por Max McGee
Foto: Sara Prestianni/CC
La precipitación económica hacia el fondo y la insensibilidad del capitalismo se ven en la reciente tragedia del barco griego. El 13 de junio, un barco que transportaba a unos 750 refugiados naufragó. Setenta y ocho están muertos confirmados, mientras que hasta 500 siguen desaparecidos.
Ya se ha demostrado que las autoridades griegas mintieron sobre los acontecimientos que rodearon la tragedia. Primero afirmaron que habían mantenido una «distancia discreta» del bote de refugiados. Pero las afirmaciones de los sobrevivientes contradecían directamente esto. Posteriormente, las autoridades admitieron que habían atado una cuerda e intentaron abordar la embarcación.
Los funcionarios también afirman que el barco se dirigía a Italia y no necesitaba ayuda. Pero el análisis de los datos de seguimiento muestra que esto es otra mentira. El buque estuvo básicamente inmóvil durante horas.
Falla
Compare lo que las autoridades griegas no hicieron para evitar esta tragedia con los recursos que se han puesto a disposición para buscar el sumergible OceanGate cerca de los restos del Titanic.
No podemos confiar en que las autoridades capitalistas lleguen a la verdad de lo que sucedió a 50 millas de la costa de Grecia. Debe haber una investigación independiente, pública, dirigida democráticamente por los sindicatos y las organizaciones que representan a los inmigrantes, para encontrar respuestas.
Las nacionalidades que se encuentran a bordo representan una muestra representativa de los fracasos del capitalismo en todo el mundo: guerra, pobreza y cambio climático. Se dice que paquistaníes, egipcios, sirios, afganos y palestinos -hombres, mujeres y niños- constituyen la mayoría de los 750 que pagaron tarifas exorbitantes a los contrabandistas con la esperanza de escapar de la inestabilidad y la persecución en sus países de origen.
Los gobiernos conservadores y laboristas, y las empresas capitalistas internacionales explotadoras, han contribuido a los problemas que generan crisis migratorias. La rápida retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, apoyadas por los gobiernos del Reino Unido y la OTAN, tras la fallida invasión de dos décadas, ha contribuido a la crisis migratoria.
Austeridad
En muchos países europeos, Gran Bretaña, los gobiernos de derecha y los patrones usan a los refugiados como chivo expiatorio, diciendo que eso es lo que está ejerciendo presión sobre nuestros servicios públicos; en realidad, es la austeridad la que ha recortado los servicios hasta la médula.
Desde 1989, la Unión Europea (UE) ha construido más de 1.000 kilómetros de muro fronterizo. Las políticas que no abordan las causas fundamentales muestran la miopía de las soluciones disponibles para los capitalistas.
En cambio, se necesitan políticas socialistas para abordar la pobreza, el cambio climático y la guerra, y para una economía planificada democráticamente. Y un partido de Trabajadores de masas para luchar por estas políticas radicales.
