Rómulo Pardo Silva
Una tarea del pueblo venezolano es ser parte de la Asamblea Constituyente.
Aunque los enemigos van a mentir de su resultado será un freno para ellos y un impulso para los pueblos.
Será un paso más de una historia larga de raíces en el pasado y construcciones al futuro.
El imperialismo y las oligarquías y sus acomodados no van a ceder por reconquistar la dominación, el petróleo, la riqueza consumista.
Venezuela fue una dependencia de Estados Unidos con administración local. Chávez la independizó con el apoyo del pueblo antes manipulado en elecciones de partidos empresariales.
Esa dignidad hay que consolidarla sin descanso con acciones políticas, económicas, culturales, masivas y su ejército vigilante.
La hermana Cuba después de casi sesenta años sigue atacada pero al mismo tiempo reconocida mundialmente república soberana socialista.
El chavismo tiene a la vista una situación distinta a la de Fidel y la revolución.
Estados Unidos es un imperio con fuerza para agredir que decae. No controla ni la economía ni la fuerza militar absoluta. Puede terminar destruido con el mundo.
Lo inevitable, la civilización capitalista no tiene futuro. Va a colapsar por insostenible.
El chavismo es la búsqueda de una sociedad nueva y responde a una necesidad objetiva global. Puede ganar o perder momentos pero su meta es imposible de borrar.
La Constituyente es un mecanismo democrático para cerrar los espacios que maneja la oligarquía y hacerla aún más dependiente del capitalismo extranjero fascista o demofascista.
El gobierno venezolano no está aislado, forma parte de un mundo internacional en ascenso, y más adelante verá ensanchado su campo latinoamericano amigo. El derechismo patronal no tiene planeta suficiente para conservar sus privilegios.
El chavismo es mirar hoy y lejos.
Por un Movimiento para una nueva civilización solidaria de socialismo sustentable.
No progresismo de izquierda.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
