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Carta pública de organizaciones de Chile ante la realización del Congreso internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC 4)

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A las autoridades internacionales, comunidad científica y sociedad civil:

Nos dirigimos ustedes una serie de organizaciones territoriales de todo el país, en especial de la tercera y cuarta región, las cuales, al tener conocimiento de la realización del IMPAC 4 en nuestro país hemos sentido la necesidad de hacerles llegar, por medio de esta carta pública, la verdadera realidad ambiental de Chile, que de seguro es completamente contraria a la que nuestro gobierno les está haciendo ver.

Están ocurriendo situaciones gravísimas en términos ambientales y deben enterarse de ellas. Solicitamos su interés y atención, pues su postura crítica podría significar una gran ayuda a las poblaciones y ecosistemas amenazados, cuya destrucción y contaminación, además de afectar local y directamente los derechos humanos básicos de quienes habitamos dichos lugares, podrían ejercer desastrosas consecuencias continentales y hasta mundiales, como ocurriría con el caso de los glaciares.

Lamentablemente, la economía de nuestro país está basada en la extracción y venta de nuestros recursos naturales. Siendo la minería una de las principales actividades que se fomenta, pero no la que más aporte deja al país como se hace creer, ya que aparte de dejar contaminación, las empresas casi no pagan impuestos y en su mayoría las minas son explotadas por transnacionales que tiene inmensas regalías. Lo más grave es que ya no hay límites, la minería se está llevando a lugares insospechados, como es a la Patagonia.

Desde 1998, gracias a un tratado de cooperación entre Chile y Argentina, se puede explotar proyectos binacionales en la naciente de las aguas en la cordillera de los Andes, lo que ha permitido el desarrollo de la megaminería en el origen de los ríos que abastecen a comunidades enteras de cordillera a mar; y más grave aún, encima o alrededor de glaciares milenarios que, sobre todo en el norte y centro de nuestro país, son quienes abastecen de aguas al ciclo hídrico. En esta carta, estamos presentes comunidades afectadas y amenazadas por la terrible trasnacional Barrick Gold y damos fé que en el Valle del Huasco (valle que hace de barrera al desierto más árido del planeta), su proyecto Pascua Lama ha destruido glaciares milenarios y ha contaminado con peligrosos metales pesados las aguas que bebemos y usamos. Igual amenaza se teje para el Valle del Elqui, capital turística de la cuarta región, en donde pretende desarrollar un nuevo proyecto llamado “Alturas” sobre ecosistemas glaciales y en la naciente de los ríos. Esto ocurre, también, en el Valle del Aconcagua, Valle del Choapa, en Copiapó y podríamos seguir en una lista casi sin final.

La minería exige, a su vez, el aumento de producción energética por tanto trae aparejado la imposición de más hidroeléctricas y termoeléctricas. Las primeras destruyen territorios enteros, incluso su cultura, ya que se inundan sitios sagrados, como ocurre en el sur de nuestro país con el pueblo mapuche, o también destruyen glaciares como es el caso del proyecto Alto Maipo. En cuanto a las termoeléctricas, estas traen contaminación de nuestros mares y aires así como la muerte de la población por cáncer, como es lo ocurrido, por ejemplo en el puerto de Huasco en la Tercera Región. Como si fuera poco, también conlleva la exigencia de la construcción de nuevos puertos, que ponen en peligro ricos ecosistemas como el de Punta de Choros, sitio prioritario de biodiversidad, amenazado por una mina y su puerto.

Aprovechamos de advertirles que les dirán que el gobierno acaba de negar el permiso a este emprendimiento en una decisión responsable y protectora del medio ambiente. Sin embargo, lo que no les dirán es que hubo una gran presión social en contra del mismo y que, probablemente, debido a la realización de este evento mundial, prefirieron votar en contra, porque, de lo contrario, los días de congreso estarían llenos de protestas. Lo que tampoco le dirán es que nuestra nueva institucionalidad ambiental (en funcionamiento desde el año 2012) fue hecha para las empresas, las cuales tienen muchas instancias para apelar y para cambiar decisiones en el trayecto de la gran burocracia creada.

