El «predio» supera en superficie a la ciudad de Valparaíso y cobró notoriedad luego de que el New York Post divulgase la información del lugar en su sitio web. No obstante, en algún momento la isla pertenecía al Fisco chileno, y fue en 1989 cuando se estableció su venta, de la cual el monto de dicha operación quedó en manos del Ejército de Chile en un fondo especial de la Tesorería General de la República (TGR).
“Solo los hechos: Isla virgen de la mitad del tamaño de Hong Kong y 7,5 veces el tamaño de Manhattan“. Así se promociona en un sitio de corredora de propiedades estadounidense una isla ubicada en la Patagonia chilena, en la región de Aysén. El valor de venta, en dólares, es de 35 millones, poco más de 33 mil millones de pesos.
La publicación adquirió notoriedad cuando el New York Post la llevó en sus páginas. “Una isla enorme y jamás tocada al fin del mundo se vende por US$ 35 millones“, dice el titular en donde llevaron la noticia del trozo de tierra chileno. Y es que las características propias del lugar la hacen “una oportunidad única en la vida“, dicen en el sitio de la corredora, de nombre Hall & Hall.
Consultados por la situación, el Ministerio de Bienes Nacionales entregó más detalles sobre la isla. “Se trata de un trozo del archipiélago de las Guaitecas, cerca de Coyhaique, que sobrepasa las 44.450 hectáreas de superficie”. A ello sumaron que, como informó el sitio, la zona cuenta con amplios terrenos acompañados de flora nativa. Tal es el caso de los bosques de coihues, ñirres, lenga, entre otros, que le valen para ser llamado un “pulmón verde” para el planeta.
Como si fuese poco, además la isla cuenta con 163 kilómetros de playa y es una reserva de 1.130 millones cúbicos de agua dulce. Por lo anterior, desde dada a conocer la noticia, el ministerio se encontraba “recabando mayores antecedentes” para saber si sobre dicho territorio la cartera tenía “competencias” para la cartera o si netamente pertenecía a una acción entre privados.
Isla virgen enajenada por Pinochet y vendida por el Ejército
Del mismo modo, en ese método de examinación fue cómo Bienes Nacionales dio cuenta de cómo se llegó al status actual de la isla, es decir, a estar en venta.
Asimismo, la ley también ahonda y define lo que pasa con los montos generados por la transacción. Lo primero que establece es que dicha operación no pasará a las Rentas Generales de la Nación. Luego, que se abrirán cuentas especiales en la Tesorería General de la República (TGR), a nombre de la FF.AA. involucrada en la venta.
Como la isla fue vendida a un privado, desde el Gobierno no se puede hacer nada en la transacción. “Es una transacción entre privados. La isla es privada“, señalaron desde Bienes Nacionales.