Escribe Lukas Gómez
Distinguida y respetada señora embajadora.:
Estoy sorprendido y muy afectado por su participación en esa fiesta del paracaidismo.
Es difícil pensar que usted ignora que allí, en Peldehue los ‘boinas negras’ iniciaron los vuelos de la muerte, en los cuales muchos chilenos, opositores a la Dictadura instaurada con ayuda de la CIA, fueron torturados y asesinados lanzandolos desde los aviones o helicópteros sin paracaídas.
Para ellos, para sus familiares y para los chilenos respetuosos de la Constitución y las leyes no fue divertido. Fue horrible y muy cobarde.
No se que pensar. Quizás usted solo quiso mostrarse amable con las FFAA, o quizás fue un mensaje al país y a los uniformados, a pesar de que la Guerra Fría, que les ha servido para justificar muchas actividades injustificables, terminó con la caída del Muro de Berlín.
Me ha dolido su actitud, su irreverencia, pero más me ha preocupado si ha habido intencionalidad o sólo ha sido simplemente un ‘error´, una equivocación, como le puede ocurrir a cualquiera.
Chile, a pocos días de cumplirse 50 años del inicio del genocido inspirado por Nixon y Kissinger necesita un mensaje claro de qjue los Estados Unidos han aprendido la lección y están del lado de la Libertad y de la Democracia.
Su respuesta es imprescindible
Atentamente
Lukas Gómez