Ex Agente publicó en el face
¡Corte Suprema destroza el show de Kaiser: “No hay osamentas perdidas, diputado, aquí todo tiene boleta”
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La Corte Suprema rechazó con dureza el proyecto de Johannes Kaiser que aseguraba que el SML está lleno de restos sin identificar por falta de órdenes judiciales. El máximo tribunal aclaró que cada hueso que ingresa lo hace con instrucción del Ministerio Público o juez y desechó la iniciativa por partir de premisas falsas.
En un informe lapidario enviado a la Cámara, la Suprema dijo que ni siquiera era procedente que el Congreso les consultara, pero igual revisaron el texto y lo hicieron pedazos: el SML no es “auxiliar de la administración de justicia” como inventó Kaiser, sino un servicio dependiente del Ministerio de Justicia y DD.HH. Error de manual.
El argumento estrella del diputado –que hay osamentas “abandonadas” esperando permiso para periciarlas– fue demolido: la Corte fue clarita, “todo ingreso al SML se efectúa bajo instrucción del Ministerio Público o judicial”, punto. No hay cajón de “restos olvidados” ni nadie entra de contrabando al depósito.
La Corte fue sarcástica al explicar que pretender priorizar osamentas de DD.HH. es como pedirle al forense que adivine la causa de muerte antes de abrir el cuerpo: técnicamente imposible. También recordó que si van a cargar al SML con más tareas, al menos pongan plata; cosa que Kaiser olvidó por completo.
Y el remate económico siguió en la misma línea: si el Congreso quiere asignarle nuevas funciones al SML, que por favor incluya los recursos para pagarlas. La moción de Kaiser brillaba por su ausencia de presupuesto, como casi siempre cuando se legisla con puro titular de prensa y cero realidad operativa.
Kaiser, salió al contraataque diciendo que la Corte “avala un escándalo” y que él tiene “informes y antecedentes” que demuestran lo contrario… aunque nunca los ha mostrado y tanto el SML como la Suprema insisten en que no existen. El proyecto sigue vivo en la Comisión de DD.HH., pero ya llega con diagnóstico oficial: “basado en fantasía legislativa”.
