19 de septiembre de 2023 Angelika Teweleit, Berlín
Del 17 al 23 de septiembre, alrededor de 1.000 delegados en el congreso nacional de ver.di discutirán la dirección futura del sindicato. Ver.di es un sindicato del sector público y de servicios y el segundo más grande de Alemania con poco menos de dos millones de miembros. Las principales mociones sobre la mesa pretenden intensificar la cooperación con el llamado gobierno del “semáforo” (la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales). Pero también hay protestas entre los delegados.
Ante la elevada inflación, esta primavera asistimos a las mayores movilizaciones en “huelgas de advertencia” en mucho tiempo y a 130.000 nuevos miembros se unieron a ver.di. Sin embargo, las mociones aprobadas en el consejo sindical (su segundo órgano más alto después del congreso nacional) no hacen ninguna referencia a esto. Sin embargo, sería importante empezar precisamente aquí para captar la creciente disposición a luchar. Se habla mucho de crisis y desafíos. Sin embargo, la dirección de ver.di se considera sobre todo el papel de “cocreador” en cooperación con un gobierno cuyas políticas apoya básicamente y en el que sólo se pueden proponer mejoras individuales.
“Co-creación” en lugar de resistencia
Los peligros inminentes de una recesión y las consiguientes pérdidas de puestos de trabajo, ataques al tiempo de trabajo y a las pensiones, así como al derecho de huelga, se mencionan también, como mucho, de pasada. Pero no se dice que sea necesaria una amplia movilización contra esto: una coordinación de los movimientos de negociación colectiva y la agrupación de días de huelga para fortalecer la fuerza de lucha común. En muchos lugares, el actual gobierno del ‘semáforo’ recibe buenas calificaciones, como en la Moción C001 sobre “reestructuración socioecológica”: “En respuesta a la pandemia y a la crisis energética, el Estado ha demostrado su gran capacidad para actuar: desde enormes programas de gasto hasta servicios financiados con fondos públicos, desde requisitos legales hasta la nacionalización”. No hay críticas a las medidas para hacer pagar a muchos sectores de la clase trabajadora, como en el caso de la factura de calefacción.
Apoyo a la guerra
Una moción del consejo del sindicato también pretende estrechar filas con el gobierno en la cuestión de la guerra y la paz. Esto anula resoluciones anteriores de política de paz. En esta moción se consideran correctas todas las medidas adoptadas por el Gobierno federal y la OTAN, desde las sanciones hasta el envío de armas a Ucrania. Es bueno que se haya presentado un recurso contra esta moción bajo el título “Di no” y esto debería recibir un amplio apoyo. En base a esto, hay que afirmar que la oposición a la invasión rusa no es sinónimo de apoyo al gobierno oligarca ucraniano y a los países de la OTAN que lo apoyan, sino que se debe adoptar una posición de clase independiente.
Redes de Críticos
A partir de las experiencias de las negociaciones colectivas, varios trabajadores de diferentes ciudades han expresado su interés en establecer contactos sistemáticos en ver.di para trabajar juntos por una orientación militante y estructuras democráticas. La actual “Red por un ver.di militante y democrático” será reestructurada y ampliada. Durante el congreso nacional se distribuyó material de la red y sus seguidores participaron en una protesta durante el discurso del canciller Olaf Scholz en el congreso. Dos miembros de Sol (Organización Socialista Solidaridad) de Berlín son delegados al congreso y han intervenido en el debate general del segundo día del congreso, exigiendo una posición clara contra la guerra, una política combativa del sindicato y el fin de la colaboración social.