Finalmente, la directriz de todos los servicios que componen la institucionalidad, es que los proyectos se aprueben y continúen a como de lugar, tal como ha quedado demostrado, recientemente, esta semana a través de la prensa, donde se ha publicado una carta de trabajadores estatales del Servicio de Evaluación Ambiental denunciando intervencionismo y presión del gobierno en las decisiones técnicas que debió dar este servicio respecto de dicho proyecto para que fuera aceptado. Creemos que ha sucedido lo mismo con el proyecto Pascua Lama, en donde el gobierno, para lograr su viabilidad de manera incomprensible, le ha permitido elevar los niveles de metales pesados autorizados en el río, violando incluso normas internacionales y poniendo en serio riesgo la salud de la población. Por tanto, sentimos la responsabilidad de ponerlos en conocimiento de que la amenaza de Punta de Choros aún existe y esta no terminará hasta que la empresa no desista de seguir reclamando acerca de la decisión del Consejo de Ministros. Si esto no sucede, la discusión pasará al Tribunal Ambiental de nuestro país y luego a la Corte Suprema. Esta zona estará siempre en riesgo de nuevas propuestas de proyecto hasta que no se declare su protección efectiva. Tal como insinuó el nuevo Ministro de Economía (ex gerente de Aes Gener) Jorge Rodríguez Grossi en sus últimas declaraciones.

Cuando decimos que nuestra institucionalidad ambiental fue hecha a medida de las empresas, no estamos exagerando. Uno de los máximos ejemplos es la Ley de Glaciares que se ha impulsado desde este Gobierno, el Ministerio de Medio Ambiente y avalada, por su ahora Ministro embajador de este Congreso Mundial, Marcelo Mena. Esta Ley en vez de proteger a los glaciares, legaliza y permite su destrucción e intervención, dejando en una condición aún más frágil a todos los glaciares de nuestro territorio. Aun sabiendo que son fundamentales para el cumplimiento del derecho a la vida y el agua de nuestras comunidades, así como en un contexto de cambio climático a nivel continental y mundial, ya que Chile alberga más del 90% de los glaciares de Sudamérica. Esto demuestra la nula disposición de nuestro Gobierno para crear áreas protegidas, en donde el mar tampoco ha sido un ejemplo, como se jacta el Gobierno para este encuentro internacional.

En Chile, los derechos humanos del agua y la vida sí son vulnerables en pos de la defensa a las empresas y no se quiere entender que cada vez más se está poniendo en riesgo la vida. Todos los desastres comentados se han hecho con la venia de todos los Gobiernos de nuestro país, en especial con los de la Concertación, hoy Nueva Mayoría, quienes gobiernan en la actualidad.

Somos comunidades que queremos que este país y su hermosura estén para nuestros futuros hijos y nietos, que soñamos con montar otra economía de país, que sea realmente sostenible en el tiempo, compatible y respetuosa con nuestra madre tierra, pues sabemos que sin ella no viviremos. Somos comunidades que exigimos no más minería contaminante y no más megaminería en la naciente de las aguas ni sobre glaciares, no más relaves mineros en la cabecera de pueblos, no más megaproyectos extractivistas como el plan IIRSA–COSIPLAN y su corredor bioceánico (Chile– Argentina), que sólo busca saquear los recursos naturales del cono sur de América, aumentando el monocultivo y el uso de transgénicos, transportando sus mercancías a través del valle del Elqui para enviarlas por mar a otros continentes y países de Asia principalmente, no más termoeléctricas e hidroeléctricas sobre todo en un contexto en el que no falta energía para la población. Exigimos la real protección de todos nuestros glaciares y mares, así como el respeto de los derechos humanos fundamentales como la vida, al agua y a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Necesitamos que esto se sepa a nivel mundial y que se le exija al Gobierno de nuestro país que deje de destruir nuestros ecosistemas y poner nuestras vidas en riesgo en pos de un crecimiento económico ciego. Estamos frente a un gobierno que no se da oportunidad de buscar alternativas ni escucha las soluciones que están brotando de los mismos territorios amenazados, anulando toda posibilidad de crear junto a sus ciudadanos nuevas formas que nos permitan seguir habitando estas tierras.

Se despiden

Asamblea por el Agua del Guasco Alto (Valle del Huasco, Tercera Región)

Asamblea en defensa del valle del Elqui (Comuna de Vicuña, Cuarta Región)

Movimiento socioambiental del Valle del Huasco (Provincia del Huasco, Tercera Región)

Coordinación de Territorios en Defensa de los Glaciares

Movimiento en Defensa del Ambiente de la higuera MODEMA (Cuarta Región)

Red Ambiental Norte (cuarta Región)

Defensa Ambiental IV Región

Mesa Social de Coquimbo

Turismo Caleta Hornos

Federación de Pescadores de La Higuera

Contactos:

Asamblea por el Agua del Guasco Alto: Constanza San Juan/ guascoaltocomunicaciones@gmail.com /962413008 Asamblea en defensa del valle del Elqui: Sergio Rivera/ asambleaendefensadelelki@gmail.com/992877949 Movimiento en Defensa del Ambiente de la higuera MODEMA :Andrés Alvarez/despertarambiental@gmail.com/ Coord. de Territorios en Defensa de los Glaciares: María Jesús Martinez/defendiendoglaciares@gmail.com/ 963970135

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