Entusiasmado por una semana de buena racha Milei asegura que la oposición “ya no tiene misiles” para desafiarlo
Iván Gajardo Millas
Tras varios días de errores no forzados, la primera semana de octubre trajo una serie de
triunfos políticos y económicos al presidente argentino Javier Milei: se confirmó la tendencia a
la baja en la inflación, continuó el descenso sostenido del dólar y del riesgo país, y quizás el
más resonante, una nueva victoria legislativa le permitió blindar el veto que había impuesto a
la Ley de Financiamiento Universitario, lo que terminó consolidando una nueva derrota de los
sectores opositores que quedaron –según palabras el mandatario- sin misiles para desafiarlo.
Sin embargo, el peronismo puja por recuperar la centralidad.
El veto fue logrado gracias al apoyo del PRO (el partido del ex presidente Mauricio Macri) más
algunos radicales y peronistas díscolos, que sumaron los legisladores necesarios para llegar al
número mágico de 85 votos. La oposición sumó solo 159 adhesiones y no alcanzó los dos
tercios necesarios para voltear los vetos presidenciales como establece la normativa argentina.
Un análisis notable de estos aliados calificados como “muy poco edificantes” por el periodista
Sebastián Lacunza puede leerse en este artículo de ElDiarioAr.com
A pesar de Milei viene gobernando con bloques y lealtades inestables y precarias con las que
se juega la gobernabilidad en cada votación legislativa, lo cierto es que hasta ahora logró salir
indemne de casi todas las batallas en el hemiciclo y no se vislumbran en el horizonte de corto
plazo fisuras que vayan a poner en riesgo esa mecánica de poder.
El dólar está quieto y la inflación controlada, pero no con la fórmula prometida.
La buena semana libertaria coindice además en un contexto de “primavera financiera”, como
denomina la prensa trasandina a los resultados macroeconómicos, empujados por el llamado
Régimen de Regularización de Activos que permite a los contribuyentes blanquear bienes o
dinero no declarado en el país, un mecanismo que desde que entró en vigencia el 17 de julio
de 2024 hizo ingresar al sistema más de US$13.000 millones e impulsó una notable baja del
riesgo país –ahora su valor más bajo en más de cuatro años- y que los dólares paralelos se
consolidaran debajo de $1200, un 20% mas bajo que hace tres meses.
La inflación de 3,5% también trajo albricias. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC) informó que el índice de septiembre perforó el piso del 4% mensual por primera vez
desde que gobierna Javier Milei, que festejó en redes y entrevistas el resultado obviando que
conseguirlo trajo un brutal enfriamiento de la actividad, una caída en el consumo y un
aumento vertiginoso de la pobreza.
Los resultados económicos de los que el libertario se vanagloria se originan, no obstante, en
medidas y fórmulas que distan mucho de ser las que prohíjan los anarcocapitalistas y son más
el resultado de la intervención directa del Banco Central en el mercado del dólar contado con
liquidación (CCL) uno de los tantos dólares paralelos que coexisten en la hermana república,
como explica el periodista económico Alfredo Zaiat en una columna de Página12.
La estabilidad del modelo pareciera depender, por otra parte, de un conjunto de factores
externos que además deben producirse simultáneamente y que requieren el ingreso
“legítimo” de dólares. Por ello, el Ejecutivo le reza a la recuperación del precio de los
commodities, al triunfo de Donald Trump en las elecciones estadounidense para que ejerza
presión para un préstamo del FMI, y una reactivación de la economía. Nada de esto se ve en el
horizonte de corto plazo.
CFK quiere salir a la cancha
Los resultados económicos no son la única fortaleza que exhibe Milei por estos días. Otra
indiscutible es el vacío político que tiene enfrente para desafiarlo.
Su abrupta llegada al poder sacudió ferozmente el ajedrez tradicional político de Argentina que
durante décadas se había dividido nítidamente entre dos identidades políticas: peronismo y
antiperonismo, fuerzas que ahora buscan nuevas coordenadas y que registran diásporas y
tránsfugas al por mayor.
Con el instinto político que la caracteriza y empoderada por el crecimiento de su imagen que
registró la mayoría de los encuestadores en el conurbano, Cristina Fernández de Kirchner (CFK)
decidió la semana pasada lanzarse a reordenar el espacio y anunció su candidatura al Partido
Justicialista (PJ) Nacional.
Esta nota de Julio Burdman en Le Monde Diplomatique describe la actual interna peronista con
lujo de detalles, partiendo de la Fundación del PJ en los 70 como institución que representó al
peronismo y las líneas internas que fue conteniendo.
Sin embargo CFK se encontró con una resistencia que puso en evidencia la escalada de tensión
entre la exmandataria y quien fuera alguna vez su alfil y ahora gobierna la provincia de Buenos
Aires, Axel Kicillof , quien parece centrado en constituir un poskirchnerismo.
En principio, para las elecciones del próximo 17 de noviembre CFK también deberá enfrentar al
gobernador de La Rioja Ricardo Quintela, que presentó su candidatura para presidir el espacio
peronista bajp la lista «Federalismo y Justicia».
«No hay que temer al proceso interno, lo importante es que el que gane conduzca y el que
pierda acompañe», dijo Quintela, quien subrayó no obstante que el respeto que le tiene a CFK
“es absoluto, y el cariño y la admiración también”.
Ni Kicillof ni ningún otro gobernador peronista apoyó a CFK en esta nueva irrupción en la arena
política. La mesa chica del gobernador mostró su perplejidad ante tres jugadas políticas de alto
impacto protagonizadas por CFK en momentos en que éste se encontraba en México: primero
su mencionado lanzamiento para dirigir el PJ, su desembarco en en uno de los bastiones del
peronismo en territorio del gobernador, La Matanza, y el “operativo clamor” de La Cámpora, la organización política argentina peronista que constituyó un fuerte apoyo juvenil a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Analista políticos consideran casi al unísono que así como el pedido de Kicillof en 2023 de
componer “una canción nueva” con que ilustró la necesidad de una renovación en el espacio y
de dejar espacio a nuevas figuras más jóvenes, terminó de erosionar su ya debilitada relación
con La Cámpora, no haber celebrado la decisión de CFK podría marcar un antes y un después
en su vínculo con la expresidenta.
En el peronismo conviven actualmente dos fuerzas contradictorias: por un lado hay un
consenso mayoritario sobre la inconveniencia de enredarse en una interna partidaria, pero esa
opinión coexiste con una gran dificultad para encolumnar a los distintos sectores.
La expectativa por ahora está puesta en el acto del 17 octubre (Día de la lealtad peronista) que
se realizará en la localidad de Berisso, con Kicillof como único orador. La prensa adelanta que a
la celebración, que será analizada a partir de las ausencias, están invitados los gobernadores,
intendentes, funcionarios, sindicatos, organizaciones sociales. “En la cancha se verán los
pingos” coinciden los cercanos.