Union syndicale Solidaires, París, 5-8-2021
A l’encontre, 6-8-20221
Traducción de Correspondencia de Prensa
El sábado 31 de julio de 2021, las autoridades educativas locales anunciaron que cortaban todos los vínculos con el Hong Kong Professional Teachers’ Union, HKPTU (Sindicato de Profesores de Hong Kong), que representa a más del 90% de los docentes de Hong Kong.
Así, de ahora en adelante, el HKPTU no tendrá derecho a defender a los profesores de forma individual ni colectiva. En particular, el sindicato queda fuera de los órganos consultivos y los cursos de formación sindical organizados por el HKPTU ya no serán reconocidos.
Este ataque forma parte de una ofensiva frontal contra el sindicalismo hongkonés. Incluso, hay procesos judiciales en trámite que podrían desembocar en condenas de hasta cadena perpetua, incluidos los casos de:
– la presidenta y secretaria general de la central sindical HKCTU,
– el presidente del Hospital Authority Employees, HAEA (sindicato de empleados de hospitales),
– cinco miembros del sindicato de ortofonistas, por haber elaborado un libro infantil considerado sedicioso por las autoridades.
Tras la magnitud del ataque al sindicato de profesores HKPTU, el mismo anunció que se desafiliará de la HKCTU, la que, de esta manera, pierde más del 65% de sus miembros.
El objetivo del gobierno de Pekín es claro: destruir toda forma de organización independiente del Estado para alinear a toda la población de Hong Kong según las normas vigentes en el continente.
Es una política global que incluye la libertad de expresión, de organización, de manifestación, de circulación, etc.
En ese marco, la Educación constituye un sector decisivo:
– Durante los últimos cuarenta años, ha desempeñado un papel central en el sindicalismo hongkonés, en el movimiento por la democracia y en la solidaridad con los oprimidos y explotados de China continental;
– Tiene a su cargo la educación de las nuevas generaciones que el gobierno de Pekín quiere formatear según el modelo continental, inculcándoles desde los 6 años la sumisión a las normas relativas a la «seguridad nacional» y al «patriotismo».
La prioridad para el gobierno es asfixiar toda organización independiente y el pensamiento crítico en la educación.
Ante esta situación, los profesores y profesoras de Hong Kong necesitan más que nunca nuestro apoyo.
