Santiago (360Noticias) En un episodio que pone en entredicho la coherencia entre el discurso y la práctica, la ex presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, hoy secretaria general del Partido Comunista y vocera del comando presidencial de Jeannette Jara, fue interpelada en vivo por una denuncia laboral en su contra durante su participación en el programa Al Pan-Pan de El Mostrador, conducido por Mirna Schindler.
La denuncia fue realizada por Sandra Monarde, quien se desempeñó como asesora del hogar en el domicilio de Figueroa entre marzo de 2022 y mayo de 2025. Según la trabajadora, firmó un contrato por jornadas de dos a tres veces por semana, con un pago de 40.000 pesos por día, incluyendo cotizaciones previsionales. Sin embargo, denunció ante la Dirección del Trabajo que solo se le habrían pagado las cotizaciones durante los primeros diez meses.
Consultada al respecto, Figueroa reaccionó con sorpresa:
“Yo desconozco plenamente el tema. (…) No era yo quien llevaba esas materias”, afirmó, atribuyendo la responsabilidad a su marido (el cual también es dirigente Sindical y dirigente del PC, dado que ella se encontraba “entrando y saliendo del país” por sus funciones diplomáticas.
Más allá de lo administrativo, el hecho ha generado un revuelo político y ético, dado que Figueroa fue durante años la cara visible de la CUT, defendiendo públicamente los derechos laborales y exigiendo regularización de empleos precarios. Hoy, se ve enfrentada a una denuncia que la coloca precisamente en el lugar del empleador que no cumple sus obligaciones.
Aunque la ex embajadora en Argentina insistió en que “las denuncias son legítimas” y que “el trabajador tiene derecho a hacerlas sin necesidad de dar aviso”, su desvinculación personal del conflicto y su desconocimiento de los antecedentes han sido percibidos como una evasiva.