lo uno ni lo otro. Los que sí lo hicieron fueron el gobierno Rajoy (destituyendo el Presidente, el Gobierno y convocando elecciones en diciembre) y los partidarios del 155, que hicieron una gran manifestación en Barcelona el domingo.
Para saber dónde estamos va bien repasar los hechos que ya conocemos:
1) El mismo viernes el director general de los Mossos, Pere Soler, aceptó su destitución. Poco después lo haría el mayor Trapero.
2) El sábado, según La Vanguardia, se encontraron discretamente en el Empordà representantes del PDeCAT, ERC, ANC y Òmnium, pero de la reunión no salió ninguna iniciativa.
3) El domingo pareció que todo el mundo hacía fiesta.
4) Hoy lunes era el día clave para saber hacia dónde se orientaban el Gobierno y el Parlamento. Las noticias son decepcionantes: los consejeros, excepto Rull, no han ido a sus despachos; el representante de la Generalitat en la Unión Europea ha aceptado su destitución; la presidenta Carmen Forcadell ha aceptado que el Parlamento estaba disuelto y ha activado la diputación permanente hasta las elecciones de diciembre; Carles Puigdemont y algunos consejeros están en Bruselas, corren rumores de que pedirán asilo político y un Tweet de Lluís Llach lo da por hecho.
5) Ni el Govern ni el Parlament han hecho ninguna llamada a la movilización, el arma más poderosa que tienen para defender la República y hacer frente al 155. Y todos los partidos soberanistas parecen considerar prioritario discutir sobre qué hacer en las elecciones de diciembre .
Todos estos puntos parecen señales claras de retroceso y de desorientación; pero mañana Puigdemont ha anunciado una comparecencia y debemos esperar que dice para tener una idea más precisa de la situación.
Si se confirma que no tenemos Parlament, ni Govern dentro del país, será muy difícil defender la República Catalana, pero creo que el movimiento será suficientemente fuerte para hacer retroceder la intervención y la recentralización que supone el 155, incluso en estas condiciones. Y en el curso de la lucha ya se verá quién merece ser nuestro representante y quién no.
* Marti Caussa, forma parte de la redacción de Viento Sur.